La "pequeña Lisboa" existe y está al lado de este pueblo de Huelva
Dos bellas localidades se alzan una frente a la otra y a muy poca distancia, pero una está en España y la otra en Portugal. Descubre la tranquilidad y la elegancia de esta villa portuguesa que mira a uno de nuestros pueblos más bonitos
El bonito pueblo portugués convertido en hotel que está a dos horas de Huelva
El conjunto fortificado más grande del mundo se encuentra a poco más de una hora de Huelva
Uno de los Belenes más grandes de la península ibérica está a un paso de Huelva
Junto a la desembocadura del río Guadiana se alzan dos localidades que, a pesar de estar situadas al lado una de la otra, tienen cada una su carácter propio y diferenciado, y no es solo porque ambas pertenezcan a países distintos, cada una tiene su singularidad.
Mientras que Ayamonte es un pueblo marinero de Huelva lleno de vida que recibe un goteo constante de visitantes por su belleza, playas y gastronomía, Vila Real de Santo António, en Portugal destaca por su tranquilidad, elegancia y una arquitectura que recuerda a su capital, Lisboa.
El periódico digital EsDiario recomienda una escapada para empaparse de estos dos destinos separados solo por dos kilómetros de agua y que se comunican por el Puente Internacional del Guadiana, o por su ferry, que por un precio simbólico de 2,30 euros comunica ambas poblaciones a través de las aguas de este río.
La "pequeña Lisboa"
Vila Real de Santo António es un diamante en bruto del sobre saturado Portugal, al que viajan en masa turistas de todas partes de Europa, especialmente desde Reino Unido. Una raya en el agua que, por supuesto, recibe visitantes, pero tiene ese halo de quietud y calma de un pequeño pueblo que tiene todo el encanto pero que vive bien sin la necesidad de la masificación turística.
El estilo de esta localidad portuguesa, que se encuentra rodeada de naturaleza salvaje y mira de frente a Ayamonte, es sobrio y sus calles encaladas recuerdan a Lisboa. De hecho, a principios del siglo XX, fue el epicentro del Algarve por abrir entonces el primer hotel cinco estrellas de la región, el mítico Grand House. Además, aún existe, pues fue abierto en el año 2018 y mantiene toda su esencia los años 20's.
Su centro neurálgico que no te puedes perder es la plaza del Marqués de Pombal, una zona de tránsito preciosa con locales de restauración y tiendas de todo tipo a su alrededor.
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