La subida del SMI impide la creación de 350.000 empleos en las pymes desde 2018
Cepyme señala que el salario mínimo representa ya el 70% del sueldo medio en las empresas más pequeñas, por encima del umbral del 60% sugerido en la Carta Social Europea
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En plena controversia entre los socios de Gobierno por la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que por primera vez tendrá que pagar IRPF, las pequeñas y medianas empresas añaden leña al fuego tras la última subida pactada por Trabajo con los sindicatos, que según la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme), redunda en su impacto negativo sobre el empleo.
Según el último informe ‘Salarios, repercusión de la subida del SMI’ elaborado por el servicio de Estudios de Cepyme, las pequeñas y medianas empresas han dejado de crear 350.000 empleos desde 2018 a causa de las sucesivas subidas del SMI.
Como prueba del “perjuicio” de la escalada del salario mínimo en las pymes, la patronal esgrime la evolución del empleo en las microempresas, que ha subido un 0,9% desde finales de 2018 frente al 12,9% que "podría haber subido de proseguir las tendencias de aumentos de contratación en la dinámica anterior" y que, en puestos de trabajo, se traduciría en 350.000 puestos de trabajo.
El estudio sitúa a las microempresas como las más afectadas por el alza del SMI, que según Cepyme, representa ya el 70% del sueldo medio de las empresas más pequeñas. Tras la ultima subida de este año, hasta 1.184 euros en 14 pagas, el salario mínimo supone el 61,8% del sueldo medio neto de jornada completa, por encima del umbral del 60% de la remuneración media sugerido por la Carta Social Europea en el que el Ejecutivo justifica su aumento acumulativo del 80,7% desde 2016, indica la patronal.
Brecha entre salarios y productividad
Cepyme también denuncia que España es el país de la Unión Europea (UE) con "el salario mínimo más costoso en relación con la productividad", costes que tienen un impacto muy diferente en función del tamaño de las empresas, los sectores y el territorio.
El informe destaca, en este sentido, que la subida del SMI afecta más a las pymes, más intensivas en asalariados de remuneraciones bajas, situación acorde a la menor productividad de estas compañías. De hecho, desde Cepyme precisan que, en el caso de las micro y pequeñas empresas, que suponen el 99% del tejido productivo español, el nuevo SMI supone el 70% del salario medio ordinario de jornada completa.
"Además, al ampliarse la brecha entre salarios y productividad, los costes laborales son más gravosos para las empresas de menor tamaño", explica el análisis, que también subraya que el esfuerzo adicional vinculado al SMI de las empresas más pequeñas llega casi al 30%.
Aumento "desproporcionado"
Por otra parte, el documento señala que la imposición de un salario mínimo creciente supone "la práctica intervención" de algunos sectores -como el comercio y la hostelería- en los que la gran mayoría de los asalariados se sitúan en rangos del SMI.
"Además, el aumento del SMI ha sido desproporcionado a la evolución de la facturación y la productividad, llegando al punto de haber subido desde 2018 el doble que las ventas del comercio minorista y más del triple que las ventas registradas por los negocios con un solo establecimiento", argumentan desde Cepyme.
En esta línea, el informe deja igualmente patente que el impacto por sectores también es "desigual", existiendo diferencias de más de 20 puntos porcentuales entre la relación que el mismo SMI supone para las pequeñas empresas de servicios y las grandes empresas industriales.
Diferencias territoriales
La confederación de pqueñas y medianas empresas detalla que el SMI excede esa referencia del 60% del salario medio de jornada completa en 42 provincias, llegando a suponer el 75% del sueldo medio en 34 de ellas.
"Esto supone que la subida desatiende la realidad del tejido productivo de la mayoría del país, además de ser especialmente dañina en provincias afectadas por el fenómeno de la despoblación y la falta de mano de obra para cubrir puestos de trabajo vacantes, como Ávila, Zamora y Toledo, entre otras", recalcan desde Cepyme, que hace hincapié en que, como consecuencia, las provincias más perjudicadas pierden su capacidad para competir con otros territorios.
A escala autonómica, el estudio resalta que la subida coloca el SMI por encima del 60% en trece comunidades, lo que viene a suponer "un agravio en los costes laborales en favor de las más pujantes y que castiga especialmente a aquellas regiones afectadas por la despoblación".
Andalucía, donde el SMI supone ya un 68,4% del sueldo medio, figura en el grupo de cabeza junto a Extremadura (72,8%), Canarias (71,3%) y Murcia (68,6%). En el extremo opuesto se encuentran Madrid (53,9%), País Vasco (56%) y Navarra (57,9%).
Asimismo, el documento señala que España anota el "mayor importe relativo" del SMI en Europa, al tiempo que registra el segundo mayor descenso de la productividad, lo que implica que el "peso de los costes laborales en las cuentas de las empresas sea todavía mayor en términos relativos".
QUINTO MAYOR INCREMENTO DEL SMI EN LA UE
Así, España exhibe el quinto mayor incremento del SMI en la UE y el tercero de la zona euro, además de haber crecido casi el triple que los precios desde 2018 (45,1% frente a 19,5%) y ser mucho mayor que el aumento de las ventas, algo "especialmente palmario en sectores intensivos en pequeñas empresas, como el comercio minorista o la hostelería".
"Como consecuencia de esa evolución al alza desacompasada de la evolución de la productividad, la inflación y las ventas, cae la rentabilidad de las pymes, lo que mina su capacidad de generar inversión y crear empleo", ha enfatizado la patronal, que también ha vuelto a incidir en que el SMI presiona al alza los costes laborales.
Así, del estudio se desprende que el coste efectivo para el empresario es entre un 67% y un 75% más alto que el SMI, ya que la subida a 1.184 euros se traduce en un coste por empleado de hasta 1.904 euros. Por otra parte, si se prorratea entre los 11 meses de trabajo efectivo, el coste salarial efectivo mínimo por mes de trabajo asciende a entre 1.981 euros y 2.077 euros, sin contar el "menoscabo que supone el absentismo".
Por todo ello, Cepyme reclama "una contención de los costes laborales en favor del empleo y la inversión empresarial en un marco que tenga en cuenta los sectores, territorios y los tamaños de empresa, habida cuenta de que la microempresa es la empresa tipo española".
Yolanda Díaz replica que discutir la subida del SMI "es una batalla perdida"
"Discutir hoy el SMI es una batalla perdida" porque ha demostrado ser "la herramienta más eficaz para luchar contra la pobreza laboral y la desigualdad". La respuesta de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha salido al paso del informe publicado por Cepyme, cuyos cálculos discute, ya que a su juicio "no se pueden haber hecho" porque la subida del SMI "acaba de entrar en vigor".
La ministra de Trabajo ha recordado que, pese a que se dijo que elevar el salario mínimo iba a ser un "desastre" para el empleo, ahora que acumula una subida del 61% desde 2018, hay récord de ocupados en España, con casi 22 millones de trabajadores.
"Con todo el respeto a Cepyme, discutir hoy el salario mínimo, de verdad que es una batalla perdida, porque el salario mínimo es una historia de éxito en España", ha subrayado la vicepresidenta.
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