Una ruta en la Sierra para toda la familia: así es el sendero de las casas de los Tres Cerditos
Una ruta en la Sierra para toda la familia: así es el sendero de las casas de los Tres Cerditos / Manu R. Macarro
R.H.

24 de octubre 2022 - 07:13

El sendero de los tres cerditos es uno de los más famosos del país. Y no es para menos. No existe ninguna otra localidad española donde la belleza de un parque natural como el de Aracena se funda con la magia de un cuento universal que cautiva a niños y mayores.

Es por ello que en plena época otoñal, cuando el senderismo y los paseos en la naturaleza se convierten en el plan perfecto, los principales medios de turismo se hacen eco de esta singular ruta.

El periódico publico.es ha dedicado un artículo en exclusiva a este sendero lleno de encanto y al pueblo de Jabugo, sede de la Denominación de Origen Protegida del "mejor jamón del mundo".

"Pero tres cerdos onubenses decidieron que su vida era más preciada que servir de delicatesen exquisita a los ávidos humanos y se establecieron de forma definitiva en el entorno de Jabugo. Pero no solo debían protegerse de los humanos, sino también del lobo feroz que también vive y caza por estos lares", recoge la publicación.

Son 6 kilómetros de un sendero circular que se recorre en algo más de tres horas. Pero, atención, pese a que el firme está en buen estado cuenta con algunas cuestas dignas de mención, sobre todo en la última parte del recorrido. Así que prepárate para echarte a los niños al hombro si es menester. Así mismo también hay que tener cuidado porque hay que cruzar una carretera para acceder a la parte final del sendero.

La ruta de los tres cerditos

Lo primero de todo. La ruta está marcada en la página web del Ayuntamiento de Jabugo como una "ruta familiar". ¿Qué es ideal para ir en familia? Pues en principio, por los ingredientes de cuento que reúne, sí. En esta ruta se visitarán las 3 casas de los Tres Cerditos del cuento. Pero no es llana y el perfil de la ruta es una maravillosa U, que es fruto de una bajada con una hermosa y gran pendiente, y de una posterior subida correspondiente a desandar lo andado previamente en descenso. El llaneo llegaría justo en la tercera de las casitas de nuestra ruta. Pero no anticipemos nada.

Empezamos por lo primero. ¿Cómo llegamos? Pues si se sale desde Sevilla tendremos que ir en dirección Portugal por la Carretera Nacional 433. Pasaremos pueblos como El Garrobo, Valdeflores, Arroyo de la Plata, Higuera de la Sierra, Aracena, Galaroza y después, y tan solo a unos kilómetros, nuestro destino: Jabugo.

Es ideal buscar el aparcamiento municipal gratuito para aparcar en la Barriada de San Miguel, pero como tiene pocas plazas, se puede aparcar en cualquier parte del pueblo.

Una vez aparcados debemos buscar la plaza principal del pueblo: la Plaza del Jamón, enclavada en pleno centro del pueblo serrano. Desde aquí será donde vamos a empezar esta ruta.

Plaza del Jamón con la Iglesia de San Miguel Al fondo, y el Ayuntamiento a la derecha
Plaza del Jamón con la Iglesia de San Miguel Al fondo, y el Ayuntamiento a la derecha / Manu R. Macarro

Desde aquí vamos a tomar la dirección contraria de la plaza a la de la Iglesia al Ayuntamiento, para tomar la calle La fuente. Desde aquí iremos recto hasta confluir con la Plaza de la Constitución. Nos encontraremos aquí con un bonito auditorio público utilizado para fiestas populares en la localidad al aire libre.

La Plaza de la Constitución con el Auditorio Público de Jabugo
La Plaza de la Constitución con el Auditorio Público de Jabugo

Desde aquí vamos a andar un centenar de metros para encontrarnos con una calle de frente, Calle España, y otra a la izquierda, un caminito rural con un tablero que indica la ruta que vamos a seguir.

Letrero con la ruta
Letrero con la ruta / Manu R. Macarro

Evidentemente, tomamos el camino izquierdo como hemos podido suponer. Se trata de la ruta Jabugo-Los Romeros- El Repilado, que une Jabugo con el Repilado. En esta ocasión iremos por este sendero durante un total de 6 kilómetros y medio en ida y vuelta.

Empezamos nuestra ruta
Empezamos nuestra ruta / Manu R. Macarro

A unos 800 metros desde que hemos empezado la ruta en la Plaza del Jamón ya nos encontraremos con la primera de las casas de los Tres Cerditos, la casa de ladrillo, la que según el cuento clásico no fue capaz de tirar el lobo, pues el ávido, trabajador y constante tercero de los hermanos porcinos construyó y permitió salvar a los tres guarros (si están en Jabugo seguro que eran de pezuña negra, color oscuro y casi pelirrojo al sol).

La casa de construcción, primera de las casas en el camino
La casa de construcción, primera de las casas en el camino / Manu R. Macarro

Tras la casa de ladrillos y obra del cerdo más previsor pasaremos por debajo de un túnel.

