El pueblo de Huelva que no es tan conocido y que parece sacado de una película Disney
Se trata de un pequeño pueblo con menos de 400 habitantes situado en un bello enclave rodeado de arroyos y bosques, con unos miradores espectaculares y hasta con su propio Castillo-Fortaleza
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Se trata de un pequeño pueblo con menos de 400 habitantes situado en un bello enclave rodeado de arroyos y bosques, con unos miradores espectaculares y hasta con su propio Castillo-Fortaleza.
Al norte de la provincia de Huelva, casi en la frontera de Badajoz y dentro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, se encuentra Cumbres de San Bartolomé, un pueblo no tan conocido en la provincia, pero con todo el encanto de un cuento Disney.
Este bonito municipio serrano se extiende por todo el norte de la provincia con sus dehesas y pequeñas elevaciones cubiertas, donde predominan los bosques de encinas, alcornoques, castaños. En el monte bajo cursan numerosos arroyos, conformando un paisaje de extraordinaria belleza y atractivo, con espacios mágicos que parecen sacados fácilmente de una historia Disney, y donde es común ver pastar a ganados de animales.
La teoría sobre su origen está en que fue erigida bajo la dominación romana, desde donde sus habitantes se trasladarían del valle a las tierras altas, originando un conjunto de pequeñas aldeas. Ya en el siglo XIII, fue reconquistada a los musulmanes por el reino de Castilla, y también fue construida una muralla artillera para defenderse de las incursiones portuguesas.
Algunos de los puntos más espectaculares para ver en Cumbres de San Bartolomé son sus miradores: el Mirador del Cabezuelo, desde donde se divisa Portugal y la Sierra de Aroche, el Mirador piedra Utrera y el mirador conocido con el nombre de Monturio.
Un importante patrimonio histórico
Otros grandes puntos de interés turístico son interesantes el Castillo o Muralla Artillera y la Iglesia de San Bartolomé, catalogados como Bienes de Interés Cultural. Por otro lado, desde el punto de vista etnográfico, destacan las zahurdas y los chozos de su término.
Sin embargo, si algo destaca en Cumbres de San Bartolomé es su impresionante Castillo-Fortaleza, que se integra en la denominada Banda Gallega, un conjunto de fortificaciones medievales del reino de Sevilla ubicadas en la frontera con Portugal (para defenderse del enemigo).
No se tiene del todo claro cuál es el origen de la fortificación. Por la tipología y el trazado del pueblo, se puede considerar de la época cristiana Bajo Medieval. Por otro lado, sus dimensiones lo encuadran dentro de las pequeñas fortificaciones serranas que servían más como refugio de la población que como centro militar.
Además, las noticias existentes que hacen referencia a esta zona de la sierra durante los siglos XIV y XV son escasas, y en la mayoría de los casos se trata de periodos de guerra donde la información hacía referencia a los cambios en el régimen de tenencias de los castillos dependientes del concejo.
Sea como fuere, en la actualidad se trata de uno de los mayores requisitos turísticos de la zona. Ubicado en el extremo oeste del núcleo de población, el edificio presenta cuatro fachadas que dan a las cuatro calles que lo circundan: El Castillo, Encinasola, Travesía Real y un camino lateral relacionado con el espacio agrícola.
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