Atalaya Mining y el CSIC revolucionan la minería con tecnología que anticipa riesgos subterráneos

La plataforma MINERVA detecta deformaciones con meses de antelación, mejorando la seguridad y sostenibilidad en la mina de Riotinto

El nuevo sistema MINERVA controla desplazamientos en el subsuelo para proteger a las personas, las infraestructuras y al medio ambiente.
El nuevo sistema MINERVA controla desplazamientos en el subsuelo para proteger a las personas, las infraestructuras y al medio ambiente. / M.G.
Jesús Pulido

12 de marzo 2025 - 17:09

Huelva/La minería del futuro ya está aquí, y su epicentro es la histórica mina de Riotinto, en Huelva. Atalaya Mining, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado la plataforma tecnológica MINERVA #smartgeocontrol, un sistema que promete revolucionar la gestión de riesgos subterráneos. Gracias a la integración de avanzadas técnicas de monitoreo, este sistema es capaz de detectar deformaciones en el subsuelo con meses de antelación, protegiendo tanto a las personas como a las infraestructuras y el medio ambiente.

El proyecto MINERVA forma parte del programa STONE (Smart Terrain Control Using Cutting-edge Technologies at the Riotinto Mine), una iniciativa público-privada financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea a través de los fondos Next GenerationEU. Este esfuerzo colaborativo, liderado por Atalaya Mining y el CSIC, ha dado resultados sorprendentes: la detección de desplazamientos a más de 500 metros de profundidad gracias a una combinación de interferometría radar de satélite (InSAR) y análisis de ruido sísmico ambiental.

Este avance permite no solo identificar movimientos en el subsuelo antes de que sean visibles en la superficie, sino también emitir alertas preventivas con un margen de meses. Según Susana Rodríguez, directora del proyecto y responsable de Geotecnia de Atalaya, ha afirmado que “esto proporciona un margen de maniobra crucial para implementar medidas preventivas y garantizar la seguridad en entornos sensibles desde el punto de vista geotécnico”.

La tecnología detrás de MINERVA combina datos obtenidos de herramientas convencionales, como inclinómetros y piezómetros, con técnicas innovadoras. Por ejemplo, el análisis de ruido sísmico ambiental permite mapear la estructura del subsuelo sin necesidad de perforaciones, mientras que la interferometría radar de satélite detecta desplazamientos milimétricos en la superficie. Esta información se centraliza en una plataforma digital que integra inteligencia artificial para generar modelos tridimensionales del subsuelo en un área de 400 kilómetros cuadrados alrededor de la mina.

Montserrat Torné, investigadora principal en el CSIC, ha destacado que la inteligencia artificial no solo mejora la precisión del monitoreo, sino que también abre nuevas posibilidades para identificar zonas de inestabilidad estructural y oportunidades geológicas. “Estamos transformando la manera en que se gestiona la seguridad en minería, haciendo que sea proactiva en lugar de reactiva”, ha señalado Torné.

MINERVA no solo tiene aplicaciones en minería. Su capacidad de monitoreo y alerta temprana la convierte en una herramienta ideal para otros entornos que requieren un control riguroso de la estabilidad, como embalses, puertos y centrales nucleares. De hecho, los próximos pasos del proyecto incluyen la ampliación de su alcance a nuevas áreas de la mina de Riotinto y su adaptación para otros sectores industriales.

Enrique Delgado, director general de Atalaya Riotinto, ha subrayado el compromiso de la compañía con la innovación y la sostenibilidad: “Estamos orgullosos de los avances alcanzados hasta ahora y entusiasmados por el potencial de esta investigación para transformar la vigilancia geotécnica y geofísica, no solo en minería, sino en muchas otras industrias”, ha indicado.

El impacto de MINERVA ya se ha hecho sentir más allá de Huelva. Presentada públicamente en marzo de 2024, esta tecnología ha generado un enorme interés en foros internacionales especializados. Sus aplicaciones son diversas y sus beneficios evidentes: seguridad mejorada, reducción de riesgos ambientales y una eficiencia operativa sin precedentes.

La colaboración entre Atalaya Mining y el CSIC es un ejemplo de cómo la investigación científica puede transformar sectores tradicionales como la minería. José Fernández Torres, investigador del IGEO-CSIC-UCM, ha explicado que “la integración de tecnologías avanzadas, como InSAR y ruido sísmico, con herramientas convencionales nos permite tener una visión integral del subsuelo en tiempo real. Esto es clave para la toma de decisiones informadas”.

Además, el proyecto STONE cuenta con la participación de socios tecnológicos como GEOLÉN y Hexagon-Leica Geosystems, que han aportado su experiencia en instrumentación geotécnica y modelización geológica. El software Defsour®, desarrollado por el CSIC, ha sido fundamental para interpretar las deformaciones detectadas por MINERVA, permitiendo incluso anticipar cambios estructurales con meses de antelación.

El desarrollo de esta tecnología marca un antes y un después para la minería del siglo XXI. Con MINERVA, Riotinto no solo se reafirma como un referente histórico del sector, sino que también se posiciona como un laboratorio vivo de innovación y sostenibilidad.

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