Túnel por el que pasaremos para seguir la ruta
Túnel por el que pasaremos para seguir la ruta

A unos cien metros desde aquí llegaremos a una carretera. Concurrida. Muchísimo cuidado aquí. Hay que realizar un cruce por la misma para reencontrarnos con la ruta.

La carretera por la que se cruza
La carretera por la que se cruza / Manu R. Macarro

Una vez al otro lado lo que viene ahora vendrá sin llaneo, ni tregua. Todo cuesta abajo hasta alcanzar el kilómetro 3 y algo con el que volveremos hacia atrás en la búsqueda del pueblo de nuevo.

Advertencia: si veis que no va a ser posible realizar la subida de vuelta posteriormente, estáis a tiempo de recular. Se necesita una mínima preparación para adultos y niños para poder realizarla sin problemas, y también gorras, crema contra el sol y abundante líquido para una hidratación correcta.

Empieza lo bueno
Empieza lo bueno / Manu R. Macarro

La imagen es repetida. Los niños más pequeños subidos a cuestas de los hombros de los familiares con los que van, y las familias exhaustas. La cuesta no da tregua en ningún momento. Ni llaneo ni nada que se le parezca.

Todo cuesta abajo, después será cuesta arriba
Todo cuesta abajo, después será cuesta arriba / Manu R. Macarro

¿Seguimos?, vale perfecto. Tendremos unos dos kilómetros y pico de bajada. Las vistas serán maravillosas y merecerá la pena hacer el camino.

Seguimos bajando
Seguimos bajando

La siguiente casa, que es la de madera, la que construyó el cerdo con pereza intermedia (el lobo se la cargó aunque fuera de madera y tras varios soplidos), nos la encontraremos cuando hayamos andado un kilómetro con 300 metros desde que iniciamos nuestra ruta.

Casa de madera de los Tres cerditos bajo unas encinas
Casa de madera de los Tres cerditos bajo unas encinas

Seguimos bajando. Es una zona con sombra, pero no completamente, por lo que si se hace en época de calor hay que saber que se puede hacer pesada y angustiosa por momentos. La combinación de ir temprano, llevar agua abundante y protección para el sol asegura el éxito para cualquier época. Recomendable todas las épocas, excluyendo el verano.

Sin embargo las zonas de sombra son maravillosas, con frondosidad de especies vegetales, humedad y un clima que apacigua al viandante y le permite caminar fresco y respirando aire puro.

A casi 3 kilómetros desde que empezamos la ruta nos toparemos de frente con la tercera de las casas, la que según el cuento fue construida con poco ahínco, festivo silbido de despreocupación y de modo veloz: la casa de paja de los tres hermanos que gruñen. Tan rápida fue su construcción, como rauda su destrucción.

La casa de paja se encuentra de bruces al acabar la cuesta
La casa de paja se encuentra de bruces al acabar la cuesta
Detalle de la casa de paja
Detalle de la casa de paja

Hemos llegado al final de la cuesta abajo. Estamos justo en la zona que corresponde al río Múrtiga. Pasaremos por un puente de madera que nos permite esquivar el agua en épocas de abundante caudal.

Puente por el que se cruza sobre el río
Puente por el que se cruza sobre el río

Es el momento de dar una vuelta siguiendo el curso del río. Es la zona más llana de la zona, y si se sigue por el camino llegaríamos a la aldea de Los Romeros en un par de kilómetros desde aquí. En nuestro caso paramos a comer escuchando el río en unas piedras al lado de un salto de agua que permitieron reponer fuerzas para la cuesta arriba que nos enfrenta ahora.

Zona para tomar un tentempié
Zona para tomar un tentempié

Como comentamos al principio, lo que viene ahora no es un paseito. Empezamos la ruta a 679 metros y en este punto estamos a 472 metros. Echad cálculos y podréis ver que el desnivel es de más de 200 metros que ahora hemos de salvar en subida. El perfil que habremos dejado al acabar la ruta será prácticamente de una U.

Como consejo en la subida, parar cuando sea necesario aprovechando las zonas de sombra. Hay una cancilla con sombra generosa a aproximadamente un kilómetro y medio de subida. Puede ser buen lugar para descansar y tomar agua y algún fruto seco, galleta o fruta.

Cuando lleguemos a la carretera realizaremos exactamente el mismo ritual que cuando empezamos a bajar. Mirar bien a uno y otro lado y cruzar el camino. Casi hemos llegado a Jabugo de nuevo.

Cuando lleguemos de nuevo a la Plaza del Jamón hay un par de bares con buenas tapas, meriendas y refrigerios varios. Es el momento de un merecido homenaje.

Fauna y flora: Estamos en plena Sierra de Aracena y Picos de Aroche, por lo que es posible encontrar un gran número de especies: Tilos, Quejigos, Alcornoques, Encinas, frutales, chopos, castaños y algún roble que otro. Encontraremos jaras, jaguarzos, monte variado y una buena cantidad de plantas aromáticas como romero, tomillo y orégano ( recordamos que es ilegal recolectar ningún tipo de planta por el camino). Gran cantidad de aves insectívoras, cantoras y rapaces por la zona: herrerillos, pinzones, agateadores, abubillas, gorriones, golondrinas, vencejos, rabilargos, mirlos, milanos...

Aquí la ruta en Google.

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