Descubre la Marcha del Contrabandista (Barrancos-Encinasola)
Esta marcha surgió oficialmente hace ya más de veinte años y es un homenaje a la vida de antes, a la vida del campo y a la necesidad que convierte en audaces a las personas que, contraviniendo normas y leyes, hacen del extraperlo y del bandolerismo una forma de vida.
Nuestros pueblos se encuentran situados en una zona que, desde hace siglos o miles de años, es frontera entre regiones, entre reinos, entre países; esto da un atractivo histórico, cultural y social único, que unido a la red de caminos que une la Sierra de Aracena en Andalucía, las dehesas y la Sierra del Sur de Extremadura y el Alentejo portugués, y que comunican parajes y lugares de alto valor paisajístico, proporciona un descubrimiento del mundo natural, etnográfico y gastronómico enormemente atractivo.
Esta marcha surgió oficialmente hace ya más de veinte años y es un homenaje a la vida de antes, a la vida del campo y a la necesidad que convierte en audaces a las personas que, contraviniendo normas y leyes, hacen del extraperlo y del bandolerismo una forma de vida.
Es una marcha con recorridos diferentes y alternativos; este año partiremos de la localidad portuguesa de Barrancos y por la Cañada de la Villa entraremos en España dirigiéndonos al antiguo Cuartel de Carabineros, hoy convertido en Aula de la Naturaleza.
Desde allí avanzaremos por las veredas de la trocha de Enmedio y la de Barrancos a Cumbres, en dirección a las ruinas de la antigua Ermita de san Pedro; Llegamos así a la huerta y al pilar y abrevadero de San Pedro, dejando a un lado una antigua mina y el pozo de fundición, cistas en lo alto de la Sierra Herrera y tumbas medievales en la proximidad de la Ermita de San Pedro.
Esta Ermita fue lugar, hace ya casi mil años, de encuentros y pactos entre los embajadores plenipontenciarios castellanos y portugueses; más adelante, antes de la partición de la Contienda, supuso enfrentamientos entre Aroche y Encinasola por su propiedad y sus imágenes.
Bajamos por un camino de la finca municipal La Contienda de Encinasola, pasando por la Casa del Guarda y luego por los parajes de Las Viñitas y el Sumidero, antes de llegar al Puente Viejo de Valquemado que, en el Camino de la Contienda, era el paso para personas y para el ganado que se controlaba en el Corral del Cuento, al lado de la casa del Sumidero. Justo estaríamos en el paraje conocido como Rincón de Juan Martínez, que allá por 1200, hacía pagar un peaje a los vecinos de Cumbres de San Bartolomé en su paso a los barrancos, donde el alcaide de Noudar les había permitido instalarse, cuando huían de los fuertes impuestos de su alcaide.
Pasado el Puente de Valquemado dejamos la Contienda y seguimos por este camino (Colada del Camino de la Contienda) buscando el Puerto de Buena Vista. Pero antes de continuar es necesario dar algunas explicaciones del recorrido.
Tras pasar San Pedro, solemos hacer varias rutas alternativas que conducen también al puerto de Buena Vista y que lo que engrandecen en riqueza paisajística de flora y fauna, y lo hacen también en el nivel de dificultad y de riesgo, siendo lugares por los que el contrabandista, conocedor como nadie de los pasos por estas sierras, solía tomar para evitar perder su carga de café en manos de las autoridades que perseguían esta actividad.Solemos proponer dos recorridos alternativos:
- La ruta que baja por el barranco de San pedro, por antiguas trochas casi perdidas que únicamente jabatos y ciervos recorren en la actualidad. Pasamos por la fuente de Tío Cristo (sus aguas se usaban como medicina para el dolor de barriga y otras afecciones, por los pastores que en otros tiempos mantenían pequeños rebaños de cabras u ovejas en La Contienda). Por esta ruta bajamos hasta el arroyo Valquemado por una zona de encinas, acebuche, lentisco, madroños... y, llegados al río, subimos por su ribera entre chopos, eucaliptos de gran porte, mimbreras y fresnos;es un arroyo de aguas cristalinas en las que en primavera y verano aún encontramos el barbo, la boga y la pardilla. Subimos hacia el camino de la Contienda para dirigirnos al Puerto de Buena Vista.
