La panadería de Huelva que es la favorita de chefs y reposteros onubenses

Era estudiante de la escuela de hostelería cuando mi profesor, Jesús Raposo, me llevó a conocer lapanadería de su pueblo, en Almonte, situada a media camino entre el Rocío y la propia localidad. Me sorprendió la forma de trabajar el pan, a mano, con mimo, con paciencia y, sobretodo, con honestidad.

Esa fue la primera vez que probé los Roscos Almonteños y las regañás del Horno Martín Naranjo, desde entonces me fascinaron. La primera visita la hizo Carlos, uno de los dos hermanos que lo regenta actualmente. Posteriormente, mi interés por este producto milenario me llevo a conocer mejor su trabajo y a tener largas charlas tanto con Carlos cómo con su hermano y el otro propietario, Juan Francisco.

Tienen unos productos exquisitos, en ello he coincidido con numerosos colegas. Como anécdota, una vez pregunté hasta a 14 chefs y reposteros de la provincia cuales eran sus panaderías favoritas, salieron muchos nombres de buenos templos onubenses del pan, Nuestra señora de las Mercedes, Gran Vía, Pan Salvaje, La Molinilla... Pero de los 14, si 13 me mencionaron a Martín Naranjo. Por algo será.

En su obrador elaboran uno de los panes propios almonteños, el pan Bazo, guardianes de un patrimonio culinario, empezado dos generaciones atrás de sus actuales propietarios.

En la parte delantera del obrador, cuentan con una venta a la cual he ido sin avisar muchas veces y, sin duda alguna, han estado a la altura. Allí vi una y otra vez la honestidad de los hermanos Martín Naranjo. Es muy fácil si saben que va alguien que pueda ser crítico, estar preparado, pero ir sin avisar y superar las expectativas, tanto el pan como la comida, sin duda por la Venta Martín Naranjo y sus productos de panadería, merece la pena ir.

Para mí, es una parada obligada cuando voy a Matalascañas o al Rocío.