El único trozo de tierra que crece cada año en España está en la Costa de Huelva

En este lugar único de la Costa de Huelva se puede apreciar el azul intenso del mar, playas vírgenes, paisajes marismeños, estuarios, sistemas dunares...

El único trozo de tierra que crece cada año en España está en la Costa de Huelva
El único trozo de tierra que crece cada año en España está en la Costa de Huelva / H.I.

Esta lengua de arena de 12 kilómetros de longitud que se extiende por la desembocadura del río Piedras, pertenece a Lepe y crece a un ritmo de 30 metros al año.

Es un pequeño trozo de tierra de alto valor ecológico, pero también económico puesto que actúa como un importante polo de atracción turístico por su singularidad en el litoral onubense.

"En la flecha se puede apreciar el azul intenso del mar, playas vírgenes, paisajes marismeños, estuarios, sistemas dunares...", cuentan desde el portal de viajes 'Vive Andalucía'.

El paraje natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido es uno de los pocos enclaves andaluces con playas vírgenes. Con especies únicas, un serpenteo de marismas y senderos que penetran en bosques de pino piñonero, permiten al visitante disfrutar de la naturaleza en estado puro.

En la marisma existe vegetación adaptada a medios salinos, como las praderas de espartina marítima, almajos, verdolaga marina, limoniastrun, limoniun y brezo de mar. En las dunas de la barra litoral la vegetación es la propia de suelos arenosos no consolidados, habiendo presencia de oruga de mar, junquillo, cardo marítimo y azucena de mar.

Flecha del Rompido
Flecha del Rompido / H.I.

Se trata de un área muy buena para la invernada y paso de la espátula común e importante zona para la reproducción, invernada y paso de muchas aves limícolas y otras especies de zonas húmedas. Entre las sedentarias se pueden observar la cigüeña blanca y el aguilucho cenizo, y entre las migradoras que se reproducen en este espacio se encuentran el aguilucho lagunero y la garcilla bueyera. También se pueden observar aves limícolas como el inconfundible ostrero, con su plumaje blanco y negro que contrasta con sus patas rosadas, y el llamativo pato colorado, que tiene en esta zona su cuartel de invierno. También es posible contemplar el pesado vuelo de los cormoranes y a diversas especies de gaviotas.

Además de servir de protección costera contra los azotes del Océano Atlántico, la vegetación cobija interesantes especies como el camaleón.

Al recorrer el sendero que se adentra en la Flecha del Rompido se comprueba la vital importancia de este cinturón de dunas formado sobre sedimentos litorales. Además de por la riqueza natural, el visitante quedará cautivado por el elevado valor paisajístico de este paraje. La horizontalidad que presenta, junto con el predominio de colores de tonalidades suaves, hacen de él un lugar de inigualable belleza.

A caballo entre las localidades de Cartaya y Lepe, estas localidades presentan un rico patrimonio monumental al que se suman las bondades de las playas de El Rompido, donde el visitante podrá disfrutar de una amplia oferta en deportes náuticos, recorridos fluviales, pesca deportiva, cursos de buceo y windsurfing.

Otros lugares de interés son la playa de La Culata, El Puerto del Terrón o la playa de Nueva Umbría.

Flecha del Rompido
Flecha del Rompido / H.I.
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