El Puerto de Algeciras, pendiente de la vuelta del comercio marítimo al Canal de Suez
La tensión internacional agitó los tráficos mundiales, pero el alto al fuego en Gaza hace que las navieras vuelvan a mirar al Mar Rojo, a la espera de que los ataques a buques desaparezcan y se retome el tránsito
Cambios en rutas y escalas: las claves de la alianza marítima Gemini de Maersk y Hapag-Lloyd a partir de febrero
Algeciras/El comercio marítimo internacional sufrió un fuerte terremoto a finales de 2023 con la guerra de Gaza y los ataques de los hutíes a los barcos que cruzaban el Mar Rojo hacia o desde el Canal de Suez. Todo ello afectó a navieras y puertos como el de Algeciras, que esperan que el reciente y frágil alto al fuego alcanzado en la zona sea el punto de partida para relanzar el tráfico de mercancías.
Si bien las navieras adaptaron su planificación para no perder clientes, el propio cambio de rutas ya tuvo algunos efectos inmediatos. El primero de ellos fue la pérdida de peso de puertos de la zona oriental del Mediterráneo como el del Pireo, en Grecia, que ya caía casi un 10% de tráficos hasta septiembre de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, justo antes del inicio de la guerra en Gaza.
Otra de las consecuencias fue la extensión de los tiempos de viaje en muchos de los servicios al no poder tomar el atajo que supone el Canal de Suez. La propia tensión internacional por este conflicto también impactó en el número de movimientos comerciales, a la que ya contribuía desde 2022 la guerra de Ucrania.
El Puerto de Algeciras, dado su privilegiado emplazamiento en el Estrecho de Gibraltar, ha conseguido sortear parcialmente esta situación al erigirse como un punto de conexión para la reordenación de las singladuras, que circunnavegan África, pasando por el Cabo de Buena Esperanza, antes de recuperar su rumbo camino a Europa o América. Aun así, con unos precios que se han incrementado en muchos casos, acumula dos años con pérdida anual de tráficos que no superan el 1% pese a tener que sobrellevar otros condicionantes más locales como la huelga de Acerinox o las obras en algunas terminales.
Ahora, una posible vuelta de los buques al Canal de Suez puede invitar a esperar un crecimiento de los tráficos una vez se reconfigurasen las rutas definitivamente, aunque aún queda tiempo para ello. Por el momento, el presidente de la dársena algecireña, Gerardo Landaluce, en palabras a este periódico, espera que el alto al fuego suponga una relajación de los ataques de los hutíes, lo que permita que se clarifique durante el año la situación del canal y se recupere la confianza en este trazado. Aun así, reconoce, las navieras son conservadoras a la hora de aplicar cambios, por lo que la garantía de seguridad debe ser "estable" por la complejidad de reconfigurar varias veces los itinerarios.
Las navieras, pendientes
Con esta perspectiva, compañías como la danesa Maersk o la francesa CMA CGM han recibido con optimismo la noticia del cese de la violencia y, con la esperanza de que se alcance un acuerdo de paz definitivo, ya se han pronunciado respecto a posibles cambios en sus rutas a la luz del cese provisional del conflicto, aunque con cautela.
El pasado jueves, 23 navieras compartieron con la Autoridad del Canal de Suez su disposición a retomar la ruta por esta vía marítima, si bien transmitieron su voluntad de esperar a que se estabilice la seguridad en el mar Rojo.
Maersk señaló la pasada semana que, dado que el camino hasta la paz es poco predecible y las tensiones en la región siguen vigentes, "el riesgo para la seguridad de los buques comerciales sigue siendo alto" en el entorno del Mar Rojo y el Estrecho de Bab-el-Mandeb, que lo une con el Mar Arábigo, entre Yémen y Djibuti. CMA CGM añadió en un comunicado que, si bien los recientes avances auguran un camino hacia la estabilidad, "sigue siendo un positivo pero frágil signo para el comercio global y la industria logística".
Esta situación lleva al mantenimiento de las rutas actuales planificadas por las navieras hasta ver cómo discurre el conflicto en los próximos meses. CMA CGM confirma una "significativa dependencia" del paso por Buena Esperanza para asegurar la seguridad de la línea, aunque abre la puerta a posibles cambios puntuales en el futuro a algunos servicios en función de las condiciones operativas.
Maersk se mantiene en la misma línea, asegurando su paso en un largo plazo por Sudáfrica para "optimizar la estabilidad" en su cadena de suministro, ya que realizar cambios que pueden verse afectados por la seguridad complicaría sus operaciones. La naviera afronta a partir del 1 de febrero del cambio a la alianza Gemini junto a Hapag Lloyd y el trazado de las rutas está realizado a través de Buena Esperanza, aunque asegura a sus clientes que cualquier modificación será avisada con tiempo una vez que sea seguro el retorno al Mar Rojo.
Por el momento, volviendo al Puerto de Algeciras, el paso de Maersk a Gemini ya prevé un aumento de los tráficos de la naviera en la dársena del Estrecho de Gibraltar, con varias rutas que sortearán el continente africano por el sur antes de realizar sus escalas. Aun así, ni autoridad portuaria ni naviera perderán ojo de la evolución del Canal de Suez de cara a la reorganización del futuro del tráfico marítimo.
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