Una marea albiazul que nunca falla

Cinco meses después, de nuevo tocó sufrir. Los albiazules visitaron el Romero Cuerda en abril para jugarse media permanencia. Era la jornada 33. Faltaban cinco para el final. Ayer lo hicieron en la quinta curiosamente. Entonces llegó el Decano amparado por cientos de onubenses que asumieron como una gran final el choque. Ayer el duelo carecía de esa trascendencia, lo que hizo que la presencia albiazul fuese menor. Alrededor de un centenar de seguidores en el Romero Cuerda y entre ellos el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que acompañó como un aficionado más al Decano. El primer edil onubense sufrió como cualquier seguidor desde el palco de autoridades. Como lo hizo Edu Moya y su familia, que aprovecharon la cercanía con Monesterio para presenciar el choque. Fue un duelo de rostros conocidos como Zamora o el ex técnico Manolo Zambrano, también en las gradas. Todos ellos volvieron cabizbajos ante una pésima imagen albiazul.

Del frío inesperado y la lluvia de entonces al intenso calor que ayer de nuevo sorprendió a los albiazules. Hasta la superficie cambió. Del campo duro y rudo de entonces a la alfombra de la que se beneficiaron ayer los dos equipos. Nada sirvió para que el desenlace fuese idéntico.