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El fabricante de mamparas Hispabaño prevé duplicar ventas con un plan de expansión exterior y nuevas vías de negocio

La empresa sevillana planea abrir mercado en Filipinas el próximo ejercicio y se fija como objetivo los ocho millones de facturación en el horizonte 2030 

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La directora de Hispabaño, Vanessa Muñoz. / Juan Carlos Muñoz
Nuria Ramos

23 de diciembre 2024 - 07:00

Sevilla/“Vamos a empezar un programa más agresivo de exportación y a abrir nuevas líneas de negocio con productos complementarios a los que tenemos ahora”. Con estas palabras resume Vanessa Muñoz, directora del fabricante de mamparas de ducha Hispabaño, los ejes principales del Plan Estratégico 2030 de la compañía, una iniciativa que empezará a implementar el próximo ejercicio y con la que prevé más que duplicar ventas en un horizonte de cinco años, llegando a los ocho millones de euros

La empresa familiar sevillana -con la segunda generación al frente- cerrará este 2024 con 3,5 millones de euros de facturación y dará el pistolazo de salida a su estrategia de crecimiento en 2025, coincidiendo con la conmemoración de sus 30 años de historia dedicada a la fabricación de mamparas de baño y ducha, que distribuyen por toda España, incluidas las Islas Canarias, y por varios países europeos como Italia, Francia, Portugal, Bélgica o Alemania. 

El catálogo actual de Hispabaño integra 12 familias de productos fabricados en su planta del Polígono Industrial El Pino de Sevilla, donde dispone de una plantilla de 25 personas y produce 150 unidades diarias de media. Entre sus distribuidores, figuran grandes firmas nacionales e internacionales del sector del baño, aunque también tiene como canal de venta pequeñas tiendas especializadas, negocios de carpintería metálica o profesionales autónomos.  

Otras ramas de actividad en las que compañía incorpora sus artículos son las constructoras de viviendas y las empresas de reformas de hoteles, a las que se une un nuevo segmento de mercado en el que ha entrado recientemente: los baños para construcción industrializada. “Es un nicho que todavía aporta poco volumen, aunque de los 30 fabricantes que hay en España, trabajamos ya con diez de ellos, a los que proveemos e, incluso, instalamos las mamparas”, enfatiza Muñoz. 

Salto a Filipinas  

“Salimos al exterior hace ya más de ocho años, aunque la exportación no supone un porcentaje alto de nuestras ventas, no llega al 10%, pero estamos en el camino”, apunta. Ahora, la firma planea con su Plan Estratégico 2030 no solo aumentar su implantación en territorio nacional, sino, sobre todo, consolidarse en países europeos donde ya está presente y entrar en nuevos mercados internacionales, un ámbito en el que destaca como hito poner una pica en Filipinas el próximo año.  

En este sentido, la directora de Hispabaño -que también es presidenta de la asociación Empresarias Sevillanas- explica que se van a apoyar en la agencia Andalucía Trade de la Junta para “dar este salto que no es baladí, porque el Gobierno filipino tiene ahora mismo en marcha un plan de desarrollo de infraestructuras hoteleras y de alojamiento, debido a que el país no tiene capacidad para asumir el turismo que está llegando”. “Es una oportunidad importante que queremos aprovechar; están buscando proveedores de aquí porque allí no hay fabricantes de casi nada”, señala.  

Objetivo: ocho millones 

En cuanto a las nuevas líneas de negocios, el plan de diversificación pasa por añadir al catálogo de su marca productos como platos de ducha y otros artículos complementarios a la mampara, bien “mediante fabricación propia o con acuerdos de colaboración con otros partners”, precisa la directiva. “Con esta estrategia, la expansión internacional y el devenir natural del sector, podemos alcanzar los ocho millones de euros negocio en cinco años”, recalca. 

De esta forma, Hispabaño quiere apuntalar de cara al futuro el proyecto que nació “en 1995 de la mano de mi padre, que venía del sector de la carpintería metálica”, subraya Vanessa Muñoz, que está al frente de la firma como directora desde hace una década -aunque ya antes compatibilizaba sus estudios de Derecho con el trabajo en el negocio familiar-, y que reconoce que estos casi 30 años de trayectoria no han sido un camino fácil, teniendo que hacer frente a distintos altibajos.  

Balance de la trayectoria 

Así, la época dorada llegó a principios de los 2000 con un crecimiento “casi incontrolable porque era de duplicar el volumen de negocio y llegamos a tener 50 empleados”, recuerda. El boom inmobiliario tiró de la firma hasta 2010, cuando se vio afectada por la crisis de la construcción y hubo que “realizar ajustes”, pero lograron mantenerse “porque el mercado de la reforma de viviendas siguió funcionando y éramos una empresa muy solvente y con liquidez”, añade.  

“Fue peor -asegura- la pandemia del Covid-19 por el parón de la producción”, a lo que luego se añadieron el incremento de precios de las materias primas, entre ellas algunas básicas para la compañía como el aluminio, el cristal o el plástico; la invasión de Ucrania; y los problemas en el transporte de mercancías a nivel global. “Han sido unos años duros, aunque, gracias de nuevo a nuestra estabilidad y solvencia, hemos vuelto a cohesionar al equipo y a coger vuelo”, concluye.  

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