La pesadilla del onubense Joselito llega a su fin: ya es libre tras firmar por el Peruggia
Firma hasta 2027 con el club italiano y volverá a sentirse futbolista tras más de un año sin jugar
La odisea del onubense Joselito en el Hellas Verona
El onubense Joselito, cerca de poner fin a su estancia en el Hellas Verona
José Antonio Gómez Márquez, más conocido futbolísticamente como Joselito, ha puesto fin a un auténtico calvario que empezó hace aproximadamente cuatro años en el Hellas Verona, club que lo fichó en 2020 desde el Coria cuando apenas tenía 16 años de edad. El onubense, uno de los talentos más precoces que han salido de la cantera del Recreativo de Huelva, volverá a sentirse futbolista tras firmar con el Peruggia de la Serie C italiana.
No ha sido fácil. Hasta el último momento su anterior club ha puesto trabas a su salida, la cual impedía firmar por un equipo de superior categoría a la Serie C, lo que en España equivaldría a la Primera Federación, aunque en el país transalpino sí es profesional. El Peruggia ha apostado por sus servicios en este mercado de invierno, consciente del potencial de un futbolista que pese a llevar más de un año en blanco por temas meramente extradeportivos sigue llamando la atención de clubes de todo el fútbol europeo.
Todo comenzó cuando Joselito y su familia se mudan a Italia para vivir el sueño de todo niño: ser futbolista profesional. No obstante, el primer año de su estancia en Verona se lo pasó en blanco. Problemas entre el club y su antigua agencia de representación lo dejan una temporada entera sin competir. Al año siguiente, en la 21/22, empieza a jugar en Liga Primavera, una competición cerrada de filiales de equipos de Serie A y Serie B muy seguida en Italia. Su buen hacer en el centro del campo llama la atención de grandes clubes del panorama nacional: caso de Roma, Inter o Juventus.
Los aficionados comienzan a pedir a gritos el ascenso de Joselito al primer equipo. Y se lo prometen. La idea es que el onubense esté durante la temporada 22/23 entrenando con ellos y, cuando no vaya convocado, baje al filial. Es ahí cuando le renuevan. Aunque la intención del club es hacerlo por cuatro temporadas, Joselito acepta un contrato de dos años -22/23 y 23/24- más otros dos opcionales, debido a una situación de compraventa que estaba viviendo el Hellas en ese momento. De nuevo, completa una gran temporada con el equipo Primavera. Incluso va convocado en cinco ocasiones con el primer equipo, el cual militaba en la máxima categoría del fútbol italiano.
Vuelven los problemas
Las buenas actuaciones de Joselito hacen que el club le quiera renovar los dos años restantes. Rechaza ofertas de clubes como el Empoli. Había firmado con una conocida agencia de representación nada más terminar el curso pasado, por lo que todo hacía presagiar que el jugador podría centrarse de una vez en lo meramente deportivo. No obstante, es a partir de ese momento cuando vuelven los inconvenientes con el club.
Joselito comienza la presente temporada afianzado en el primer equipo. El problema recae cuando antes del cierre del mercado de verano, otros clubes se interesan en el jugador. Sin ir más lejos, Hellas y Torino acuerdan un traspaso por un millón de euros y un 15 por ciento de futura venta. A escasos minutos del cierre definitivo, el Hellas Verona cambia las condiciones pidiendo cantidades superiores a las acordadas.
Harto de la situación, de nuevo sin competir, la premisa era clara: salir del Hellas Verona en invierno. Ofertas no le faltaron. Ramón Planes, director deportivo del Real Betis, fue el más interesado en hacerse con sus servicios. Cuando ya tenían todas las condiciones acordadas, Arabia Saudí se llevó al propio Planes y abandonó la entidad heliopolitana. La operación, por tanto, debía pasar de nuevo por las manos de la que a efectos oficiales era aún su agencia.
Viendo que la opción de ir al Betis se desvanecía por una cuestión de mala praxis, el centrocampista onubense consideró la opción de ir al Fortuna Sittard holandés. Sin éxito. De nuevo sus representantes mandaron al traste la operación, anteponiendo otros futbolistas antes que él. Viendo que la contratación de la agencia no daba resultados a la hora de salir, opta por depositar su confianza en su abogado personal para que ejerza como representante. Quedaban muy pocos días para el cierre del mercado invernal.
En ese compás de espera aparece el Vitória Guimarães, actual quinto clasificado en la liga portuguesa. Último día de mercado -en Portugal finaliza un día antes de lo habitual-. Con todos los documentos firmados por ambas partes, ahora es el Hellas Verona quien no deposita los documentos a tiempo en la federación. La pesadilla continuaba. Por tercer mercado consecutivo, Joselito no podía salir de Italia. Tampoco lo hizo el pasado verano.
Durante todo este tiempo ha estado entrenando en solitario, sin participar en las dinámicas de grupo y prácticamente apartado de la plantilla. Una odisea que llegó a su fin en el momento en el que el Hellas cambió de propietario, el cual accedió a dejar libre a un futbolista que con tan solo 20 años ha conocido la peor cara del fútbol y que a partir de ahora tiene toda la carrera por delante para hacer realidad aquella promesa que despuntó en Tercera División con tan solo 15 años.
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