El único pueblo de la Sierra que mantiene activo un horno de cal
Según el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), Cañaveral de León es el único pueblo de la comarca que mantiene activo un horno de cal. Esta singularidad se debe al vecino Julián Sánchez Rubio, que continúa con esta actividad tras obtener la oportuna licencia, después de un largo y burocrático proceso administrativo. Este permiso le fue entregado por la alcaldesa, Merchi Gordo, el 29 de octubre de 2020.
Por ello, el IAPH invitó a representantes de esta localidad a asistir a las actividades realizadas en las últimas semanas en Santa Ana la Real, dirigidas a recuperar sus hornos de cal.
La propia alcaldesa cañetera asistió a las labores últimas del montaje del ‘Horno de Evaristillo’, recogiendo el interés de los expertos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y del Museo de la Cal de Morón de la Frontera allí presentes por la actividad de Julián Sánchez y por la intención del Consistorio cañetero de poner en valor esta tradición industrial.
El Ayuntamiento de Cañaveral de León pretende documentar todo el proceso de la siguiente cocción que haga Julián, mostrando su interés en estar presentes y destacando la importancia de incluir esta actividad dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo. Para ello, prepararán un amplio informe para solicitar de la Junta de Andalucía la inscripción de esta ocupación, y sumarse así a otras manifestaciones cañeteras que ya forman parte de ese catálogo, como las fiestas y coplas de Santa Marina, las canciones de Quintos y el juego de los corros. La idea municipal es que toda la comunidad local participe de esta cita.
Tras agradecer a su vecino su esfuerzo por mantener viva esta tradición rural prácticamente desaparecida de nuestros pueblos, la alcaldesa ha añadido en sus redes sociales una serie de recuerdos familiares ligados a la misma.
Su propio padre fue calero y conserva el recuerdo de “siendo pequeña, ir con mi madre y mi hermano por la noche a llevarle café cuando quemaba en el horno comunal que había en ‘El Lejío’”. Le acompañaba cuando sacaba la cal, le veía cargar su burra y su mula para irse a vender la cal por los pueblos, recorriendo grandes distancias a pie. “Luego llegó su enfermedad, continúa la alcaldesa, que le obligó a dejar el trabajo, y que años después se lo llevó, teniendo yo 18 años. Han pasado ya casi 30 años. Con Julián hablo con frecuencia de aquellos tiempos”.
Sus raíces caleras también le llevan al ‘Cercado del Horno’, así llamado por el horno de cal que tiene. Es una propiedad de su familia materna que aún conservan, y confiesa que aunque “no llegué a conocer el horno activo, era “parada sagrada” cuando subía a la zona, en especial con mi tía Ángeles”.
Cañaveral de León coincide así con Santa Ana la Real en este movimiento por recuperar el patrimonio industrial. Recientemente, el Ayuntamiento santanero, que conserva una quincena de hornos de cal inactivos, inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía, puso en marcha un proyecto para recuperar el proceso tradicional de elaboración, documentando visualmente el montaje y cocción del horno. Todo ello con el objetivo de conservar y poner en valor este patrimonio, destacada seña de identidad del municipio, que quedó apagada a finales de los años 60 del siglo pasado.
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