Las 6 mágicas aldeas de Aracena que te robarán el corazón este otoño
Aracena es uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Su Gruta de las Maravilla, el Castillo, su legado patrimonial y su riqueza natural lo convierten en un destino obligado en tu visita a la provincia con más horas de sol de España.
Pero no solo esta localidad está envuelta en una luz especial. Aracena está formada por 6 aldeas con un carácter especial, que conservan la tradición y la belleza de lo auténtico, regalando a los visitantes el más puro sabor de antaño.
Estas son las 6 aldeas de Aracena que tienes que conocer.
Carboneras
En el antiguo camino hacia Extremadura, se erigió esta aldea de origen medieval, cuyo nombre deriva de la actividad que realizaban sus antiguos pobladores. Al igual que el resto de las aldeas de Aracena destaca por un urbanismo que se adapta a la orografía de una zona montañosa por donde discurre el barranco de Carboneras. Cuenta con calles empredradas y casas encaladas que contrastan con el rojo de las tejas árabes.
La iglesia de San Antonio Abad es el edificio más emblemático de su patrimonio cultural. De estilo mudéjar fue construida en dos momentos. A finales del siglo XV se alzó el pórtico y los dos primeros tramos de la nave, con arcos apuntados, y en el siglo XVI se realizó una ampliación concluyéndose la nave y el presbiterio.
Castañuelo
unto al barranco, del mismo nombre que la aldea, se ubica esta pequeña población, cuyas casas, que alternan el blanco de la cal y la piedra, se escalonan por la orografía del terreno. Destaca su arquitectura popular y su urbanismo, característico de la Sierra de Aracena, además de los molinos de rodezno y las presas.
En el plano etnográfico hay que señalar las tradiciones ancestrales y la artesanía pastoril. El origen de la aldea hay que buscarlo en las repoblaciones medievales.
De su patrimonio cultural hay que destacar el conjunto arqueológico de “El Castañuelo” con poblamiento de la Edad del Bronce y Protohistórico que está declarado Bien de Interés Cultural.
Corterrangel
Es una de las las aldeas de Aracena más pequeñas y tranquilas, donde el único sonido que se escucha, es el de la propia naturaleza. Destaca su caserío, con calles estrechas y empedradas, y sus casas blancas, adornadas con macetas, que conforman la arquitectura típica de esta pequeña población.
De origen medieval, se encuentra situada a tan solo nueve kilómetros de Aracena y se accede a ella por una carretera donde destaca el paisaje de dehesas que conforma el valle de la Ribera de Huelva.
De su patrimonio cultural destacan su urbanismo y la arquitectura popular, así como la iglesia de Ntra. Señora de la Esperanza, construida en el siglo XVI por el célebre arquitecto Hernán Ruiz II.
Esta aldea se localiza a unos tres kilómetros de Aracena. Aunque existen asentamientos de época romana en su entorno, su origen hay que que situarlo durante la Edad Media. Se erigió en el antiguo camino que conducía hacia Sevilla y su nombre proviene del diminutivo del término galaico-leonés xabugo/sabugo que designa a una planta, el sauco.
Se caracteriza por un paisaje de dehesa donde resalta la arquitectura popular de casas blancas y calles empedradas. La iglesia de Nuestra Señora del Rosario es su principal elemento patrimonial. Este templo presenta una única nave con arcos transversales. Fue edificado en el siglo XVIII sobre un podium que salva la fuerte pendiente de la calle donde se ubica. En su exterior destaca la portada de estilo neoclásico. Conserva tradicionales lavaderos en la plaza principal.
La Umbría
El nombre de La Umbría o lugar sombrío, proviene de su ubicación, en un valle junto al cerro Castillejos. Su entorno natural se caracteriza por dehesas de encinas y alcornoques. Es un ejemplo del poblamiento disperso que se originó durante la repoblación medieval del término de Aracena, al igual que el resto de las aldeas.
El primitivo núcleo se erigió en torno a la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua. Este edificio mudéjar fue construido entre los siglos XV y XVI. Destaca su fachada principal, con portada de ladrillos con decoración mudéjar de alfiz y arcos ciegos. Su planta es de una sola nave con arcos transversales y el ábside está decorado con una serie de pinturas murales del siglo XVIII.
Valdezufre
El caserío blanco de Valdezufre destaca entre una dehesa de encinas y alcornoques. En su entorno hay asentamientos romanos pero esta aldea se fundó durante el siglo XV en el camino que comunicaba Aracena con Sevilla, que actualmente se ha convertido en la carretera nacional 433. En torno a esta vía de comunicación la población fue creciendo, caracterizando a su urbanismo.
De su patrimonio cultural destaca la ermita de Santa Marina, situada a unos dos kilómetros de la población. Este templo es la iglesia más interesante de las existentes del periodo de la repoblación medieval en el término de Aracena. Se construyó entre los siglos XIV y XV. Su portada principal es de estilo gótico-mudéjar. Posee pórtico, tres naves con arcos transversales y ábside cuadrangular.
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