Las rutas senderistas más sencillas y bonitas de Huelva, ideales para esta Semana Santa
Dadas las buenas temperaturas y el tiempo que en principio vamos a tener esta Semana Santa, os recomendamos estas 6 fáciles rutas senderistas con las mejores vistas y frescos olores de nuestros parajes más bellos
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Parece que esta Semana Santa, el tiempo nos va a dar una tregua (al menos, de momento) que no solo disfrutarán los onubenses y visitantes más cofrades, si no los que elijan adentrarse en la naturaleza y las playas de Huelva para desconectar y relajarse.
Dadas las buenas temperaturas y los cielos despejados o poco nubosos que vamos a tener, estas 6 rutas senderistas de poca complicación son ideales para todos los públicos para hacer ejercicio mientras nos regocijamos con las vistas y los olores de nuestros parajes más bellos.
1. Las Marismas del Río Piedras
De Arriba a abajo. Con los pies a bastante menos altitud, la costa onubense también brinda excelentes oportunidades de contactar con la naturaleza. Un paisaje totalmente diferente en el que los olores mandan sobre los sonidos, y el agua huele ahora más que se le escucha. Al sendero de las marismas de río Piedras se accede desde la zona de aparcamiento próxima al Faro de El Rompido. Se trata de un recorrido corto, apenas 4 kilómetros, y muy sencillo en el que además se han incluido 4 áreas de descanso dotadas con bancos, ideales para reposar y disfrutar del paisaje.
A lo largo del recorrido se puede observar la Flecha Del Rompido, el puerto, la propia ría del Piedras, algunas instalaciones acuícolas o el siempre presente Faro. Al final de la pasarela de madera se puede seguir hacia delante o, por el contrario, continuar por el itinerario de marisma y volver a la zona de origen. Si se opta por seguir, la laguna de las borreras nos mostrará numerosas especies de aves, como fochas, espátulas, patos reales, cormoranes o garcillas. El paseo puede alargarse casi tanto como se desee continuando por el sendero Turberas y el Marismas de San Miguel. Si es posible, hacerlo en la puesta de sol brindará a los caminantes un ingrediente extra de felicidad.
2. Encinasola-Puente de los Cabriles
Se trata de un sendero relativamente largo. Unos 8 kilómetros en una ruta circular que parte y acaba en Encinasola y que recorre parte de las riberas del río Múrtigas y el Sillo, uno de sus afluentes, hasta llegar al puente de Los Cabriles, una construcción datada en torno al siglo XV que servía en su momento para comunicar la población de Encinasola con la comarca fronteriza de Las Contiendas y que sorprende por sus dimensiones y espectacularidad.
Su visita sería motivo suficiente para hacer este camino si no hubiera muchos más: la Ermita de Rocamador, el barranco del Chorro, los huertos, los olivos y encinas… El trayecto comienza en la salida de Encinasola hacia Cumbres de San Bartolomé, donde se muestra la señal inicio del camino, que discurre paralelo a la carretera durante medio kilómetro y que llega hasta una fuente desde la debemos desviarnos dirección sur. Una vez en el Puente lo ideal descender hasta el río y disfrutar el magnífico bosque en galería que discurre a ambos lados del cauce. La vuelta puede realizarse siguiendo el camino inverso (más fácil) o siguiendo la propia ribera del Múrtigas y contemplar sus molinos y el puente sobre el río Sillo.
3. Jabugo- Castaño del Robledo
Uno de los más populares de la Sierra, que disfrutan mucho los niños (también es de los preferidos para los mayores, por muy mayores que sean), fácil y corto. Lo tiene todo para no agotar a los peques y encima es entretenido. Las dos poblaciones que conecta, de las más encantadoras de la Sierra, merecen por sí mismas una visita, pero si además se unen por un camino como este el beneficio es doble. O triple.
Se trata de un paseo para todos los públicos que arranca saliendo de la Plaza del Jamón, en el centro de Jabugo, por la calle Barco. Dejando a la derecha el pabellón de deportes ya se sale del pueblo por el paso subterráneo de la N-435, que nos lleva directamente al sendero. La ruta es prácticamente un paseo (de tres kilómetros y medio en cada sentido) que vendrá marcado por el omnipresente rumor del agua de la ribera del Jabugo, que dota al sendero de un halo muy especial, además de permitir al senderista disfrutar de los bellos bosques en galería y una frondosa vegetación. Después de cruzar la ribera, que se queda a la derecha, las paredes de piedras de las fincas de la zona marcan el camino hacia Castaño del Robledo.
4. Santa Ana-Riscos de Levante
El agua es siempre un buen motivo para hacer senderismo. Su sonido, su movimiento, su sola presencia ya transmite ese algo ‘especial’ que hace tan encantadora la Sierra onubense. El punto de inicio de este sendero está situado en las inmediaciones de la Fuente de los Tres Caños en la localidad de Santa Ana la Real.
Siguiendo la calle que se dirige hacia las afueras del pueblo, el sendero nos aproxima hasta la aldea de La Presa a través de un callejón entre muros de piedra y va enlazando huertas y prados hasta alcanzar la Rivera del Barranco de Los Casares. El sendero sigue el curso del arroyo, paralelo a un frondoso bosque en galería. Cruzando por puentes y pasarelas de madera se llega hasta la Casa de la Rivera, donde el camino se bifurca en dos direcciones. La primera de ellas, de vuelta a Santa Ana cruzando dehesas y huertas.
La segunda, hacia la Rivera de Santa Ana. Aquí el sendero sigue el trazado de su cauce y va encajonándose y profundizándose hacia un paisaje fuera de lo común por su belleza y forma abrupta. Tranquilidad, que aún así es sencillo y enseguida vuelve a abrirse el camino.
5. Camino Natural del Tinto
Un río casi mágico y un paisaje espectacular tallado por la mano del hombre. El Camino Natural del Tinto aprovecha la antigua vía del ferrocarril que transcurre junto al río. Se trata de un proyecto ambicioso al que aún le quedan importantes hitos por cubrir pero que ya es transitable a lo largo de varios kilómetros.
El camino transcurre entre la estación de Los Frailes, en el término de El Campillo, y la estación de Berrocal, en Zalamea la Real. Sigue el curso del río a través de un camino llano, de fácil recorrido y bien construido en un trazado desde el que puede contemplarse el impresionante paisaje de la mina y el siempre sorprendente color rojizo de las aguas y de la tierra de este río tan peculiar con el que los niños seguro que se quedarán boquiabiertos. Un escenario único para los amantes de la fotografía.
6. Los Molinos del Odiel
La ruta de los molinos del Odiel es tan versátil que puede hacerse más o menos larga dependiendo del gusto de cada senderista. En todo caso, se trata de un sendero cómodo y sencillo de transitar que discurre a orillas de un río que es parte misma de la historia de Huelva y que destaca por el colorido de su paisaje, entre el ocre de la ribera y el verde de los pinos, eucaliptos y jaras que pueblan la zona.
Comenzamos en Sotiel Coronada. Hay un parking justo ante de entrar en esta histórica aldea de Calañas desde el que se acceder directamente al sendero, que está precedido por un mirador desde el que puede contemplarse gran parte del camino que se andará después. Cruzando el Puente de la Coronada se toma el sendero que parte junto al cauce aguas arriba, siempre al lado del río. Allí veremos los distintos molinos que utilizaban la fuerza del río para fabricar harina, el embalse del Asperón, la Mina de Pedro José y de nuevo más molinos camino de vuelta a Sotiel.
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