Guerra comercial: China tensa la cuerda con Trump y aplica desde hoy aranceles a productos agrícolas de EEUU

Pekín impone desde hoy tasas de entre un 10% y un 15% a las importaciones de pollo, trigo, maíz o soja de EEUU en represalia a la política arancelaria de Trump

Pekín acusa a Trump de "querer volver a la ley de la jungla"

Guardias fronterizos chinos observan la llegada de un barco cargado de contenedores a un puerto del país asiático, en una imagen de archivo.
Guardias fronterizos chinos observan la llegada de un barco cargado de contenedores a un puerto del país asiático, en una imagen de archivo. / EFE
Redacción / Agencias

10 de marzo 2025 - 11:35

Pollo, trigo, maíz o soja son algunos de los principales productos agrícolas de Estados Unidos a los que el Gobierno Chino ha empezado a aplicar este lunes aranceles de entre el 10% y el 15% para cruzar sus fronteras. La respuesta de Pekín a la política arancelaria de la Casa Blanca recrudece la guerra comercial entre los dos países después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara la semana pasada un aumento desde el 10% al 20% de las tasas aplicadas sobre productos chinos.

El Ministerio de Finanzas chino explicó que, en respuesta a la decisión de Washington, Pekín impondrá aranceles del 15% al pollo, trigo, maíz y algodón, mientras que éstos serán de un 10% para la soja, el sorgo, la carne de cerdo y de vacuno, pescado y marisco, frutas, verduras y productos lácteos.

Junto a la imposición de aranceles a productos agroalimentarios procedentes de EE.UU., las autoridades chinas presentaron una queja adicional ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) porque "las medidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las normas y socavan las bases de la cooperación económica y comercial" entre ambos países.

Pekín, además, volvió a utilizar la "lista de entidades no fiables" para imponer sanciones a diez empresas estadounidenses, que supuestamente están implicadas en la venta de armas a Taiwán, a pesar "de la firme oposición de China, socavando gravemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo" del gigante asiático.

"China nunca ha buscado de forma deliberada que Estados Unidos tenga un déficit comercial con nosotros. La situación es consecuencia de las leyes del mercado y de las estructuras económicas de ambos países. Pero EE.UU. también se ha beneficiado enormemente de su comercio con China", ha señalado en rueda de prensa la ministra china de Exteriores, Mao Ning.

Seegún la portavoz del Gobierno chino, Estados Unidos ha podido importar productos de calidad a bajo coste, de modo que sus consumidores han visto crecer su capacidad de consumo al tiempo que se han creado empleos en ese país en sectores como el transporte, el comercio electrónico o las ventas minoristas.

"Buscar una reciprocidad absoluta en términos de comercio va en contra del sentido común. Y no se debe subestimar la reacción de los consumidores y las empresas estadounidenses (a una guerra comercial)", ha agregado.

Según Mao, "es imposible esconder que hay una agenda consistente en instrumentalizar los asuntos comerciales para contener a China (...) Pero quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos. Estados Unidos tiene que aprender lecciones y cambiar su actitud".

A pesar de las quejas y medidas anunciadas por Pekín, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, expresó la semana pasada su confianza en que los fabricantes chinos no tendrán más alternativa que "tragarse" los aranceles sin subir los precios.

"El modelo comercial de China es exportar, exportar, exportar, y eso es inaceptable", afirmó Bessent en una entrevista con 'Fox News', recordando que el gigante asiático se encuentra en medio de una crisis financiera de la que trata de salir mediante la exportación.

Un mercado de peso para los productos agrícolas de EE.UU.

Pese al descenso experimentado en los últimos años, el sector agroalimentario de EEUU sigue teniendo a China como uno de los principales destinos de sus exportaciones.

En 2024, China importó 13,76 millones de toneladas de maíz, de las cuales 2,07 millones procedieron del país norteamericano, según datos del portal especializado China Grain, que asegura que Estados Unidos llegó a ser el principal proveedor exterior de maíz del país asiático, pero que ha sido superado en los últimos años por Brasil y Ucrania.

En cuanto al trigo estadounidense, China importó el año pasado 1,90 millones de toneladas, cantidad que representó aproximadamente el 17,3% del total de sus importaciones de este cereal.

El portal también señala que la dependencia de China de la soja de Estados Unidos ha disminuido en los últimos años, hasta representar en 2024 un 21% del volumen total de soja importado, una tendencia que ha beneficiado a países como Brasil, del que ya procede el 71% de la soja que importa el gigante asiático.

Un conflicto comercial que viene de lejos

El Gobierno chino ya impuso en febrero aranceles de entre el 10 y el 15% a otros productos estadounidenses como el petróleo, el gas licuado y los automóviles. Del mismo modo, Pekín anunció controles de exportación a minerales críticos, abrió una investigación contra Google, puso en su 'lista negra' al dueño de Calvin Kein y presentó una demanda ante la OMC.

Ambas potencias están inmersas en una guerra comercial desde la anterior presidencia de Trump (2017-2021), cuando el mandatario norteamericano impuso varias rondas de aranceles al país asiático, que también respondió entonces con gravámanes a las importaciones de EE.UU. Según interpretaron algunos expertos por aquellas fechas, el objetivo de China era negociar desde una posición de fuerza un posible aumento de las compras de bienes estadounidenses para reducir el actual déficit comercial, favorable a Pekín.

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