4 pueblos de Huelva ideales para desconectar

La provincia de Huelva enamora. Si en verano sus playas se convierten en verdaderas protagonistas, cuando llega la época de frío son los pueblos del interior los que copan los primeros puestos en cualquier guía de viaje.

Por eso, no es de extrañar que los principales portales de turismo de nuestro país se hagan eco de las bondades que ofrece esta tierra plagada de tesoros.

Este es el caso del portal de la web de Viajes del periódico 20 Minutos. En un artículo destacan el potencial de algunos pueblos de la provincia como destinos en los que "parece que se para el tiempo".

En el interior de la provincia de Huelva podemos encontrar rincones en los que el visitante podrá perderse a través de su historia y presenciar enclaves de una belleza única. Si estás buscando algunos de los pueblos con más encanto en Huelva, desde este prestigioso portal te recomiendan visitar estos 4:

Alájar

Alájar, en pleno corazón de la serranía onubense, atesora un sinfín de recursos culturales, patrimoniales y gastronómicos que hará que cualquiera que la visite no quiera volver a marchar.

Catalogado como conjunto Histórico-Artístico en 1982, el casco antiguo de Alájar pertenece a la época árabe, rasgos que aún se hacen evidentes con su trazado de calles estrechas y laberínticas. Esta hermosa estructura se complementa con la imagen de las casas típicas serranas encaladas y con techumbre a dos aguas de teja romana.

Además, todo el pueblo posee un empedrado general en sus calles, elemento que se hace más especial delante de muchas puertas donde se encuentran los típicos 'llanos' de la Sierra, empedrados artísticos de dibujos geométricos o figurativos con motivos del pueblo.

Ruta por las aldeas

Recorrer las rutas que conectan las aldeas de Alájar es un viaje al pasado, a cómo vivía el hombre cuando dependía del campo y de los animales. Los Madroñeros al oeste, El Calabacino al este y El Collao y El Cabezuelo al sureste son cuatro estampas que pintores, fotógrafos y ojos sensibles sabrán apreciar en su rústica y añeja belleza.

A la aldea El Calabacino se accede por la salida del pueblo, por un camino precioso que primero desemboca

en una típica fuente y luego en las desperdigadas casas de esta aldea. En ella se han instalado, desde hace unos años, gente con un estilo de vida alternativo y gusto por la ecología; artesanos que venden sus creaciones directamente en ferias y mercadillos. Esta aldea se encuentra muy integrada en el entorno natural, y en ella se puede visitar la ermita de la Santísima Trinidad, datada de 1749.

Por su parte, la aldea Los Madroñeros se sitúa al este del pueblo, y se accede pon un recomendable sendero de unos dos kilómetros que parte del barrio del Nogalejo. La aldea se conserva tal como estaba en el siglo XIX, ya que carece de alcantarillado, electricidad, urbanizado de calles ni ningún adelanto moderno. Hay una leyenda muy curiosa que ronda sobre ella, y es que se supone que no fue conquistada por los franceses, debido a su situación entre varios cerros que la hacen invisible desde cualquier punto de observación de los alrededores.

Finalmente, las aldeas de El Collado y El Cabezuelo muestran a día de hoy la forma anárquica de poblamiento y la arquitectura popular que por suerte se ha conservado hasta nuestro días.

La peña de Alájar: cuatro elementos que la definen

La seña de identidad de esta localidad serrana es la piedra, que ellos representan a través de cuatro colores, cada uno de ellos representando a un elemento: el celeste (agua), el verde (naturaleza), el rojo (geología) y el marrón (cultura).

El agua, considero como elemento vital, esculpe a lo largo de los tiempos las exóticas formas que hoy se aprecian como techos en arrecifes de coral.

La naturaleza, uno de los puntos clave de este entorno, resulta de un paisaje tallado con esmero para ser hogar de infinidad de especies vegetales y animales adaptadas a sus condiciones ambientales para ser endemismos.

Como cultura, un paraíso ocupado desde tiempos inmemoriales por sus refugios en cuevas y abrigos. Su enclave estratégico y sus abundantes recursos han convertido a Alájar en 'la deseada'.

Su geología, un singular travertino protegido como georrecurso, oculta de 8.000 a 10.000 años estimados de antigüedad.

