El curioso origen del nombre de Encinasola, el pueblo más alejado de Huelva

Existe una leyenda que cuenta de dónde proviene el nombre de este pueblo del norte onubense, un municipio lleno de historias y mitos que primitivamente tenía otro nombre. ¿Lo conocías?

El bello pueblo de Encinasola, ubicado a 97 kilómetros de distancia de la capital, en un lugar estratégico como es entre Extremadura, Andalucía y el Alentejo portugués, es multiculturalidad pura. En el lí­mite de la frontera con Badajoz, y situada en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, conforma un paisaje de extraordinaria belleza y atractivo.

La historia de Encinasola está llena de leyendas y mitos. Y una de las más llamativas es el origen de su nombre, que proviene de un árbol solitario en el que, según cuenta la leyenda, se reuní­an los contrabandistas fronterizos. Otros estudios más fehacientes indican que Encinasola tiene un origen medieval, de la época de la reconquista, y es la referencia a una azinheira (encina en portugués), que se encontraba en el lugar de Encinasola, destruida en la guerra entre reinos después de la reconquista, y disputada por Sevilla y Moura.

También existe otra leyenda sobre el que era su nombre primitivo, una teoría popular basada en unos apuntes históricos de hace 150 años, donde aseguran que su nombre era Mons Ariorum, traducido al castellano como Montes Claros. Y este nombre hace referencia a la batalla de Villaviciosa, también llamada Batalla de Montes Claros, que se libró el 17 de junio de 1665, en Montes Claros, cerca de Villaviciosa (en portugués Vila Viçosa, cerca de Borba), Portugal, entre portugueses y españoles. Pero Montes Claros es tan solo el nombre de una calle de Encinasola, que proviene de la batalla indicada.

Además de la Encinasola de Huelva, hay otras repartidas por España: Encinasola de los Comendadores y Encinasola de las Minayas, nombres de sendos municipios en Salamanca, y Encinasola Palanquillas, en Toledo. Con otro adjetivo distinto se hallan Encinacorba, en Zaragoza, o Encinacaída, en Ciudad Real. No dejan de resultar de interés los compuestos Valdencina, en Madrid, y sobre todo Fuentelencina e Hiendelaencina como denominaciones de sendos municipios de Guadalajara.