Javi Montaner, leyenda del Ciudad de Huelva: "El baloncesto ha sido mi psicólogo"

El eterno capitán hace un repaso de su trayectoria con Huelva Información y se muestra dispuesto a "ayudar en lo que pueda" a sus casi 44 años

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Javier Montaner posa para Huelva Información con algunas de las camisetas que ha vestido en su carrera.
Javier Montaner posa para Huelva Información con algunas de las camisetas que ha vestido en su carrera. / Josué Correa

Hay jugadores a los que se les asocia con un equipo, y hay equipos a los que se les asocia con un jugador. Es el binomio perfecto entre Javier Montaner y el Ciudad de Huelva, que han sellado su compromiso a seguir juntos un año más. El eterno capitán del club recuerda con Huelva Información cómo ha sido su camino en el mundo del baloncesto hasta el día de hoy, del que se lleva el recuerdo de "ser respetado por compañeros, rivales, entrenadores o árbitros".

Dicha travesía comienza a mediados de los años ochenta, en el colegio de su barrio, el CEIP García Lorca. "La verdad que, no sé por qué, pero hubo mucho boom con el baloncesto y allí lo que se jugaba era baloncesto. Tengo la suerte de que hoy en día sigo compartiendo ratos con mis compañeros del Anystar, con los que empecé, que eran todos mucho más mayores que yo. Y fueron los que me hicieron también ir progresando y ser mejor jugador. Porque para jugar con ellos, que eran los buenos allí del barrio, tenías que esforzarte mucho y tener mucho nivel".

El base comenzó a destacar desde edades bien tempranas, llegando a ser convocado con la Selección Andaluza de baloncesto. Tras pasar por la cantera del antiguo Monte-Huelva, jugó en Los Maristas la etapa de cadetes y junior de primer año. Fue en esa época de juniors cuando el Ciudad de Huelva retoma la cantera y le llega la oportunidad incluso de hacer la pretemporada con el primer equipo, recién ascendido a la ACB: "Hice la pretemporada junto con Antonio Gómez (actual director deportivo del club). Para nosotros fue una experiencia increíble compartir y hacer algunos viajes de pretemporada con el equipo, estando en la ACB".

Montaner posa con una de las camisetas retro del club.
Montaner posa con una de las camisetas retro del club. / Josué Correa

De hecho, Montaner llegó a debutar en la máxima categoría del baloncesto nacional. Una serie de carambolas le llevó a jugar en el Andrés Estrada ante miles de personas: "En mi caso, tengo la 'suerte' de que, por un lado, el fichaje estrella de aquella época, que era Alejandro Montecchia, base argentino bastante bueno, rompió el contrato y se fue de Huelva. Además, Miguel Ángel Vilchez se lesiona en uno de esos entrenamientos y me toca jugar en el Estrada contra el Caja San Fernando, un equipo puntero de aquella época". "Lo recuerdo de manera increíble. El pabellón lleno, ganamos, la gente gritándome 'torero, torero', porque tuve unas pinceladas de las mías, y fue un momento bastante emotivo", añade entre risas.

Periplo lejos de Huelva

Después de unos años ofreciendo su magia particular y repartiendo juego, decide emprender rumbo a Santiago de Compostela. Concretamente al CB Rosalía de Castro de Santiago de Compostela, que militaba en LEB Plata por aquel entonces. "Lo decido porque aquí no fueron claros conmigo en ese año, a pesar de que había sido una de mis mejores temporadas, y una vez que ya está empezado el verano, me dicen que no quieren contar conmigo". Según Montaner, decide decantarse por el conjunto gallego "porque podía vivir la experiencia de vivir fuera de casa, justo había acabado la carrera ese año".

No duró mucho la aventura por tierras gallegas. El onubense, a diferencia de otros compañeros, no se veía "jugando cada año en una ciudad diferente de España" y decide retornar mucho más cerca de casa. "Me sale la oportunidad de comenzar unas prácticas en una entidad financiera y poder seguir jugando en Lepe, que tenía un buen equipo en Liga EBA. Juego bastantes años en Lepe con muchos de los que son hoy en día mis amigos y también una buena experiencia", destaca.

