Playa de Nuevo Portil, donde pinos y enebros se funden con el mar

La playa de Nuevo Portil (Cartaya) es uno de los tesoros de la Costa de Huelva. Con una extensión de 5 km de litoral, rodeado de pinos y enebros, es el lugar elegido por quienes buscan el relax y el descanso.

Esta playa paradisíaca, con arenas doradas y aguas tranquilas, está situada bajo un acantilado con inigualables vistas al Atlántico. Y es que su privilegiada ubicación es uno de los principales reclamos.

Quizás lo más atractivo de esta zona es que hasta hace poco ha sido una playa virgen sin urbanizar. Es por eso, que hoy en día, pese al avance de las nuevas urbanizaciones alrededor, sigue estando entre las playas menos masificadas de la Costa onubense. De hecho, está considera como una de las zonas menos visitadas en Andalucía.

Es también un destino ideal para los amantes del deporte. Entre sus estructuras deportivas, Nuevo Portil ofrece un campo de Golf de 18 hoyos, así como otro de 36 hoyos, una Marina y un club deportivo en la vecina playa de El Rompido.

Igualmente, los aficionados a las actividades acuáticas encuentran en esta playa diversidad de opciones. Es habitual ver a personas practicando deportes como el kitesurf o el paddle surf. En la zona se pueden encontrar empresas que ofrecen alquiler de material, así como cursos y rutas para todos los públicos. Una de ellas es Flecha Extreme.

Aunque, sin duda, uno de los planes estrella para toda la familia es cruzar en barca a la playa virgen de la Flecha de El Rompido. Esta travesía puede hacerse en trasbordadores como el de Flechamar.

Un entorno inigualable

La Flecha de El Rompido, entre las localidades de Cartaya y Lepe, se localiza en el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido. Esta reserva natural se extiende en paralelo a la desembocadura del río Piedras, donde los aportes de materiales provenientes del cauce fluvial, junto con la influencia de las mareas, han dado origen a un paisaje único compuesto por un sistema de marismas y una particular formación arenosa, de unos doce kilómetros, paralela a la costa y denominada flecha litoral.