Cultivando la creatividad: una habilidad que crece con el bienestar en tiempos de adversidad

Observatorio Empresarial

Dos personas trabajan en el marco del Mobile World Congresss (MWC)
Dos personas trabajan en el marco del Mobile World Congresss (MWC) / David Zorrakino / EP
Ana Pérez-Luño

08 de febrero 2025 - 05:40

En un mundo donde la creatividad suele ser vista como una cualidad fija, reservada para unos pocos, nuevos estudios revelan una realidad más esperanzadora: la creatividad es una capacidad dinámica que puede cambiar de un día a otro, influenciada por factores personales, como el bienestar, y contextuales como la adversidad del entorno. Esta perspectiva no solo transforma nuestra visión de la creatividad, sino que abre la puerta a estrategias que pueden potenciarla, especialmente en momentos de adversidad.

Un reciente estudio llevado a cabo por profesores/investigadores de la Univeridad Pablo de Olavide de Sevilla, Trinity College de Dublin y King’s College London, pone el foco en cómo el bienestar eudaimónico, un concepto que alude a la realización personal y el crecimiento psicológico, actúa como un recurso esencial para que los emprendedores mantengan su creatividad incluso en las circunstancias más desafiantes. Este hallazgo no solo subraya la importancia del bienestar como un fin en sí mismo, sino también como un medio para impulsar la innovación y la adaptabilidad. El estudio señala que el bienestar eudaimónico, definido por la psicóloga Carol Ryff como el funcionamiento psicológico positivo en áreas como la autonomía, el dominio del entorno, el crecimiento personal, las relaciones positivas y el propósito en la vida, no solo contribuye al bienestar general, sino que también fomenta la creatividad. Este tipo de bienestar, al promover un sentido de autorregulación y desarrollo a largo plazo, permite a los individuos responder con mayor flexibilidad y creatividad ante los desafíos.

La creatividad ha sido tradicionalmente considerada una cualidad innata o un rasgo estable. Sin embargo, investigaciones recientes en el ámbito del emprendimiento desafían esta idea, mostrando que la creatividad puede variar día a día dependiendo de factores internos, como el bienestar psicológico, y externos, como las condiciones del entorno. Esta perspectiva es particularmente relevante para los emprendedores, quienes dependen de su capacidad para generar ideas novedosas y útiles a fin de enfrentar los retos diarios y aprovechar nuevas oportunidades de negocio.

El contexto de la pandemia de Covid-19 proporcionó un escenario único para estudiar la relación entre bienestar eudaimónico, creatividad y adversidad. El estudio analizó cómo el bienestar preexistente de los emprendedores afectó su creatividad durante los primeros meses de la pandemia. Los resultados fueron contundentes: aquellos con mayores niveles de bienestar eudaimónico antes de la crisis mostraron una mayor capacidad para mantener o incluso incrementar su creatividad durante la adversidad.

Este efecto fue particularmente evidente en contextos de mayor restricción y dificultades económicas, como los experimentados durante los confinamientos. En contraste, los emprendedores con niveles más bajos de bienestar eudaimónico tendieron a experimentar una disminución en su creatividad, lo que limitó su capacidad para adaptarse a los cambios drásticos del entorno.

La capacidad de generar ideas novedosas y útiles es especialmente crítica en tiempos de crisis, cuando las estrategias tradicionales a menudo resultan inadecuadas. La creatividad permite a los emprendedores encontrar nuevas formas de operar, identificar oportunidades en medio de las dificultades y, en última instancia, garantizar la supervivencia de sus negocios. Sin embargo, esta capacidad también puede verse comprometida por el estrés y la incertidumbre que acompañan a las crisis.

El bienestar eudaimónico emerge como un recurso clave para superar esta paradoja. Al fomentar la autorreflexión, el sentido de propósito y las relaciones significativas, el bienestar eudaimónico proporciona las herramientas psicológicas necesarias para mantener la creatividad incluso en los momentos más difíciles. Este hallazgo subraya la importancia de invertir en el bienestar de los emprendedores, no solo como una forma de mejorar su calidad de vida, sino también como una estrategia para fortalecer la resiliencia y la adaptabilidad de sus negocios.

Todo lo comentado en estas líneas tiene importantes implicaciones tanto para los emprendedores como para las organizaciones que lideran. En primer lugar, destaca la necesidad de adoptar un enfoque más integral hacia el bienestar en el ámbito empresarial. Mientras que muchas iniciativas actuales se centran en la salud física o el alivio del estrés, es crucial incorporar estrategias que promuevan el bienestar eudaimónico. Esto podría incluir programas de mentoría, talleres de desarrollo personal y actividades que fomenten el sentido de propósito y crecimiento.

En segundo lugar, los resultados también invitan a los inversores y responsables de políticas públicas a considerar el bienestar de los emprendedores como un indicador clave de éxito empresarial. Al apoyar iniciativas que promuevan el bienestar eudaimónico, no solo se beneficiará a los emprendedores individualmente, sino también a las economías locales y globales al potenciar la innovación y la competitividad.

Finalmente, este estudio abre nuevas líneas de investigación sobre cómo el bienestar eudaimónico interactúa con otros factores para influir en la creatividad. ¿Cómo pueden las intervenciones específicas potenciar este tipo de bienestar? ¿Qué papel juegan las diferencias culturales o de sector en esta dinámica? Estas preguntas son fundamentales para desarrollar estrategias personalizadas que maximicen los beneficios del bienestar eudaimónico.

Uno de los mensajes más poderosos de este estudio es que la creatividad no está reservada para unos pocos privilegiados. Al contrario, es una capacidad que todos podemos cultivar y desarrollar, siempre y cuando contemos con las herramientas y el apoyo necesarios. Esto incluye cuidar de nuestro bienestar eudaimónico, buscar actividades que nos desafíen y nos inspiren, y rodearnos de relaciones que nos apoyen y nos impulsen a crecer.

En un mundo cada vez más complejo y cambiante, la creatividad se perfila como un recurso esencial para la adaptación y el éxito. Y, como demuestra este estudio, nuestra capacidad para ser creativos no está grabada en piedra, sino que puede florecer día a día, especialmente cuando cultivamos un sentido profundo de bienestar y realización personal.

El desafío está en nuestras manos: invertir en nosotros mismos, abrazar el cambio y descubrir que la creatividad puede ser un camino tanto para la innovación como para el bienestar.

Ana Pérez-Luño es Catedrática de Universidad (U. Pablo de Olavide) y Profesora Titular en Trinity Busines school. Miembro del INN-LAB y promotora de ECREABIEN

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