Huelva y Emigrantes, unidas en la devoción a la Blanca Paloma
Los Simpecados reciben, en 1994, la medalla de la ciudad Se levantan nuevas casas de hermandad Se inaugura el monumento a la procesión
Huelva está especialmente identificada con sus dos hermandades rocieras. La de Huelva, desde 1880, es uno de los grandes referentes de la romería. La Hermandad de Emigrantes viene a hacer realidad nuevos deseos, de emigrantes españoles en Alemania, constituyéndose en nuestra provincia en los años setenta, tras la vuelta de la mayoría de ellos a partir de 1967.
Dos hermandades que continúan día a día ampliando esa devoción a la Virgen del Rocío que se ve plasmada en actos y en hechos concretos, como las sedes tanto de la aldea como de la capital. En estos 30 años de Huelva Información, el periódico ha podido ser testigo de importantes acontecimientos de unos años especialmente intensos, que han hecho crecer a ambas hermandades. Hay datos tan curiosos como la evolución de la comitiva rociera, que, aunque haya podio bajar algo por cuestiones últimas de la crisis económica, se ha multiplicado considerablemente. Aquel año de 1984 se contaron 17 carros adornados, y este de 2013 serán 44. Iban también 240 charrés, 48 tractores y otros vehículos; mientras, este año están inscritos 6 carros cuadrados, 51 jardineras y 62 tractores. Como se ve, se mantiene la tradición aumentando los carros, pero el gran incremento está en los tractores y casi no hay charrets.
Con Emigrantes, en 1984 iban 14 carros y ahora son 16; también formaban la comitiva 5 charrets, 20 coches con caballos y 10 tractores; este año se inscriben 94 tractores con remolques, enganches con caballos y vehículos de apoyo.
Aquel número de 500 caballos que iban con Huelva se fue incremenando, aunque en los últimos años, por la crisis, las cifras han ido a menos y hoy se esperan unos 1.000 equinos.
Hay datos tan interesantes como los cambios en este periodo de tiempo referentes a sede y con ello la salida de la comitiva. Huelva, que pasó en 1961 a la parroquia del Rocío, organizaba a sus puertas la misa de romero y la salida desde las calles de sus alrededores; ahora es desde su casa en el Polígono de San Sebastián, levantada en 1989. En la aldea, con el nuevo patio de los Damas inaugurado en 2001.
Con Emigrantes queda hoy el recuerdo de aquellas salidas con misa en la parroquia de los Dolores, con eucaristía presidida por el buen rociero Manuel López, y desde su plaza, donde se organizaba la comitiva, para hacer un gran recorrido que le llevaba hacia la iglesia del Rocío, pasando antes por la Plaza de San Pedro, para llegar a la calle Blanca Paloma, que se vestía de gala para recibirla. Hoy la comitiva parte de la nueva casa del Molino de la Vega, inaugurada en 1998. Lo que sí se ha perdido es el paso de la comitiva por la calle Marina al ser peatonalizada, donde fueron recibidas ambas hermandades a su paso por la Redacción de Huelva Información.
La Hermandad de Huelva pernoctaba en el poblado forestal de Bodegones, lo que se ha cambiado por la Matilla desde 2010.
Aquella salida de 1984 Emigrantes tenía una parada muy especial en la Concepción; a sus puertas se había trasladado la imagen de María Santísima de la Amargura, cuya Hermandad del Nazareno celebraba su 400 aniversario. La nombró hermana de honor. Mientras, en 1986 la Hermandad de Emigrantes acude al santuario de la Cinta, como viene haciendo hasta este mismo año, antes de iniciar su camino a la aldea almonteña. En esta primera ocasión para hacerle entrega a la imagen de la Virgen de la Cinta de la medalla de Emigrantes, además de realizar una ofrenda floral.
La Hermandad de Huelva también hizo entrega de su medalla de oro en 1992, a la vez que acostumbra a acudir al santuario, ahora en octubre.
Hay un hecho especialmente significativo, que une a toda la Huelva rociera, y es la construcción del monumento a la Virgen del Rocío en El Punto, por una comisión de rocieros, principalmente de la Hermandad de Huelva. Una obra realizada por el escultor Elías Rodríguez Picón y bendecida por el obispo emérito, Ignacio Noguer Carmona.
No hay comentarios