Aracena

Este pueblo se ubica en el corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y es uno de los más emblemáticos de la comarca. Muchos lo conocen por su Castillo, otros por su inigualable gastronomía y, sin duda, por su carismática Gruta de las Maravillas, un lugar único y pionero en Europa, descubierto en el siglo XIX

La Gruta de las Maravillas, un 'tesoro escondido'

A través de la Gruta de las Maravillas nos metemos en las entrañas de La Tierra. Este sorprendente enclave natural esconde una fortuna única entre todos los paisajes similares y con características parecidas: aparte de la variedad de formaciones calcáreas, encontramos la presencia de lagos de agua cristalina filtrada en el interior de la cueva. Se halla a 100 metros de profundidad.

Fue la primera cueva abierta el público en España desde hace más de 100 años y su recorrido es de 1.200 metros. Se trata de una joya natural muy visitada.

Podemos encontrarnos formaciones de estalactitas y estalagmitas muy curiosas. Tardan 2.000 años en juntarse y formar una columna, ya que avanza un centímetro cada 100 años.

La Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor

También conocida como la ’iglesia del castillo’ ya que, aunque se trata de un templo de culto, tiene la estructura arquitectónica de un castillo.

Fue construida en el S. XIII y el estilo artístico que adornan sus paredes es el mudéjar y el gótico y la rodean las ruinas de lo que fue un increíble castillo en medio de la Sierra.

Además, desde TVE destacan otros tesoros para visitar en la localidad serrana como el primer museo al aire libre de Andalucía de Arte Contemporáneo. "Fue inaugurado en 1986 y podemos ver estructuras de diferentes materiales como piedra, bronce, aluminio…".

Y como apuntes para alojarte o disfrutar de sus manjares, ponen en valor el Hotel Convento de Aracena.

Este hotel se encuentra en un entorno único, situado a los pies del Castillo de Aracena, en pleno corazón de la Sierra. Se trata de un hermoso Convento del siglo XVII restaurado para convertirse en un hotel de cuatro estrellas.

En el apartado gastronómico, destaca, sin duda, el rey de reyes: el jamón DOP Jabugo.

Niebla

Este municipio de la provincia de Huelva está considerado como uno de los más bellos del país.

Según National Geographic, se trata de uno de los 25 pueblos medievales con más encanto de España. Un lugar que ha conseguido conservar hasta nuestros días un patrimonio excepcional que merece la pena conocer al menos una vez en la vida.

En este listado de las mejores localidades españolas para visitar se cuela Huelva, mostrando ante el mundo entero la riqueza y diversidad que ofrece esta provincia capaz de enamorar a través de su gastronomía, su naturaleza, su historia y su patrimonio.

Este pueblo es Niebla. Y no nos extraña. Esta localidad cuenta con uno de los conjuntos amurallados mejor conservados de Andalucía.

El conjunto histórico de Niebla está compuesto por el castillo, el paseo del recinto amurallado, la Iglesia de San Martín, la Iglesia de Santa María de la Granada y la Casa de la Cultura, que se encuentra acondicionada para que sea visitable.

El Castillo de Niebla o de los Guzmanes, de origen romano, conserva elementos del antiguo alcázar árabe, aunque su planta actual data del siglo XV. El castillo ha estado habitado hasta fechas relativamente recientes y ha sufrido diversas reformas por parte de sus sucesivos ocupantes: visigodos, árabes y cristianos.

En la actualidad, cuenta con varias salas tematizadas en las que se recrean épocas pasadas, como la Cámara de la Condesa, la Armería o las Mazmorras, dos niveles de subterráneos donde se exponen más de 30 instrumentos y máquinas de tortura.

Quien lo visite de nuevo se va a encontrar con la barbacana del recinto defensivo totalmente rehabilitada y con numerosas actuaciones en las salas, zonas de azotea, etc.

Un plan ideal para disfrutar en familia es recorrer este encantador pueblo medieval a través de una visita teatralizada por los rincones más emblemáticos, la Muralla y el Castillo.

Consulta aquí las rutas y visitas para viajar al pasado desde la provincia de Huelva.

