Abengoa inicia el pago de la nómina de febrero tras reunir suficiente liquidez
La compañía está cerca de lograr un acuerdo con los principales acreedores. Inversión Corporativa estaría dispuesta a reducir su participación hasta el 5% del accionariado.
Abengoa abonará a partir de hoy la nómina de febrero tras lograr "la liquidez necesaria" para completar el pago, según anunció ayer el nuevo consejero delegado, Joaquín Fernández de Piérola, en un correo electrónico enviado a la plantilla al que tuvo acceso este periódico. "He dado instrucciones para que de manera inmediata se inicie el proceso de pago y mañana (por hoy) pueda materializarse", señaló el directivo. "Lamento profundamente los inconvenientes que la demora os haya podido ocasionar y os agradezco enormemente la comprensión y profesionalidad que, en todo momento, habéis demostrado", agregó.
El abono va a ser posible gracias al desbloqueo de las negociaciones entre la compañía y sus acreedores tras la destitución de José Domínguez Abascal como presidente y la resolución del contrato de asesoramiento que vinculaba a Felipe Benjumea con Abengoa. Benjumea habría condicionado su salida de la empresa al cese de Domínguez Abascal, al que reprochaba que no le hubiera defendido suficientemente.
El equipo directivo encabezado por el nuevo presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, ultima con el llamado G-7 bancario -formado por Santander, Bankia, Caixabank, Popular, Sabadell, Crédit Agricole y HSBC y asesorado por KPMG- un pacto que permitirá evitar quitas de deuda. En su lugar, se capitalizará la mayor parte de los créditos -entre 5.000 y 6.000 millones de euros-, lo que convertirá a banca y bonistas en nuevos accionistas de control. A su vez, este acuerdo debería desencallar el crédito de 165 millones de euros que los bonistas están dispuestos a aportar para atender las necesidades más urgentes de liquidez de Abengoa.
El anuncio del abono de la paga de febrero es un indicio de que los contactos se han acelerado en las últimas horas. Fuentes cercanas a la negociación señalaron que Inversión Corporativa -la sociedad a través de la cual la familia Benjumea y los descendientes de los fundadores controlan Abengoa- estaría dispuesta a aceptar que su participación se reduzca hasta el 5% del capital una vez se produzca la reestructuración de los más de 9.300 millones de euros de deuda financiera de la compañía. El paso atrás de Inversión Corporativa era imprescindible para cerrar el acuerdo con los acreedores porque aún posee el 51% de los derechos políticos de Abengoa, lo que bloqueaba cualquier resolución que no contase con su aprobación.
Sin embargo, el convenio con el G-7 y los principales bonistas, que se preveía firmar a finales de febrero. No sería suficiente para evitar el concurso, ya que éstos sólo son titulares de un tercio de la deuda financiera. La compañía debe lograr la adhesión de al menos el 75% del endeudamiento antes del próximo 28 de marzo, momento en el que expira el plazo de cuatro meses que recoge el artículo 5bis de la Ley Concursal, también conocido como preconcurso. De lo contrario, cualquier acreedor podría solicitar en el juzgado la declaración de concurso necesario, lo que abocaría a la firma a la liquidación. No obstante, los negociadores confían en el efecto arrastre del G-7 y los bonistas para lograr el suficiente número de adhesiones pese al escaso margen de tiempo con el que cuentan.
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