Dos cascadas escondidas de Huelva para descubrir en enero

En nuestra sierra podemos encontrar paraísos escondidos llenos de belleza tras una ruta senderista. Como estas dos preciosas cascadas que son dignas de admirar mientras recorres senderos.

Estos oasis acuáticos a los que se puede ir y volver en el mismo día, se convierten en un plan alternativo en la montaña. Y es que en Huelva contamos con una infinidad de bonitos parajes naturales.

Muchos de estos entornos se encuentran en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Y ahora, en invierno, podemos aprovechar y visitar estos lugares, para muchos desconocidos y, sobre todo, ver sus estas mágicas cascadas, algunas de ellas muy caudalosas.

Charco Malo (Cortelazor)

Una cascada entre piedras que se queda grabada en la retina del caminante para los restos. Desde que se llega a la parte del arroyo hasta que se llega a la cascada habrá pasado aproximadamente un kilómetro. No hay que tener prisa en volver solo disfrutar de la naturaleza y el silencio del agua cayendo por las pétreas paredes hacia el profundo charco y posterior arroyo.

Chorros de Joyarancón (Santa Ana la Real)

Esta es la cascada más alta de la Sierra de Aracena. Se encuentra en un entorno natural de una belleza singular, uno de los puntos naturales que este verano no puedes perderte. En épocas de lluvia el salto de agua se encuentra en todo su esplendor, cuenta con más de 15 metros de altura. Es un plan perfecto para disfrutar de la naturaleza y sentir la tranquilidad que da el agua.