Almonaster la Real

una de las más bellas de toda España. Un pueblo que es digno de admirar por la riqueza de su patrimonio y por el marco natural incomparable en el que se ubica: la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Situada a algo más de cien kilómetros de la ciudad de Huelva y cercana a la frontera con Portugal, Almonaster la Real está incluida dentro de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España.

"Su nutrido patrimonio se enmarca en unos paisajes excepcionales con todo el carácter serrano, con extensos bosques mediterráneos de gran riqueza natural. Una fisionomía que lleva escrita la personalidad de todo el término municipal, considerado un punto estratégico en la actual iniciativa del Corredor Biológico Mundial, un proyecto internacional encaminado a la cooperación local contra el cambio climático", señalan en la publicación.

"Sus calles empedradas nos conducen por un viaje hacia atrás en el tiempo, en el que se pueden distinguir elementos de varias épocas, con la esencia de un asentamiento cuya importancia fraguó a partir de la aparición de la civilización islámica en estas tierras, tal y como nos anuncia a los cuatro vientos el propio nombre de la población", recogen.

La Mezquita y la Plaza de Toros

La Mezquita de Almonaster está emplazada en lo más alto del cerro que corona el Castillo. Esta “iglesia antigua de moros”, denominación que figura en un documento de 1.583 conservado en el Archivo General de Simancas, se erigió durante el reinado de Abd al-Rahman III.

Por los restos reutilizados en su construcción cabe pensar que, que en época romana, existió un edificio monumental que posteriormente fue transformado en iglesia visigodo - cristiana, subsistiendo con carácter monacal hasta la invasión musulmana. Numerosas columnas y capiteles romanos de los S. I y II, así como interesantísimos vestigios visigodos del V al VII son mudos testigos de este reaprovechamiento.

A juicio de Alfonso Jiménez (arquitecto, autor de la restauración de 1.975), la mezquita levantada a finales del IX o principios del X, fue totalmente de nueva planta, sin aprovechar parte alguna del edificio pre-islámico, salvo los restos decorativos ya reseñados. Esta fecha la justifica por el arcaísmo del mihrab.

La Mezquita de Almonaster es un testimonio excepcional de las primeras obras islámicas de España. Conserva el carácter, tan difícil de encontrar, de una mezquita de ciudad pequeña, sobria, recogida y dotada de la sutil elegancia del periodo omeya, cuyo arte unió herencia clásica e influencia oriental.

El empleo de materiales romanos y visigodos, el aparejo de ladrillo y la mampostería como recurso decorativo de gusto arcaico, el nicho de oración circular, el alminar con machón central, son indicios de la antigüedad de este singular edificio. Su ambiente arquitectónico se relaciona con las obras más antiguas del Islam Occidental, del Norte de África y de Al – Ándalus.

Ni los avatares del paso del tiempo, ni los propios ataques de la naturaleza han podido con este singular monumento, emblema de Almonaster y origen y destino de culturas. Cada época impuso su sello y de cada época nos queda el recuerdo patente en sus viejas piedras perviviendo en nuestros días como un auténtico crisol de culturas, síntesis de toda la historia de este pueblo.

Esta plaza de Toros es, por su ubicación, junto al Castillo y la Mezquita, simplemente espectacular. La vistas tanto del coso taurino, como las del pueblo de Almonaster, desde su graderío, son sin duda inigualables…

Para los amantes de la tauromaquia y la historia, apuntar que fue inaugurada el día 19 de julio de 1821 con una corrida lidiada por los toreros José Centeno y Fernando Gómez 'El Gallo' (origen de la famosa dinastía torera), con reses bravas de la ganadería de Fernando Pérez de la Concha.

Se encuentra en lo alto de un cerro, dentro del recinto amurallado, junto a la mezquita. Se trata de una plaza circular, de 32 metros de diámetro interior, con un aforo sobre 1200 espectadores.

Levantada sobre al antiguo patio de armas de la fortaleza y construida utilizando mampostería procedente de la cerca murada y de las edificaciones que existían en su interior.

Recientemente, una obra de restauración la ha integrado totalmente en el resto del Conjunto Histórico de la Mezquita.

Actualmente, además de su funcionalidad propia, supone un espacio cultural de gran valor para el pueblo de Almonaster, pues en ella se desarrollan diferentes actividades durante las Jornadas de Cultura Islámica, además de ser escenario para conciertos, teatros y bodas, entre otros.