España paga más por su deuda tras los nuevos presupuestos
El Tesoro coloca 2.589 millones de euros en bonos y obligaciones a tipos más altos y se queda cerca del mínimo previsto.
Madrid/España acusaba las dudas que despierta en el mercado la capacidad del país para superar la crisis y se veía obligada a pagar más por una emisión de tres denominaciones de bonos a medio plazo con distintos vencimientos. En total, el Tesoro ha colocado 2.589 millones de euros en bonos con distintos vencimientos, de los cuales 1.127 millones lo han sido a tres años con un interés marginal del 2,96%, por encima del 2,41% de la anterior subasta, en tanto que otros 973 millones con vencimiento en 2016 se han adjudicado al 4,368%, superior al 3,478% precedente. Los 489 millones de euros restantes, cuyo vencimiento está fijado para octubre de 2020, se han colocado al 5,363%, tres décimas por encima del 5,194% al que se colocó esta referencia en la última emisión.
El ratio de cobertura -proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado- ha sido de 2,5 veces, ya que las solicitudes de las entidades han alcanzado 6.557 millones de euros. Esto implica que el Tesoro no ha cubierto el importe máximo previsto, 3.500 millones de euros. Fuentes del Ministerio de Economía han indicado que la colocación se ha situado cerca del límite bajo del objetivo -2.500 millones de euros-, porque el Tesoro tiene liquidez suficiente y no necesita forzar al mercado. La misma fuente explica que, hasta el momento, España tiene cubierto el 47 % de sus necesidades de financiación a largo plazo para todo el ejercicio.
En total, el Tesoro ha captado este año más de 57.500 millones de euros, de los 186.000 millones que tiene previsto emitir este año a varios plazos para financiar los vencimientos de deuda y para cubrir nuevas necesidades financieras del Estado. El hecho de tener este colchón, prosigue la misma fuente, le permite al Tesoro no ir a tope en las subastas, ya que no hay necesidad de colocar todo el importe máximo previsto.
La emisión ha sido la primera tras la presentación de los presupuestos generales de 2012, y ha roto una racha de más de una docena de subastas en las que el Tesoro Público ha conseguido pagar menos por sus títulos. No obstante, fuentes del Ejecutivo recuerdan que el coste medio de la deuda emitida hasta el 31 de marzo es del 3%, frente al 3,90 % de diciembre de 2011.
Los analistas indican que los inversores desconfían de la capacidad de España para cumplir sus objetivos: un informe de la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's alertaba de la divergencia entre los países del centro de Europa, que van a escapar de la recesión este año, y los del sur, al tiempo que preveía que España será el único de los grandes países de la UE con crecimiento negativo en 2013. Según un informe de Barclays, la elevada tasa de desempleo de España, que roza el 23%, representa un obstáculo para la reactivación de la economía doméstica pero también de la zona del euro.
Las dudas de los inversores ante la situación de España y su capacidad para cumplir con los objetivos de déficit se hacían patentes también en el mercado secundario de deuda, en el que la rentabilidad del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo permite medir el riesgo país, alcanzaba el 5,534% tras la puja española y llegaba a rozar el 5,7 %. El sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española en vez de alemana se disparaba así hasta superar en algún momento de la sesión los 390 puntos básicos, un nivel que no se veía desde el pasado mes de noviembre. El jefe de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, Javier Ferrer, atribuye el repunte en la prima de riesgo de España no tanto a las dudas sobre España como a la presión que soportan los países periféricos de la zona del euro.
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