El golf, una valiosa lección de vida
Yago Horno reconoció un error a la hora de contar los golpes y lo notificó a la Federación para pedir que le retirasen el trofeo "Fue el escenario perfecto para que mi hijo aprendiese"
"El golf es una valiosísima escuela para la vida, para la sociedad, una verdadera educación para la ciudadanía: enseña desde saludar hasta ser paciente. Enseña a cumplir normas, reglas de etiqueta y a seguir un orden, a ser puntual, a estar quieto y guardar silencio cuando corresponde. Enseña a ser recto y justo, a autorregularse y ser honrado con los rivales y con uno mismo y, por supuesto, a llevar las cuentas".
Con estas palabras encabeza una carta abierta que en su perfil de Facebook escribió el lunes, 14 de marzo, el onubense Joaquín Pérez, padre de uno de los compañeros del joven golfista de tan solo 7 años Yago Horno Mateo, tras conocer que éste había escrito una carta a la Real Federación Andaluza de Golf (RFGA) para solicitar que le fuese retirado el trofeo ganado en un torneo puntuable para el Campeonato de España benjamín al darse cuenta que había cometido un error en su cómputo de golpes.
Una noticia que en pocas horas dio la vuelta no solo a España, sino a medio mundo, como aún "muy sorprendido" ha reconocido casi una semana después a este periódico el padre del protagonista de la misma, Kostka Horno.
Y es que para Kostka Horno, natural de Zaragoza pero residente en Ayamonte, donde es gerente del campo de golf y del hotel de Isla Canela, además de presidente de la Asociación de Campos de Golf de la provincia de Huelva, el hecho protagonizado por su hijo "es más habitual en el mundo del golf de lo que parece", y por eso "no entiendo aún del todo" la repercusión mediática de la noticia.
El sábado 12 de marzo, en un torneo organizado por la RFGA en el club de Isla Canela Golf, Yago Horno fue declarado vencedor gracias a una tarjeta de 50 golpes pero, al llegar a casa, advirtió un error en el recuento, pues en realidad había necesitado un golpe más para completar el recorrido.
El joven jugador, que recibe clases en la escuela de Juan Agüera (Isla Canela), decidió entonces escribir una carta a la RFGA en la que explicó el error y su deseo de renunciar al trofeo "para que se lo deis a mis compañeros que se lo merecen", señala la misiva.
"Mi padre me dijo que firmar una tarjeta por error con menos golpes es descalificación", relató en su manuscrito el niño, quien añadió haber "aprendido que hay que revisar los resultados antes de firmar la tarjeta".
El progenitor del menor ha reconocido que "desde un principio me lo tomé como el escenario perfecto para que mi hijo aprendiese una dura lección". Una lección de "honradez" de la que salió "airoso" tras considerar que adoptó "la decisión correcta". Un hecho que para Kostka Horno "puede ayudar al chico cuando tenga que enfrentarse a las difíciles decisiones que nos plantea la vida".
Horno hace hincapié en que la lección fue "muy dura" porque su hijo tras adoptar la decisión "se ha quedado muy dolido". No en vano, prosigue, quedó descalificado de una vuelta clasificatoria para el Campeonato de España, lo cual "ha sido muy impactante para él" ya que "hay que tener en cuenta que se trata de un niño de tan solo 7 años que acaba de aprender una importante lección de vida a través de un deporte como el golf".
El pequeño Yago, al igual que su hermano de 9 años (Kostka como su padre), juega al golf desde que tienen "uso de razón". Y es que según asegura su propio padre entre bromas, "ambos nacieron con un palo de golf en las manos debido a mi trabajo", y por ello "siempre he intentado transmitirles los valores positivos de este deporte, que son muchísimos".
Como padre afirma sentirse "muy orgulloso" por la decisión adoptada por el pequeño, y atribuye la trascendencia y la repercusión mediática que ha adquirido el asunto a la "necesidad de noticias alegres, agradables y positivas que tiene la sociedad frente a tanta información negativa sobre corrupción o sucesos".
También ha mostrado su "preocupación" porque nuestra sociedad "tiene un problema" cuando "algo que debería ser totalmente normal adquiere tal relevancia e interés". Finalmente, también se muestra convencido de que "mucho ha tenido que ver en la decisión de su hijo las clases de golf que recibe de su profesor Juan Agüera, quien lleva ya más de dos décadas al frente de la Escuela de Golf de Isla Canela, y quien ha asegurado a Huelva Información que, además de enseñar a jugar al golf, uno de sus principales objetivos es inculcar a sus alumnos "el comportamiento correcto, los valores positivos, el respeto y el compañerismo que debe primer por encima de todo en un campo de golf". Y es que según concluye la carta de Joaquín Pérez, el padre del compañero de Yago, "la educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo".
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