Este pueblo amurallado de Huelva es el mejor conservado de Andalucía: "Historia, patrimonio y naturaleza en un solo enclave"

La conocida revista 'Viajar' ha dedicado un reportaje a este pueblo medieval de Huelva, el cual recomienda para una escapada de fin de semana: "Tiene una imagen de fortaleza invulnerable".

Niebla es un enclave en la que todas las grandes civilizaciones han dejado su huella, desde sus orígenes más lejanos, allá por el Neolítico. Su historia arranca en la Edad de Hierro, quedando en los alrededores restos de dólmenes, como el de Soto, que se encuentra a 10 kms, en el término municipal de Trigueros.

Algunos diarios como ideal.es apuntan que el origen de Niebla como ciudad es Tartessos y sería parte esencial, por tanto, de aquella primera civilización de Occidente, desarrollada en el triángulo que forman las actuales provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla.

Además, en las propias murallas de Niebla hay restos romanos, anterromanos y visigodos. Se trata de la muralla más completa e importante de España, en su estilo, y es principalmente almorávide, aunque se aprovecharon los restos anteriores para fortalecerla y, posteriormente, tanto los musulmanes como los cristianos la mantuvieron en perfecto estado hasta día de hoy. "Tiene 40 torres defensivas y 5 puertas fortificadas", apunta Viajar.

Según National Geographic, se trata también de uno de los 25 pueblos medievales con más encanto de España. Un lugar que ha conseguido conservar hasta nuestros días un patrimonio excepcional que merece la pena conocer al menos una vez en la vida.

El conjunto histórico de Niebla está compuesto por el castillo, el paseo del recinto amurallado, la Iglesia de San Martín, la Iglesia de Santa María de la Granada y la Casa de la Cultura, que se encuentra acondicionada para que sea visitable.

El Castillo de Niebla o de los Guzmanes, de origen romano, conserva elementos del antiguo alcázar árabe, aunque su planta actual data del siglo XV. El castillo ha estado habitado hasta fechas relativamente recientes y ha sufrido diversas reformas por parte de sus sucesivos ocupantes: visigodos, árabes y cristianos.

En la actualidad, cuenta con varias salas tematizadas en las que se recrean épocas pasadas, como la Cámara de la Condesa, la Armería o las Mazmorras, dos niveles de subterráneos donde se exponen más de 30 instrumentos y máquinas de tortura.

Quien lo visite de nuevo se va a encontrar con la barbacana del recinto defensivo totalmente rehabilitada y con numerosas actuaciones en las salas, zonas de azotea, etc.