La macabra capilla cubierta de huesos humanos a un paso de Huelva
Cráneos, vértebras y restos de piernas y brazos decoran las paredes de la capilla de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, a poco más de una hora de la capital onubense.
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Por delante, la preciosa Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, o Igreja de Nossa Senhora do Carmo; por detrás, una macabra capilla revestida de huesos humanos (Capela dos Ossos) pertenecientes a los monjes Carmelitas que en su día sirvieron a la iglesia de Carmo.
La majestuosa iglesia, financiada (y decorada en su interior) con oro brasileño, cuenta con dos altos campanarios gemelos y se construyó en 1719, durante el reinado de Joao V. Pero el terremoto de Lisboa en 1755 derruyó parte gran parte del edificio teniendo que reconstruirla en el estilo barroco durante el siglo XVIII.
Con su imponente fachada y el fresco interior con altares adornados con intricadas tallas, la Igreja do Carmo se combina a la perfección con la Capela dos Ossos para ofrecer uno de los mayores espectáculos turísticos de Faro.
Miles de turistas acuden a la capilla instalada en una pequeña construcción encalada a la espalda de la iglesia principal, donde la inscripción "Pára aqui a considerar que a este estado hás-de-chegar", te da la bienvenida.
A pesar de su pequeño tamaño, alberga 1.245 calaveras. En ella descansan más de mil esqueletos de los Carmelitas, cuyos huesos recubren toda la superficie haciendo macabros patrones geométricos. Los monjes fueron exhumados en 1816 porque el cementerio habría sobrepasado su capacidad. Es posible que este hecho te parezca algo terrorífico, pero lo cierto es que en aquel entonces exhumar huesos de sus tumbas por llegar a la capacidad máxima era una práctica muy común.
Tras pagar la entrada, accederás al recinto pasando por la sacristía, y luego al patio trasero de la iglesia. Este patio fue, originalmente, el cementerio del que se exhumaron los huesos de los monjes. Existe un pequeño altar, también decorado con huesos y cráneos, pero en peores condiciones de conservación.
Es inevitable que en este escenario se cree una atmósfera algo tétrica, sin embargo, si lo visitas entre semana comprobarás que ese aspecto queda mitigado por el sonido de los niños que juegan en una guardería al otro lado de la capilla.
La capilla de los huesos está abierta de lunes a viernes de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:30. Sábados de 10:00 a 13:00 y domingos está cerrada. Su precio es de 2 € y la visita general dura, aproximadamente, unos 20 minutos.
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