El Sabadell reafirma en su regreso a casa que tiene mejor futuro en solitario
Oliu destaca que diez meses después de que se lanzara la opa la cotización reafirma que la oferta no aporta valor
Josep Oliu espera que el Gobierno sea claro sobre si el Sabadell se fusionará con BBVA o no si se ejecuta la opa

Sabadell (Barcelona)/Siete años después de la última junta oficial celebrada en la Fira de Sabadell, el banco que lleva el nombre de la población recobró su tradición tras el reciente cambio de domicilio social a su sede fundacional. Y lo hizo en un momento en el que la entidad lucha por mantener su proyecto en solitario al oponerse a la opa hostil lanzada el pasado 9 de mayo por BBVA.
La tarde fue emotiva en Sabadell con doble motivo por tanto: por el regreso y por la defensa de un proyecto capaz de generar valor por sí mismo.
Esta dualidad quedó de manifiesto desde el principio del discurso con el que el presidente del banco, Josep Oliu, abrió la junta general, una vez constituida esta formalmente.
Apoyado en unos resultados récord que han elevado la rentabilidad sobre el capital tangible al 14,9%, Oliu les dijo a sus accionistas que el consejo que preside y la propia dirección del banco priman “el proyecto propio de Banco Sabadell, como generador de una rentabilidad sostenible para sus accionistas, frente a las consecuencias que la aceptación de la oferta de integración tendría sobre nuestros accionistas, clientes, empleados y la sociedad en su conjunto, con los riesgos que ello tiene sobre la creación de valor”.
Oliu, además, enfatizó que el tiempo le está dando la razón respecto a que la oferta recibida y rechazada y transformada luego en opa hostil les está dando la razón: “Después de diez meses de proceso, la realidad es que la cotización conseguida por el banco es sustancialmente superior al valor ofrecido en su día por BBVA”.
Pero el propio presidente del banco catalán dejó entrever que parar un proceso como esta opa es muy complejo, incluso aunque haya apelado al Gobierno a que ponga duras condiciones y diga claro si vetará o no una fusión. Lo hizo cuando dio por hecho que los accionistas tendrán que decidir: “Ahora ustedes, cuando se abra el periodo de canje, deberán optar por seguir apoyando el proyecto de Banco Sabadell, o bien, acudir al canje ofrecido, que implica recibir fundamentalmente acciones de BBVA”.
Sus argumentos para convencerles de que el camino correcto sería seguir en solitario no fueron nuevas y se apoyan en cuatro pilares.
“Nuestro proyecto, al ser de continuidad y estar a pleno rendimiento y con máxima solvencia, se puede considerar como un proyecto con riesgo de ejecución bajo”, dijo Oliu, que en cambio contrapuso que “la adquisición de Banco Sabadell por BBVA presenta riesgos de ejecución más importantes que se deberán ponderar”.
En primer lugar, porque las sinergias de costes se producen si hay fusión, pero son menores y mucho más difíciles de realizar si no la hubiera y, en todo caso, están impactadas negativamente por el nuevo impuesto a la banca.
En segundo lugar, porque, dijo, “la operación conlleva serios problemas de competencia y la más que presumible exigencia de remedios, que habrá que valorar cómo impactan sobre el valor del hipotético banco resultante”.
En tercer lugar citó “la predisposición desfavorable de los clientes, puesta de manifiesto en las más de 80 personaciones de entidades y asociaciones ante la CNMC, podrían hacer esperar, en caso de prosperar la OPA en las mismas circunstancias actuales, significativas pérdidas de clientes”. Eso conduciría les dijo, a “pérdidas de negocio y de valor para el accionista, lo que técnicamente significa sinergias negativas de ingresos”.
En cuarto lugar, Oliu alertó de que la perspectiva de dividendos y generación de capital que ofrece el proyecto de Banco Sabadell en solitario para sus accionistas difícilmente podrá ser equiparada o superada por la oferta de BBVA.
“Para los accionistas de Banco Sabadell, a los que se les está ofreciendo ser accionistas de BBVA, como para los accionistas que ya lo son de BBVA, creo que genera más valor mantener los proyectos de ambos bancos de forma independiente”, concluyó Oliu.
Los accionistas obsequiaron al presidente tras su discurso con una sonora ovación que se prolongó varios minutos.
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