Carolina Marín vive "una de las semanas más increíbles de mi vida" en la que recogerá el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024

Carolina Marín vivirá este viernes uno de los momentos más importantes de su carrera cuando recoja el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024. La onubense publicaba en su perfil de Instagram que se encontraba "de camino a una de las semanas más increíbles de mi vida". Así será, la volantista ya está en Oviedo para vivir una experiencia inolvidable.

Marín, que ha sido capaz de acabar con la hegemonía asiática en este deporte, ha sido reconocida con el galardón por sus méritos deportivos y también por ser un "ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores, dentro y fuera de la pista".

Tras ofrecer esta tarde una rueda de prensa, la onubense, conocida por el espíritu de superación demostrado ante las lesiones, participará este miércoles en Oviedo en un acto con alumnado de 5º y 6º de Primaria, de ESO y 1º de Bachillerato, y después se trasladará a Gijón para mantener un encuentro con el deporte asturiano y el público general, moderado por Javier López, periodista de TVE especializado en bádminton, en el que se mostrarán los aspectos clave de su trayectoria deportiva y los retos a los que se enfrenta tras París 2024.

Como ganadora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes toma el relevo del atleta keniano Eliud Kipchoge, bicampeón olímpico en maratón. Marín recibirá el galardón el próximo viernes en una ceremonia que los reyes de España, acompañados de la princesa Leonor y de la infanta Sofía, presidirán en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Este miércoles, en una rueda de prensa tras su llegada a Oviendo, aseguró que se encuentra "muy feliz" de recibir el galardón porque le "reconforta" tras la grave lesión sufrida en los JJ.OO. de París, para la que aún necesita tiempo, además admitió que la lesión ha marcado un "punto importante" en su vida y en su carrera deportiva.

Afirmó que "todavía" necesita tiempo, y que no tiene "ninguna prisa" después de que en el primer momento quisiera "colgar la raqueta". La jugadora, que señaló que una vez pasa el tiempo y reflexiona ve las cosas de "otra manera", reconoció que le daría "mucha pena" que la lesión le retirase de una pista, lo que tratará de evitar volviendo a entrenar para poder retirarse en una cancha.

Marín se mostró "muy contenta y feliz" de poder estar en Oviedo, un momento que esperaba durante varios meses, desde el primer minuto en el que le dijeron que iba a ser proclamada ganadora del premio Princesa de Asturias de los Deportes, algo que "soñaba desde hace ya varios años". Se mostró "fundamentalmente agradecida" por este "gran reconocimiento" a toda su carrera deportiva, un camino en el que "las medallas son muy bonitas", si bien se queda con "todo ese esfuerzo, sacrificio, mucho trabajo y también muchas renuncias que hay detrás para conseguir grandes recompensas, medallas y sueños".

"Me queda una semana muy bonita por delante", afirmó la onubense tras el recibimiento "increíble" que ha tenido en Oviedo: "Nunca" podré olvidar el momento cuando he salido a las puertas del hotel y han empezado a sonar las gaitas. Así que muchísimas gracias a todos".

La campeona olímpica en Río 2016, medalla de oro en tres mundiales y en siete europeos, confesó sentirse "muy feliz", sobre todo porque el Princesa de los Deportes haya reconocido todo lo que ha hecho durante su vida, en la que "gracias al deporte" he logrado "muchas cosas", "grandes sueños que, quizás en España, era algo totalmente impensable en un deporte que nadie conocía, en el que de repente una chica empieza a ganar grandes cosas".

"Es un premio ya no solamente a mi persona, sino sobre todo también a mi deporte. Haber hecho que en todo el país se hable de bádminton, se sepa lo que es, y mucho más importante, que incluso también lo quiera practicar mucha gente". Tras recordar que en sus inicios participó en varios torneos en Asturias, señaló que le hace "especial ilusión" regresar porque le hace recordar muchas cosas de su infancia.

Sobre la grave lesión de rodilla que sufrió en los JJOO de París cuando estaba a punto de clasificarse para la final olímpica, afirmó que de "todo momento difícil o negativo" siempre intenta sacar "algo positivo", y una de las cosas positivas de ese percance ha sido "poder pasar tiempo en casa con la familia", tras marcharse con 14 años, y desde entonces no haber podido pasar en todos estos años "más de una semana con ellos".

Marín citó a su familia, especialmente a su madre, que la acompañaba en la sala de prensa, y a su equipo de trabajo como el "motor de impulso" en la etapa en la que lo ha pasado "muy mal" porque "no ha sido fácil salir de donde estaba" hasta llegar al día de hoy, en el que tras "reflexionar" ve "otra perspectiva".

A su juicio, era "totalmente impensable" que una chica española pudiera dominar en un deporte "tan asiático", por lo que haber roto esa barrera y haber ganado "tiene su mérito", y el Premio Princesa de los Deportes "reconoce todo el mérito que hay detrás en un país como España, en un deporte totalmente desconocido y muy minoritario".

La andaluza defendió la importancia de que un deportista "disfrute lo que haga" en sus inicios en la actividad que practique, y llamó la atención sobre la importancia de contar con un referente nacional, que en su caso "obviamente" no existía, mientras que la actualidad los niños "pueden tener esa suerte" al contar con ella, destacando los valores que demuestra "tanto dentro de la vista como fuera".

Respecto a las principales cualidades que precisa reunir un jugador de bádminton de alto nivel, mencionó "mucha velocidad, cambios de ritmo, resistencia, y un poco de fuerza", necesaria para "expulsar el volante hacia donde quieres mandarlo en la pista".

En relación a la ayuda que aportan los psicólogos a los deportistas, Marín contó que trabaja desde los 15 años con estos profesionales, a los que se encuentra "muy agradecida" porque siempre le han cogido de la mano y le han llevado para adelante".