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Este imponente puente, que a día de hoy sigue soportando el incesante paso del tráfico, y por el que pasa el enigmático y rojizo río Tinto, era la vía del camino hacia Itálica e Hispalis.
El puente romano de Niebla, considerado uno de los puentes romanos mejor conservados de España, aunque tras la Guerra Civil tuvo que ser parcialmente reformado. Tiene nueve arcos y ayuda a salvar el río Tinto, en cuyas riberas se levanta esta urbe que fue capital de un extenso reino musulmán que se extendía hasta Portugal.
Por aquel entonces, por él pasaba una de las calzadas imperiales que, según el Itinerario de Antonino, partían de Itálica. Los arcos más romanos y menos modernizados son los del extremo este, en medio punto y con grandes dovelas.
Niebla es uno de los municipios con más valor patrimonial de la provincia. Considerado como uno de los más bellos del país, destaca por su recinto amurallado, su castillo y, además, por su entorno natural plagado de matices.
Para salvar la barrera que constituía el río Tinto, se levantó entonces el puente que, hoy dos mil años después, sigue soportando el incesante paso del tráfico.
No solamente debemos pensar en calidad de las construcciones romanas por la longevidad de las mismas, sino por soportar esfuerzos bastantes mayores de los que para entonces fueron pensadas. Aunque ha sido reconstruido varias veces, los ingenieros romanos jamás pensaron en los actuales trailers o en el intenso tráfico rodado de hoy en día.
En este puente, es interesante resaltar los elementos romanos todavía visibles en la zona situada más al este que se conservan íntegros. Se observan varios arcos con estructura de medio punto, formados por dovelas de gran tamaño, perfectamente dispuestas. Existen otros arcos, cuyo trazado de medio punto o de tipo apuntado pertenece a reparaciones islámicas y de épocas posteriores.
Malherido durante la Guerra Civil ahí sigue, sin inmutarse por el paso del tiempo, sin pestañear ante las crecidas, sin temerle a nada ni a nadie. Fue reformado en 1936, tras la voladura de uno de sus arcos al comenzar la contienda española.
El puente actual se eleva sobre la cimentación del original, que formaba parte del itinerario Antonino que conducía a la Itálica y a Hispalis, pasando por Itucci, Tejada, hoy en Escacena del Campo. Este puente, tras su construcción, fue dedicado por el decurión Marcos a la diosa Minerva.
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