Saca de las Yeguas 2023: Almonte se entrega con el ganado Marismeño

Los yegüerizos bendicen a su ganado ante la ermita de la Virgen del Rocío

Las mejores imágenes de la Saca de las Yeguas 2023 en Huelva

Las yeguas llegando a la ermita de la Virgen del Rocío. / Josué Correa
Alba Gómez

26 de junio 2023 - 18:10

El pueblo de Almonte es fiel a sus tradiciones, que con gran arraigo se han heredado de generación en generación. La saca de la yeguas, con más de cinco siglos recorriendo los caminos desde la marisma hacia la localidad, se continúa celebrando cada 26 de junio. Después de una noche intensa para los yegüerizos en la que ultimaban los preparativos para llevar a cada tropa ante la Virgen del Rocío en la aldea, el pueblo entero esperaba su llegada en una fecha señalada por los almonteños.

Una mañana de las más calurosas del año, donde el sol fue el protagonista y la sombra la más cotizada por la gran expectación que había alrededor del evento. Desde antes de las 09:00 ya había numerosas personas alrededor de la ermita, tanto onubenses como visitantes que no quisieron perderse ni un momento de este evento. No fue hasta pasadas las 09:30 cuando llegó la primera tropa de yeguas a la que siguieron otras cinco de diferentes fincas repartidas por el Parque Natural de Doñana, donde el ganado ha permanecido durante todo el año. Marismillas, Las Nuevas, Marismas Gallega, El Rincón del Pescador, La Dehesilla, Marismas del Rocío, La Vera, Marismas de Hinojos y Matrochal son los lugares de donde proceden, teniendo que recorrer al menos 40 kilómetros para mostrar a la Virgen del Rocío el trabajo de todo el año y que su patrona las bendiga.

Las yeguas, potros y potrillos desfilaron ante la ermita en la que más de mil equinos se rodearon ante la puerta del santuario para que no rompiesen la formación y los yegüerizos pudiesen dar las gracias y encomendarse a su madre para finalizar el camino que les quedaba hasta llegar al pueblo. Según se cuenta desde la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño el trabajo previo comenzó días antes cuando los ganaderos se organizaron en reuniones para localizar a las diferentes manadas y poder reunirlas en los lugares previamente fijados y así facilitar la mañana del lunes su camino hacia la aldea antes de llevarlos a Almonte para la tuza y el marcaje de potros.

Este año la idiosincrasia del lugar se vio modificada para preservar la seguridad de los presentes, pero siempre manteniendo la esencia de esta tradición que pasa de generación en generación. La zona de la iglesia se dispuso con vallas y gradas para que los presentes disfrutasen del evento, año anteriores se hacía a pie de calle, pero desde la asociación se ha planteado este nuevo diseño para mejorar los servicios a la hora de disfrutar de la Saca de las Yeguas.

La Consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha dado la enhorabuena a la "Asociación de Criadores Marismeños por esta tradición ancestral para Almonte, Huelva y Andalucía que cada vez suscita más interés y atrae a más turismo". Crespo ha puesto el foco en el trabajo de los yegüerizos que "guardan la biodiversidad con el entorno preservando la forma natural de cuidar a los caballos". "La sequía está haciendo estragos en la ganadería pero con la ayuda de todos y el gran esfuerzo que están realizando los ganaderos durante todo el año saldrá adelante", ha añadido.

Los yegüerizos guían al ganado por el camino hacia Almonte. / Josué Correa

Por otro lado, el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, Juan Adolfo Arangüete Asuar ha destacado que desde la orgaización "con más de seiscientos socios, se fomenta la crianza, mejora y selección de las razas autóctonas equina Marismeña y bovina Marismeña conservado sus hábitats y especies"

Tras su paso por El Rocío las tropas continuaron su camino hacia la zona de sesteo, en El Pastorcito donde el pueblo de Almonte celebra su Candelaria. Los yegüerizos se adentraron en las arenas para guiar al ganado que avanzó con un paso tranquilo debido a las altas temperaturas de la jornada. Conforme llegaba el mediodía las tropas fueron llegando poco a poco para después continuar su camino. Sobre las 19:00 tenían prevista su llegada a Almonte cuando se les cortarán las crines y la cola, conocido como la tuza, dando comiendo a la Certamen Agroganadero de la Saca de las Yeguas en el que se incluye la compraventa del ganado y la presentación de los sementales.

Las tropas atravesaron las calles de la localidad hasta dirigirse al recinto ganadero de Huerta de la Cañada, situado en el Camino de Villalba y en el que los ganaderos dejarán a sus yeguas después de una dura jornada. Un itinerario que se ha diseñado teniendo en cuenta el bienestar animal, ya que la raza Marismeña se encuentra en peligro de extinción y estos yegüerizos son los responsables de preservarla. Tanto el Ayuntamiento como la asociación han trabajado de la mano para que todo salga a la perfección y que las yeguas y potros tengan un camino lo más llevadero posible.

El ganado llegando a la zona de sesteo. / Josué Correa

Se trata de una tradición que despierta la curiosidad debido a su forma de llevarse a cabo. La Saca de las Yeguas lleva cientos de años realizándose, siendo esta la 519, fue regulada por primera vez en las Ordenanzas del Duque de Medina Sidonia en 1504 y en la que la figura del yegüerizo ya se encuentra latente. Manuel, portavoz de Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, declaró que “para un almonteño la Saca de las Yeguas es el día más importante del año después de Pentecostés”.

Los días 27, 28 y 29 se celebra el certamen ganadero en el que dada la regulación de las plazas de ganado en el Espacio Natural, además del censado y la calificación de animales de raza, se retiran los animales excedentes que son destinados a la venta o para monta o a cebaderos para la producción cárnica.

El legado de la Saca de las Yeguas

La saca fue regulada por primera vez en las Ordenanzas del Duque de Medina Sidonia de 1504. La relación ambiental, social y cultural existente entre Doñana y su entorno ha dado un legado de tradiciones entre la que destaca la cría de caballos marismeños asilvestrados y el desplazamiento de los animales que pastaban en los pastos comunales hasta el pueblo de Almonte. La Saca de las Yeguas se fundamenta así en una serie de tareas tradicionales ligada a la actividad ganadera de Doñana cuya antigüedad y persistencia a lo largo de siglos la convierten en un nexo entre el pueblo de Almonte y el espacio natural.

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