La familia de Lepe que se ha hecho viral por probar “la comida más asquerosa del mundo”
Isabel María, una tiktoker lepera que se dio a conocer el año pasado por comer “ratitas” ahora se ha hecho viral por probar junto a su familia y pareja la considerada como la comida más asquerosa del mundo: “Sabe a mierda”, “Pensaba que era cosa de la gente”. Acumula ya casi 6 millones de visualizaciones
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Isabel María, una tiktoker lepera que se dio a conocer el año pasado por comer las típicas “ratitas” de Huelva, ahora se ha hecho viral por comer la considerada como la comida más asquerosa del mundo: “Qué peste, huele a peo podrío”.
Se trata del Surströmming, una especialidad de la gastronomía hecha de pescado fermentado considerada allí una delicia. El surströmming se hizo famoso hace unos años cuando diversos perfiles de Instagram y Tiktok descubrieron este “manjar” de Suecia que se vende en latas, y al ser abiertas liberan un olor fuerte y fétido.
Ahora se ha hecho viral en Huelva, a través de la tiktoker Isabel María, una joven lepera que se hizo muy popular el pasado año al mostrar las ratitas, una comida de pescado seco muy conocida en Huelva, y especialmente en nuestra costa. A la gente de fuera de nuestra provincia le resultó muy llamativo el nombre, y como no, el aspecto.
Ahora esta lepera se ha vuelto a hacer popular en Tiktok por un vídeo que ha compartido junto a su familia y su pareja, en el que han querido probar el famoso surströming, aunque finalmente solo se ha atrevido el padre, mientras sus hijos miraban estupefactos.
“Yo no voy a vomitar” decía Isabel María al presentar la lata que le había llegado del suculento alimento nórdico, aunque poco después parece que le costó bastante no hacerlo. “Qué peste, huele a peo podrío” decía uno de los hermanos. Los vídeos del proceso se han hecho virales, acumulando entre todos casi 6 millones de visualizaciones.
Aunque la tiktoker se quería animar a comerlo, finalmente, solo el padre y suegro de los jóvenes se atrevió a probarlo: “Esto ni es pescao ni es ná, es solo espinas”, ante la mirada y los gritos de los jóvenes. “¿A qué sabe?”, “A mierda”. Isabel María fue rozarlo y automáticamente soltarlo.
”Acompáñame a tirar el sustromi”, así ha acabado la lata sueca. Isabel María asegura que pensaba que era cosa de la gente, pero la asquerosidad era real “Que vuelvan las mascarillas por favor”.
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