Como suele pasar en muchos otros clubes, los problemas económicos comenzaron a aflorar y decide marcharse de nuevo a la capital. Pero no al Ciudad de Huelva. Tras recibir una llamada de Javier Rodríguez Walls, decide recalar en el Enrique Benítez junto con Gonzalo Ávila, José Rojas y el propio Antonio Gómez: "Decidimos los cuatro amigos juntarnos en Huelva y jugar en Las Américas. Estuve dos años, conseguimos uno de ellos ganar la liga y el ascenso a Liga EBA".

Un segundo año lastrado por las lesiones, una de ellas una fascitis plantar, sumado al nacimiento de su segunda hija, le obligaron a colgar las botas con 33 años. "Apenas podía entrenar, pero no podía dejar al equipo tirado. Una vez acaba ya llega un momento que hay que priorizar, y bueno, estaba claro que lo primero era atender a mi familia, y por eso decido colgar las botas", cuenta.

Vuelta al Ciudad de Huelva

Cuatro años más tarde, en 2018, pasa por un momento complicado a nivel personal y decide refugiarse en el baloncesto. El Ciudad de Huelva, ya con Antonio Gómez en la dirección deportiva, le abrió las puertas de par en par: "Hablé con Pedro Vadillo (entrenador), se unió mi amigo Germán y empecé a entrenar con las chavales. Simplemente lo usé a modo de psicólogo. Me ayudó bastante a pasar ese mal momento, por eso estoy tan agradecido", expresa.

El resto es historia. El Ciudad de Huelva comenzó a crecer de manera exponencial hasta conseguir el ascenso a Liga EBA y, la temporada pasada, a LEB Plata. El jugador onubense que para él estos años han sido los más felices: "Mi hija Marina va a cumplir 12 años y Marta ya tiene 10. Ellas se sienten ya parte de la familia. Inculcarles a ellas que ven como su padre tiene el respeto de compañeros, rivales, entrenadores o árbitros creo que son valores importantes y me alegro que lo estén recibiendo".

Montaner, toda una leyenda del baloncesto onubense.
Montaner, toda una leyenda del baloncesto onubense. / Josué Correa

Montaner reconoce que este hecho ha sido fundamental a la hora de continuar un año más: "Yo lo primero hablo con ellas, porque también hay veces que les quito un poco de tiempo, pero ellas son las primeras que me lo piden, que les gusta venir muchas veces a los partidos". "Evidentemente la decisión es de Íñigo y Antonio, pero Íñigo fue el primero que me dijo que contaba conmigo para lo que quisiera. Siempre he dicho que lo doy todo y disfruto de cada minuto que me da Íñigo no en cada partido sino en cada entrenamiento", manifiesta.

A sus casi 44 años, consciente de que el físico ya no es el mismo de antes, trabaja incansablemente para llegar en las mejores condiciones posibles a la nueva temporada que se presenta. Él mismo reconoce que inmediatamente una semana después de perder en Zamora "ya estaba en el gimnasio". Aunque no puede comprometerse por motivos laborales como el resto de sus compañeros, Montaner intenta "aportar lo que yo puedo. Íñigo lo valora mucho y me lo pidió el año pasado como este que por su parte cuenta conmigo y yo simplemente tengo que agradecérselo tanto a él como Antonio en la dirección deportiva", revela.

Por último, el eterno capitán del Ciudad de Huelva quiso mandar un mensaje a su afición en una temporada que promete ser ilusionante: "Queremos seguir creciendo todos juntos, tanto el equipo en esta Segunda FEB como el club, la cantera y la afición igual. Nuestro objetivo tiene que ser dar un pasito más, por un lado conseguir que venga más gente al pabellón, que se diviertan y que el equipo le corresponda dándole espectáculo", finaliza. Con personas como Javier Montaner, el pasado, presente y futuro del baloncesto en Huelva está asegurado.

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