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Análisis
Joaquín Aurioles
Trump y la desdolarización
Sevilla/El sector del aceite de oliva virgen extra está cerca de conseguir un hito histórico: que en la etiqueta de los envases que se venden en cualquier supermercado de España y del resto de la Unión Europea pueda aparecer la expresión “reduce el colesterol” y “reduce la hipertensión”, algo que también podría ser extensible a la categoría virgen.
Esto ahora mismo no es posible, ya que el producto no está considerado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) como Declaración de Salud, pese a los múltiples estudios científicos que avalan sus beneficios. En la Unión Europea hay solo una quincena de alimentos con esta consideración, entre ellos, por ejemplo, el Danacol, el lácteo desnatado fabricado por Danone.
Hace un año, en abril de 2024, la asociación QvExtra!, que agrupa a 33 empresas especializadas en virgen extra con 120.000 hectáreas de olivar y el 10% de la producción total, presentó la solicitud para este reconocimiento ante la EFSA y este viernes, 21 de febrero, ha salido a consulta pública, el paso previo antes de su aprobación definitiva.
“Tenemos la sensación de que la alegación va a ser concedida y eso es muy importante, porque al consumidor le llegaría clarísimo el beneficio del producto y para España, como primer productor, la visibilidad sería tremenda”, señala Herminia Millán, gerente de la asociación, quien recuerda que, ahora mismo, si una empresa afirma en una red social que el aceite de oliva reduce el colesterol “se arriesga a que le pongan una multa”.
QvExtra! asegura que ha costeado la iniciativa sin ayuda externa --ni del Gobierno ni de la Interprofesional, donde se agrupa todo el sector, no solo el virgen extra-- y que esta empieza a dar sus frutos tras más de tres años de trabajo. Ha aportado a la EFSA más de 200 páginas con una síntesis de 4.500 artículos publicados a nivel internacional en los últimos 20 años y de ahí la asociación ha seleccionado ocho que, según considera, conectan bien la cualidad de producto para reducir el colesterol con la prevención de la enfermedad cardiovascular. Además, QvExtra! ha adjuntado 500 analíticas de empresas asociadas que caracterizan el aceite según su contenido en polifenoles, un agente antioxidante. Y se concluye que con 8 miligramos de polifenoles al día, equivalente a cuatro cucharadas de aceite de oliva, se logra el objetivo de reducir el colesterol, 12 miligramos en el caso de la hipertensión.
El contenido de polifenoles que debe tener una botella para ser considerada saludable -y poder ponerlo en la etiqueta- es de 200 partes por millón. La gerente de QvExtra! afirma que la asociación podía haber pedido protección para que solo las empresas pertenecientes a ella pudieran hacer uso de la etiqueta, pero ha decidido no hacerlo, por lo que se beneficiará cualquier envasador que cumpla con este requisito, si finalmente la alegación sale adelante.
Millán calcula que en el mes de junio la EFSA puede anunciar su decisión definitiva, o bien “parar el reloj” para pedir nueva documentación. De momento, está abierto el plazo para consultas hasta el 14 de marzo. En ese periodo podrán presentarse alegaciones en contra –algo que parece poco probable-- o complementarias. QvExtra! tiene previsto aportar cartas de recomendación de científicos reconocidos. Durante el proceso, la asociación ha contado con el apoyo de un comité científico liderado por la doctora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) María del Carmen Millán y conformado por científicos como Miguel Ángel Martínez, Ramón Estruch, Eduard Escrich, Francisco Pérez Jiménez, José López Miranda, Rafael Moreno Rojas, Fernando López Segura y José Juan Gaforio. La consultora especializada en el sector oleícola Ofade Consulting ha participado, también, en la gestión integral del proyecto.
“Si finalmente sale adelante, nos va a permitir diferenciar el aceite virgen extra y virgen del resto de aceites de olivas y de semilla refinados, como el girasol; hay una brecha grandísima entre unos y otros”, dice Herminia Millán, que también alude al beneficio económico, al aumentar previsiblemente el consumo: “Va a ayudar a la sostenibilidad económica del sector”, afirma.
La asociación QvExtra!, por otro lado, promueve el Siqev, un sello internacional que eleva los estándares oficiales del virgen extra, tanto de frutado (de más de cero a más de cuatro), como de acidez (menor de 0,3 frente a menor de 0,8), como de polifenoles (por encima de 200 cuando la normativa no establece un mínimo). Cada año sus empresas venden dos millones de botellas en todo el mundo con estas características.
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