Se acerca la temporada de gurumelos en Huelva
Uno de los manjares que da la tierra de la provincia de Huelva
El Portichuelo, templo de la cocina tradicional de Huelva
Estamos ante la seta endémica de la zona central, oeste de Andalucía y norte de Marruecos. Se encuentra en las sierras de Sevilla, Huelva, sur de Badajoz, Alentejo portugués y reina la gastronomía onubense, donde es más numerosa, ya que se considera la seta mas exquisita por gran número de onubenses.
Es una de las setas con más recetas y formas de condimentar de nuestra provincia, por varios motivos:
Tiene una carne exquisita y apreciada; presenta un olor peculiar y tiene un sabor excelente.
Se trata de una seta que en estadios juveniles se presenta cerrada como una patata y cuando envejece presenta un sombrero al principio semiesférico, después convexo y finalmente plano, que oscila entre los siete y los quince centímetros, de cutícula separable y color que varía del blanco al rosado, al pelarlo o al envejecer; el sombrero presenta dos placas superiores y restos de la valva.
Presenta numerosas láminas, espesas, apretadas, blancas con laménulas, aristas con pelitos que sudan agua y que acaban mas oscuras.
Esporas blancas, ligeramente elípticas, lisas e inmutables (amiloidales).
Su pie es robusto, corto, cilíndrico y bulboso en su base, de color blanco que se vuelve rosado al pelarlo, con anillo blanco harinoso y su valva es grande, membranosa desprendida de la tierra.
Su carne, ¿cómo se puede describir una delicia? Es compacta, densa, blanca que pasa a rosada con nada, con sabor dulce y olor característico, con un leve toque de suelo, muy agradable.
Su hábitat es semienterrado en suelos pobres, pizarrosos y secos, jarales, bosques de encinas y monte bajo diverso. Pueden ser difíciles de ver al principio (huevos de gurumelo) antes de salir, solo se ve una leve grieta en el suelo y se recolectan con un pincho especial haciendo palanca y que marca un sonido hueco cuando está la seta.
Son setas de primavera entre febrero y abril y su abundancia está muy ligada a los ciclos de lluvia del otoño y a los días fríos de sol.
Son comestibles, con una gran variedad de formas de cocinarlos y de recetas, con una gran aceptación en todos los pueblos de nuestra provincia y alrededores, se comercializa en nuestros mercados y es poco frecuente que se exporten fuera, dada la gran demanda que hay de ellos en temporada.
En su época de mayor profusión, en el Mercado del Carmen en Huelva capital, es tal su abundancia que hay zonas en las que solo huele a gurumelo, ¡una delicia!
Son levemente tóxicos y de difícil digestión, hay personas que no pueden ingerirlos porque les producen reacciones alérgicas, por ello es conveniente ser moderado en su consumo.
Su confusión con otras setas venenosas del mismo género es posible, aunque si las conoces no hay problema. En caso contrario es crítico y vital comprarlas en el mercado o que las certifique un experto, pues, sobre todo, en forma de patata se puede confundir con Amanitas verneas con consecuencias fatales.
Su cocina es amplia y muy variada:
- Calderetas de venado y gurumelos
- Arroces con gurumelos.
- Guisos de habas con gurumelos a la manera de Huelva.
- Tortillas de espárragos con gurumelos.
- Potajes de garbanzos con gurumelos
- Rellenos: gallina rellena con gurumelos.
- Plancha: cazoletas de gurumelos con aceite y sal.
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