- La segunda ruta nos encamina también, entre jaras y encinas, y pasando por La Hoya del Brezal, al arroyo Valquemado, que atravesamos por un enorme tronco de eucalipto que hace ya más de treinta años dejó una gran riada que lo convirtió en puente natural y nosotros mejoramos para posibilitar el paso. Desde allí nos encaminamos también al Puerto de Buena vista.
Los diferentes grupos, si los hubiere, se encuentran en el puerto ya indicado, subiendo una tremenda cuesta del antiguo camino y entrando en un paso labrado en la roca hace cientos de años por la mano humana. Desde aquí bajamos por el camino buscando el Puente de los Cabriles, que como una maravilla arquitectónica insertada en el bosque de galería de la rivera, durante siglos, permitía el paso a la finca comunal de los vecinos.
En sus alrededores encontramos la Fuente de los Molineros, la Fuente de la Zahurda y la casa de piedra de esta misma finca, huertos y socavones o galerías excavadas en la ladera de los montes para la extracción de agua, también una antigua noria de las que eran movidas por las bestias, con una entrada de escalones de piedra casi verticales y muy estrecha; en sus cercanías se encuentra también un conducto aéreo que servía para llevar el agua a las huertas.
Antes de llegar al puente, pasamos por encima de un socavón de mina que atraviesa el camino y entra en el monte, ahora está totalmente cubierto de zarza y antaño sirvió para las aventuras de algunos jóvenes atrevidos. Ya en el puente, el paisaje se muestra esplendido y el Múrtigas llena el bosque de galería con los molinos harineros cubiertos de arena y piedras de las crecidas del río; la Presa de Llagas, magnífica más arriba, reconstruida hace unos siglos para el uso molinero y aún conservando en sus laterales la construcción más antigua, posiblemente romana, con el rumor impertérrito de su catarata de agua, y creando una sinfonía maravillosa uniéndose a los pájaros cantores de la rivera y al susurro de los álamos, chopos y mimbreras...Seguimos el camino dirección al puerto de los Señoritos donde se ubicaba un sepulcro megalítico (dolmen) que fue destruido en las primeras décadas del siglo pasado, encontrándose aún sus restos en Sevilla.
Desde allí vemos, al norte la caída del Chorro de la Contienda, el arroyo conocido como Chorrero; alsur dejamos ya Los Cabriles y el Múrtigas; al oeste queda el paraje de Valdelosajos y la Huerta del Laurel; al este el Solano de la Piedra Luenga(una referencia a un menhir) y más abajo la umbría de Maifrío.Subimos la gran cuesta, muy deteriorada por las últimas lluvias torrenciales, y llegamos a las inmediaciones de la Ermita de Roca Amador, desde donde se divisa Encinasola con sus dos fuertes en los extremos, la iglesia de San Andrés y las ruínas de la Torre de Homenaje del Castillo de Encinasola, en el centro.
Ahora encontramos la trifurcación de caminos que nos llevan al casco urbano de la población, alguno de ellos da a las traseras, a los corrales de las casas y era el más adecuado para los contrabandistas que, con su carga, intentaban dar el último paso para llega al pueblo; otros ni siquiera entraban pues su recorrido sería más largo y llegaría a otras localidades vecinas.
Entraremos por el camino del Pilar y pasando por el Pilar Abrevadero de Acá y después por la fuente de La cobijá, atravesando con extremos cuidado la carretera llegamos a la calle cuyo nombre hace referencia al contrabando (Cuesta del Contrabandista), subimos hacia el Ensanche y después a la Plaza Mayor donde nos esperan las migas de San Andrés.
Feria de San Andrés
Con motivo de estos festejos, el Ayuntamiento de Encinasola ha programado esta marcha el próximo sábado, 27 de noviembre en la localidad.
Más información en el teléfono del Ayuntamiento: 959 714 054
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