"Estamos muy felices por haber entrado en la historia"

José Manuel Sierra Méndez (Moguer, 21 de mayo de 1978) se encuentra ya en el Olimpo de los deportistas onubenses que han tocado la gloria. El meta moguereño (34 años, 1,90 de altura y 90 kilos de peso) se proclamó el domingo campeón del mundo de balonmano, tras una final memorable en la que España barrió a Dinamarca (35-19), siendo el único representante andaluz en la cita. Fue el jugador más valioso en el partido de cuartos de final ante Alemania, y ha sido el quinto mejor del torneo en cuanto a paradas, con casi un 40% de lanzamientos detenidos.

Se formó en el Pedro Alonso Niño de Moguer, desde donde pasó al FC Barcelona; tras cuatro años en el club azulgrana pasó al Valladolid, donde estuvo en dos etapas (con un paréntesis en el Ciudad Real, en la campaña 2003/04); y este año ha emigrado al Paris Saint Germain de Francia.

Con la selección lleva camino de las 100 internacionalidades, pues a las 87 que tiene ahora seguro que hay que sumar muchas más en los próximos años. Además, ha sido Onubense del Año en la pasada edición del certamen que organiza Huelva Información.

-Pocos jugadores españoles pueden presumir de tener un Mundial en su palmarés.

-La verdad es que es algo único, estamos todos muy felices por haber entrado en la historia.

-Su palmarés impresiona (5 Ligas, 5 Copas del Rey, 3 Supercopas de España, 3 Copas Asobal, 4 Copas de Europa, una Recopa y 3 Supercopas de Europa, entre otros títulos), pero un Mundial tiene que ser algo especial.

-Claro, es el mayor éxito en mi trayectoria deportiva; con la selección sólo había conseguido los Juegos del Mediterráneo de 2005 en Almería, y el año pasado nos quedamos a las puertas de las medallas (4º) en el Europeo de Serbia. Ganar un Mundial es algo muy muy grande, por encima sólo están unos Juegos Olímpicos.

-En cuartos ante Alemania el pabellón coreó su nombre y fue declarado mejor jugador del partido. Un recuerdo imborrable.

-Ese día estaba muy feliz, tanto por la victoria como por haber ayudado a los compañeros. Antes de empezar el campeonato sabíamos que el grupo era lo más importante, nadie destacaba sobre nadie, y todos hemos aportado. El buen ambiente que hay en la selección ayuda al éxito.

-¿Dónde ha estado la clave del éxito de España?

-Tenemos una seña de identidad que es la defensa y el contragolpe, y el equipo ha estado genial en esas facetas. Antes del torneo el oro era un sueño, teníamos el deseo de conquistar la medalla que se nos había negado en el Europeo y hemos cumplido con creces.

-Teniendo en cuenta que Hombrados se retiró con 40 años y que Sterbik tiene 33 y usted 34, España tiene la portería bien cubierta para muchos años.

-Espero que sí, los dos estamos contentos con el Mundial que hemos hecho, trabajamos bien y lo importante es que la portería mantenga este nivel.

-Su experiencia y sus reflejos le convierten en toda una garantía.

-La veteranía te la da la edad, y los reflejos es cuestión de mucho trabajo, porque empecé a jugar a los 8 años y desde niño estoy centrado en el balonmano.

-¿Qué puede suponer este éxito para el balonmano español?

-Sabíamos que este Mundial podía suponer un paso adelante; nosotros hemos cumplido con creces y ahora le toca a los dirigentes vender bien el producto.