Un paseo por la Huelva más ‘british’
Patrimonio
Edificios públicos y privados, obras de ingeniería industrial, costumbres y prácticas deportivas conforman parte del legado del paso de los ingleses por la provincia
Mucho antes de que los ingleses cayeran rendidos ante las extensas playas de arena blanca, el excelente clima y la inigualable gastronomía de la provincia de Huelva, sus antepasados ya habían oído hablar de este lugar, gracias a lo relatado por algunos de sus conciudadanos que hicieron de este bello rincón de una entonces desconocida España su residencia habitual.
Eran finales del siglo XIX, y Gran Bretaña, gracias a sus vastos imperios coloniales, se había transformado en la mayor potencia económica mundial.
En ese tiempo, concretamente en 1873, la compañía Rio Tinto Company Limited logró la adjudicación de derechos de explotación de los yacimientos de Minas de Riotinto. Hasta la provincia se trasladaron numerosos británicos, donde permanecieron varias décadas dejando buena parte de su impronta en pueblos y ciudades. Hoy día ese legado inglés sigue presente, al penetrar en lo más profundo del territorio y la sociedad onubense.
Edificios públicos y privados, calles, obras de ingeniería industrial, cementerios, costumbres y prácticas deportivas y hasta una intrigante historia de la Segunda Guerra Mundial llevan el sello de su paso.
En este sentido, se propone una interesante ruta por algunos de estos lugares que, a buen seguro, sumergen al visitante en un fascinante viaje por este pasado.
Esta propuesta se inicia en la ciudad de Huelva, en la Casa Colón, actualmente auditorio, centro de exposiciones y sede del Festival de Cine Iberoamericano. Fue inaugurada en 1883 como Hotel Colón, concebido para alojar a los directivos de las compañías británicas que operaban en la cuenca minera. Fue en su momento uno de los mejores hoteles de Europa. Como anécdota, apuntar que en este establecimiento se instaló la primera pista de tenis de España, allá por el año 1886.
La siguiente parada de este itinerario lleva hasta el Muelle de Tharsis, elemento simbólico de Huelva, y una excelente muestra del diseño y la tecnología de vanguardia europea de finales del siglo XIX en materia de ingeniería civil.
Ubicado en el corazón de la ría, puede admirarse desde distintos puntos de la ciudad. La instalación se inauguró en febrero de 1871 y se cerró en 1992, comenzando entonces un lento proceso de deterioro y progresivo desguace hasta que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996.
Le sucede a esta interesante obra de ingeniería civil, otra de similares características: el muelle cargadero de mineral de la compañía Río Tinto. Construido a finales del siglo XX sobre el Odiel, por George Barclay y Thomas Gibson, conformaba el eslabón final de la línea de ferrocarril entre Riotinto y Huelva. En su momento supuso un gran avance en la construcción en hierro, ya que era de influencia arquitectónica a la escuela de Eiffel. Disponía de un sofisticado sistema que permitía entrar vagones de tren con el material y su posterior carga en los barcos.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2003, ofrece unas vistas maravillosas del entorno de las marismas.
Una parada obligada en este paseo por el legado inglés en la ciudad de Huelva es su Barrio Reina Victoria o Barrio Obrero, declarado Conjunto Histórico, en su momento se destinó a los empleados de la compañía, ya que la mayoría de sus directivos vivían en el Hotel Colón.
Este recorrido ha de pasar inexorablemente por la tumba de William Martin, el hombre que nunca existió, pero que tuvo el poder de cambiar el rumbo de la II Guerra Mundial (1939-1945). Y lo hizo desde Huelva. William Martin es la identidad falsa que se le otorgó al cadáver lanzado el 30 de abril de 1943 en la playa de La Bota para engañar a Hitler sobre los planes de los aliados respecto a Sicilia.
La película ‘Operation Mincemeat’ -’El arma del engaño’ en español- recoge esta historia de espías y desinformación, que a su vez está basada en el ‘bestseller’ de Ben Macintyre, titulado ‘El hombre que nunca existió: operación Carne Picada’.
Por otro lado, y ya fuera de la ciudad de Huelva, en el municipio de Minas de Riotinto, hoy en día, se pueden visitar las antiguas minas y descubrir su historia a través de museos y recorridos temáticos. Además, se encuentra el barrio inglés de Bella Vista, construido para dar alojamiento a los trabajadores. Contaba con su propio club inglés, pistas deportivas, una capilla anglicana o un cementerio.
Valverde del Camino también dispone de un tesoro minero, ubicado en la antigua casa residencial de John Cresswell, director de la United Alkali Company Limited, que entre 1912 y 1913 levantó este edificio que hoy es el Museo Casa Dirección, el inmueble más representativo del conjunto arquitectónico inglés en la localidad.
Y, en esta selección del legado inglés en Huelva no podía faltar Punta Umbría, donde a partir de 1896, se convirtió en el lugar elegido por los ingleses para el relax y el descanso. Aquí, levantaron casas de madera sobre pilotes muy cerca del mar. Hoy, la Casa de los Ingleses es un centro de interpretación, cuyo objetivo es recuperar parte de la vida de esa Punta Umbría de finales y principios del siglo XX relacionada con la presencia británica y el legado que dejaron en el municipio.
No hay duda de que recorrer estos lugares ayudará a descubrir o redescubrir un tiempo en que la historia de Huelva fue industrial, minera y británica.
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