El pueblo de Huelva que te hace viajar en el tiempo
La Historia ha llenado de encanto esta antigua localidad onubense, proporcionando a cuantos la visitan un amplio recorrido artístico y cultural cuyos elementos arquitectónicos definen el dilatado devenir histórico de la localidad
El pueblo de Huelva con el nombre más curioso
El paraíso de la desconexión en Huelva
Zalamea la Real le ofrece un maravilloso viaje en el tiempo a través de sus más emblemáticos elementos monumentales. La Historia ha llenado de encanto esta antigua localidad onubense, proporcionando a cuantos la visitan un amplio recorrido artístico y cultural cuyos elementos arquitectónicos definen el dilatado devenir histórico de la localidad.
Un patrimonio engrosado por edificios de índole religiosa, como la imponente Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (XVI) cuyo origen estaría en un castellum de época romana; o las Ermitas de San Vicente (XV), San Blas (XV), Santo Sepulcro (XVIII) y de la Divina Pastora (XVIII); o por el no menos importante elenco de edificios civiles propios de la arquitectura inglesa, como el antiguo Mercado de Abastos o la Estación Nueva; o el edificio del Ayuntamiento, de inicios del XX, la Plaza de toros de la localidad, de finales del XIX, adscrita a la Unión de Plazas Históricas de España; o la Casa Cilla, del siglo XVIII, hoy sala de exposiciones y conferencias.
Disfruten de todo ello, de plazas y plazoletas, de los altozanos típicos de la arquitectura popular del entorno, de callejuelas estrechas y llenas de encanto, de fuentes y pilares que harán más refrescante su paseo, y del sabor de una localidad que ancla sus orígenes en la Alta Edad Media, y que ha ido forjando su espacio físico en concordancia con la experiencia que ofrece su historia.
Jornadas Musulmano Cristianas
Una exhibición de esgrima, un combate medieval, espectáculos de calle, zíngaras y gaiteros, un torneo de arquería, tiro con cañones de mano, cetrería o una animación musical fueron algunos de los atractivos con los que contó la edición pasada de estas jornadas, que se celebran en julio.
Suele contar con un mercadillo con productos muy variados de comidas y bebidas, como una quesería, cervezas, helados y pasteles artesanales, además de juguetes medievales elaborados con madera, productos naturales de cosmética y, sobre todo, una gran variedad de artículos de la artesanía del cuero.
Actualización: Las jornadas han sido suspendidas para este año.