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José Ignacio Castillo Manzano
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En la frontera con Portugal, a la margen izquierda del río Guadiana, se ubica Sanlúcar de Guadiana. Sanlúcar de Guadiana Una bella localidad de casitas blancas encaladas con encanto e historia.
Aunque su origen podemos encontrarlo en la ocupación árabe, el núcleo actual de Sanlúcar se inicia en el segundo tercio del siglo XIII.
Debido a su situación geográfica, este municipio disfrutaba de una posición estratégica que la convertía en una de las poblaciones más relevantes de la zona, ya que era un paso obligado para el comercio. Así, en el siglo XIX, el puerto de Sanlúcar de Guadiana adquirió gran importancia pues desde aquí se exportaban gran cantidad de productos, como el aguardiente, el arroz, el azúcar, el jabón, el plomo y las maderas. Actualmente es un paso fronterizo frecuentado por los barcos de los turistas que visitan la localidad.
Pero lo más interesante de este municipio es el pueblo en su conjunto, su localización en una colina que cae hacia el río, la luminosidad que ofrece el encalado de sus casas, sus intrincadas cuestas, el pequeño puerto fluvial, los cañaverales de las riberas y la vista de Alcoutím, el pequeño y blanco pueblo portugués situado al otro lado del río.
Un rincón con encanto que, además, es sede de la Regata Internacional de Vela y Piragua. En sus aguas se celebran cada año dos pruebas de piragüismo: el Descenso del Guadiana, y el Descenso Internacional. Son en junio y agosto, respectivamente. Así que es un buen lugar si se es amante del piragüismo.
Sus orígenes se remontan al siglo dieciseis, pero debió rehacerse en el diecisiete por los destrozos causados en los enfrentamientos con Portugal y por el Terremeto de Lisboa de 1755.
Las obras, dirigidas por el famoso Maestro Pedro de Silva, respetaron algunos elementos mudéjares antiguos, la portada lateral y la espadaña, que caracteriza a este monumento sanluqueño.
En este reside la imagen de la patrona de Sanlúcar de Guadiana, la Virgen de la Rábida.
Ante la Iglesia de Santa María de las Flores en Sanlúcar de Guadiana, se encuentra el monumento a la tradicional Danza de las Flores.
Este lugar ofrece unas vistas inigualables de buena parte de las riberas del Guadiana y de los dos pueblos. Una fortaleza construida en cinco fases y de una original fisonomía desde la que divisar dos localidades que desde hace cinco siglos han vivido historias de invasiones, asaltos, luchas de poder, contrabando y el trasiego natural de los puertos florecientes desde los que ambos países enviaban sus mercancías.
Fueron construidos hace ya varios siglos, entre el dieciocho y diecinueve, en mampostería y piedra, levantando gruesos muros de hasta ocho o más metros de altura.
En ellos, al igual que en los extraordinarios molinos mareales que existían en la localidad, se molía el trigo para obtener harina, tan necesaria entonces como hoy.
Sanlúcar de Guadiana es un destino ideal para los amantes de las actividades acuáticas. En la localidad encontrarás una amplia oferta de actividades para disfrutar de las vistas de este marco incomparable desde el agua.
La empresa Guadiana Extreme, con base en este municipio, organiza un sinfín de actividades con el río Guadiana como testigo.
Flyboard, kayak, waterball, padel surf, hidropedales, motos acuáticas, senderismo… toda una horda de actividades para disfrutar del entorno que crea este bello paraje del Andévalo onubense.
Cruza en tirolina al pueblo vecino de Alcautim
Durante 720 metros longitud y a una velocidad de vértigo, entre los 70 y los 80 kilómetros por hora, los valientes que se atrevan a saltar cruzarán la frontera natural que separa a España de su vecina Portugal, sobre el río Guadiana.
Culmina tu visita en Sanlúcar de Guadiana disfrutando de la gastronomía de la zona. Junto al río encontrarás un restaurante donde podrás saborear los productos de la tierra y terminar la jornada por todo lo alto.
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