La cara y la cruz de la defensa recreativista

Los dos se pellizcan por razones diferentes. Bonaque vive un sueño. Lleva tres partidos de forma consecutiva convocado con el primer equipo y fue titular contra el Xerez en el Nuevo Colombino. Es la cara de la moneda. La cruz se llama Zamora. El central llegó en verano para ser el compañero de Manolo Martínez en la zaga. Apuesta de la dirección deportiva junto a Borda, debía ser la pareja del alicantino en el eje de la defensa.

Cuatro meses después ambos afrontan el choque contra el Córdoba desde un punto de partida similar en la forma, pero muy diferente en el fondo. Bonaque sabe que puede repetir titularidad y tener más minutos. Goza de la confianza del entrenador y lo mira con ilusión. Zamora se siente un tanto desconcertado por una situación "más que decepcionante, inesperada" señaló ayer. De ser el primero en la lista a pelear con un canterano por cubrir las bajas de los compañeros.

Es una posición compleja la del defensor albiazul, quien se siente "mal" porque "cuando vienes de jugar y dejas de hacerlo se pasa mal, pero si no lo pasara mal no jugaría al fútbol". Los años le han enseñado que "la única forma que hay de cambiar esta situación es trabajar más". Su propia trayectoria es el mejor ejemplo porque "Aritz (Borda) se ganó el sitio pero el míster nunca me ha dicho que haya perdido la confianza en mí". Más le extraño lo sucedió contra el Xerez porque fue "más sorprendente, aunque es un compañero más que trabaja bien para tener su oportunidad". El central recuerda que "en Alcoy cometí un error que le costó un gol al equipo y el entrenador me vio un poco descentrado. Sólo puedo entrenar para darle la vuelta a esta situación". Ahí puede estar la razón de su reciente caída en 'desgracia'.

Con un mercado invernal a la vuelta de la esquina su nombre comienza a sonar en algunas quinielas. Cuenta con el aval del cuerpo técnico y tiene otro año más de contrato, aunque si sigue sin contar no sería de extrañar que se abriese un nuevo escenario. De momento "no he pensado en eso porque además es un tema que no llevo yo. Ni el míster ni el club han hablado conmigo de la posibilidad de una salida, aunque a lo mejor el club tiene algo que decir".

Destaca sus ausencias cuando Cervera clama públicamente por la falta de experiencia de sus hombres, especialmente en ciertas acciones defensivas. Zamora lo ve como una virtud porque "la juventud también tiene sus ventajas porque nos hace correosos y muy trabajadores. Quizá con el Xerez se esperaba que entrase por eso, por experiencia, pero el míster mira a todo el equipo por igual. También estuve fuera y entré, luego el equipo comenzó a ganar partido y cogió una dinámica positiva. Cuando tienes la oportunidad debes intentar hacerlo lo mejor posible".

Al menos el bloque está funcionando a nivel general. El equipo albiazul está "cumpliendo el objetivo prioritario que es evitar el descenso. Estamos a cuatro puntos y pase lo que pase nos iremos de vacaciones fuera del descenso aunque queda mucha Liga". De hecho, confía en sumar un resultado positivo en El Arcángel en un duelo "parecido al del Hércules por el equipo y porque juegan de forma parecida. Los equipos que intentan jugar se nos dan bien. Vamos sin miedo y a plantarles cara".

El otro lado de la moneda tiene acento onubense y es de la casa. Mientras Zamora ha perdido el sitio en las últimas semanas, Bonaque ha tomado el testigo para convertirse en fijo en las convocatorias. Por esta razón se muestra "muy agradecido al cuerpo técnico la confianza que ha depositado en mí. Por eso tengo que trabajar duro durante la semana". Cuando surgió la posibilidad se encontró "sorprendido" porque "entre tantos jugadores se me presentó la oportunidad y la aproveché".

La baja de Borda por acumulación de amonestaciones presenta una nueva opción para formar parte del once inicial en un escenario marcado para la cantera albiazul. Allí debutó y marcó Fidel en un choque recordado por todos. Bonaque no lo olvida y, por ello, desea que "la misma suerte que Fidel cuando debutó allí. Primero tengo que ir convocado de nuevo y luego ya veremos".

Deja la elección en manos del técnico Álvaro Cervera, aunque defiende sus opciones porque "cada futbolista tiene unas características diferentes. A mí me gusta tocar la pelota con tranquilidad".

El defensor se muestra tranquilo por lo que significa el salto de categoría, si bien reconoce que "hay un cambio muy grande. Hay nervios antes del partido pero en el campo se te quita todo, aunque al final por el cansancio se nota". Nada de ello le preocupa frente al Córdoba, pese a que lo define como "muy fuerte en su casa. Nosotros sabemos hacer las cosas y cual es nuestro nivel". Más pendiente está de la evolución de su compañero Manolo Martínez, cuya presencia considera necesaria porque "es el jefe de la defensa que sería muy bueno que se recuperase".