Carolina Marín se sincera en El Hormiguero: "En el vestuario dije que ya estaba bien de luchar"

La onubense pasó por el programa de Pablo Motos, cuya audiencia sobrepasó los 5 millones de espectadores únicos

Carolina Marín estará esta noche en El Hormiguero

Carolina Marín triunfa en El Hormiguero / S. H.

Carolina Marín, una de las mejores deportistas españolas de la historia, pasó este miércoles por El Hormiguero, el programa más visto de la parrilla televisiva y que contó con más de 5 millones de espectadores únicos, para hablar sobre su lesión y cómo está siendo el proceso después de quedarse a las puertas de conseguir una nueva medalla de oro olímpica en París.

La onubense comentó al respecto que "jugando al nivel que estaba jugando en cuartos de final y en semifinales hasta el momento de mi lesión yo sabía que la medalla de oro hubiera sido mía". Sin embargo, reconoció que "fue increíble la empatía que la gente sintió ese día. Si hubiera ganado la medalla de oro habria sido normal, pero en este caso se ha dado mas valor a las lesiones anteriores que he tenido que superar".

En un momento de sinceridad, teniendo en cuenta el historial previo, confesó que en el vestuario veía el final de su carrera: "En ese momento dije: este es mi final. He superado dos lesiones y la pérdida de mi papá. Ahí dije que ya estaba bien de luchar".

Carolina Marín, que sacará un documental sobre su carrera en Movistar +, reveló que "ahora en frío mi gran ilusión es volver a coger una raqueta de bádminton. Hay una posibilidad que me encantaría. En 2026 España va a acoger el campeonato de europa. A mi me haria muchisima ilusión que se hiciera en Huelva y poder jugar allí".

La jugadora onubense contó que "ha sido la peor vez que me he roto la rodilla" y que el hecho de tener que ser dependiente con la lesión "lo llevo mal".

Sin embargo, admitió que no le ha dado tiempo a aburrirse. Desde que se mudó al Centro de Alto Rendimiento de Madrid con 14 años, "era la primera vez que pasaba más de una semana con mi familia". Sobre qué es lo que le ronda la cabeza en estos momentos, la volantista solo piensa "en disfrutar cada momento. Si voy a Huelva disfrutar con mi familia, en Madrid de cada entrenamiento y así".

Por último, manifestó que en el vestuario apagó el teléfono móvil y no volvió a mirarlo hasta después de la operación. A partir de ese momento, "lo tenia que cargar cada dos por tres porque de tantos mensajes se me iba descargando la batería. Yo no me esperaba tantos ni si hubiera ganado la medalla de oro".

Uno de los mensajes que más ilusión le hizo fue el de Rafa Nadal, de quien la onubense siempre se ha considerado una fiel admiradora. "Yo con tantos mensajes estaba en modo automático contestando sistemáticamente con educación. Hasta que en uno de los audios al final decía 'soy Rafa Nadal'. A partir de ahí reconocí su voz y me caía una lágrima en cada palabra". "Rafa ha superado tantas cosas y es de admirar. Yo con lo que mas me quedo no solo lo que ha ganado, que es el mejor, sino con la persona", finalizó.

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