En Huelva no tenemos a Willy Wonka pero tenemos la 'Richard Chocolat Factory'
Con chocolate artesanal con ingredientes ecológicos para todos los gustos. Sin azúcar refinado, en esta fábrica tienen chocolates aptos para diabéticos, intolerancias alimentarias o veganos.
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¿Te acuerdas de Charlie y la fábrica de chocolate? Pues en Huelva tenemos a nuestro propio Charlie y su fábrica y se llama Esther Richard. O, mejor dicho, se llaman Esther y Juan. En la calle Tenerías del turístico municipio de Aracena se localiza ésta, la única fábrica de chocolate de Huelva. Única en su especie y el paraíso de los golosos.
Por un lado está Esther Richardson, gerente de la fábrica que lleva su nombre y una amante de la alimentación saludable en constante formación. Richardson tiene estudios de herboristería y nutrición, así como un profundo conocimiento de la combinación de alimentos, donde radica el éxito de esta fábrica: la mezcla perfecta de los ingredientes. Por otro, el chef y chocolatier Juan León, con años de experiencia en el apasionante mundo del chocolate y formado junto a varios maestros chocolateros del mundo. Juntos forman el tándem perfecto y gestionan esta Bean to Bar (del grano a la tableta) en el centro histórico del municipio aracenense.
En Richard Chocolat Factory se elaboran los chocolates artesanales más exclusivos de la provincia. Partiendo del grano de cacao, de todos los orígenes, crean chocolates personalizados según gustos y necesidades con ingredientes considerados superalimentos como: cúrcuma, baobab, lúcuma o proteína de cáñamo.
Esther y Juan preparan chocolates para todos los gustos, incluso aptos para personas con intolerancias alimentarias, celíacos, diabéticos o veganos. Chocolate blanco con maíz frito, 100 % cacao, exóticos como el baobab, chocolate con leche dorada vegano y un sinfín más, todos ellos con algo en común, que saben al verdadero chocolate artesano.
Otro de los puntos importantes de esta fábrica es su apuesta por el comercio justo. Los granos de cacao de los chocolates de esta fábrica provienen de distintos países del mundo, y Esther se asegura de que a cada uno de los productores les llegue un precio justo. Para ello, en la medida de lo posible, elimina intermediarios comprando directamente o a través de plataformas de comercio justo.
Tal es el éxito de esta empresa que en este momento están trasladando la fábrica al local donde tienen la tienda. “Para la nueva temporada tendremos algunas sorpresas como chocolate bebible”, revela Esther Richardson a este periódico. Aunque la fábrica no será visitable, planean abrir grandes cristaleras para que los visitantes puedan ver en directo el proceso de elaboración de este delicioso chocolate.
La factoría del chocolate está a pocos metros de la Gruta de las Maravillas y los antiguos lavaderos, de modo que la escapada a la sierra te puede salir redonda. Si no encuentras el local, déjate guiar por tu olfato. El aroma a cacao que desprende es el mejor ambientador que podría tener cualquier tienda.
Añade esta parada a tu ruta y llévate un dulce recuerdo de Aracena.
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