"El Rocío me hace vivir un sueño que me roba horas de cama"
Alfonso bejarano. Hermano Mayor de la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte
El técnico forestal invita a vivir en primera persona la fe en la Señora, el fervor del camino, los rezos frente a la reja y la procesión del lunes de madrugada.
En el trabajo filmográfico Rocío Reina y Madre de Andalucía. Una devoción Universal, el director Carlos Colón dibuja en imágenes la amalgama de rocíos que motivan y vive en primera persona el peregrino. Alfonso Bejarano, hermano mayor de la Ilustrísima Hermandad Matriz de Almonte se congratula de haber disfrutado de un gran número de romerías, siempre acorde "a su edad y al tiempo que le tocó vivir". Sin embargo, ninguna experiencia pasada puede igualarse a vivir este acontecimiento religioso representado a la entidad que concita la devoción mariana más universal de Andalucía.
A sus cuarenta y cinco primaveras, El Rocío le está premiando con el sueño de disfrutar de algo mágico y único. Su peaje es la pérdida de horas con Morfeo, al que cada vez dedica menos tiempo por los compromisos con la Matriz. También por esos momentos en los que durante el duermevela su imaginación vuela persiguiendo ese día en el que la hermandad parta hasta la aldea.
Los primeros recuerdos de Bejarano como peregrino ahondan sus raíces en la niñez. Su madre le llevó al Rocío cuando sólo contaba con dieciséis días de nacido.
Recuerdos que han alimentado su subconsciente y le han permitido mamar desde pequeño esa fe en la Señora. Por esa razón, no comparte la imagen que algunos proyectan de que El Rocío es una fiesta sin más, descarnada de cualquier atisbo religioso o de fe. Bejarano afirma resuelto que esas afirmaciones parten de la distancia, de quienes no han presenciado el fervor del camino, los rezos frente a la reja de la Reina de las Marismas, los sentimientos que se descorchan al paso de la procesión el lunes de madrugada.
Él invita a vivirlo en primera persona. "Yo le diría que se viniera un año conmigo, verá como repite año tras año; sin perder ni uno". Y es que, como cualquier almonteño, el es notario de cuanto acontece en la aldea, el mejor embajador para descubrir esas estampas que describen al profano la fe en la Reina de las Marismas.
En la asamblea general de presidentes y hermanos mayores de las hermandades del Rocío tuvo su debut representando a la Matriz. Su decisión más trascendental hasta ahora ha sido la elección de El Camino de los Llanos para que Almonte corone la aldea y alcance el santuario. Bejarano cree que en un futuro no muy lejano el Simpecado peregrinará un mayo por el camino de los Tarajales.
"Ambas sendas son preciosas. Tanto por una como por otra podríamos ir", pero quizás esta senda "todavía no está tan bien acondicionada". De caminos sabe este técnico forestal, que también ha vivido la experiencia a pie con hermandades como el Puerto de Santa María, desde la provincia de Cádiz; o con Huévar, desde Sevilla, ambos recorridos que define como igual de evocadores.
Bejarano agradece el apoyo de la familia a la hora de ser participe de este sueño. Desde que le comunicó a su mujer su intención de presentar la candidatura, "ella ha estado apoyándome en todo momento. Todos hemos estado a una". Y no le falta razón. Si existe un denominador común entre todos los que le precedieron en el cargo es a la hora de ensalzar el trabajo que hay detrás de este nombramiento. Personas que colaboran desinteresadamente en la organización de una romería en la que Almonte es el faro y la referencia en la que se miran 117 filiales y cerca de un millón de peregrinos.
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