Santiago Padilla: “Ella es la verdad del Rocío, que celebramos al desnudo, con el corazón y con la nostalgia”

Santiago Padilla, presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, habla de cómo se está desarrollando este Rocío de luz tan especial, sin romería pero que se está viviendo intensamente por el pueblo almonteño y todas las filiales, que celebran este domingo la festividad de Pentecostés.

–¿Cómo se está viviendo este tiempo tan distinto?

–Con resignación y aceptación, por una parte; pero, también con alegría y con esperanza.

–¿Qué le pediría a los rocieros en este Rocío de luz?

–Pues, que vivamos más que nunca nuestra devoción a la Virgen en su fiesta grande, unidos en comunión fraterna con las juntas de gobierno de nuestras hermandades y con todos los rocieros. Este Rocío, en el que Ella vuelve a ser nuestra luz, como Madre del Redentor del Mundo, que nos ofrece generosamente en sus manos, y que es consuelo y camino de esperanza para todos los rocieros.

–No hay romería pero sí la fiesta de Pentecostés y la de la Virgen del Rocío.

–Sin duda. Ello demuestra que El Rocío se puede celebrar, incluso, quitándole todos sus elementos caracterizadores que tienen que ver con la alegría, con la socialización elevada a la máxima potencia, con los lugares extraordinarios en los que se celebra, de camino hacia la aldea. Ahora más que nunca, Ella es la verdad del Rocío, que celebramos al desnudo, con el corazón y con la nostalgia, con motivo de la Venida del Espíritu Santo sobre Ella, y sobre el colegio apostólico.

–¿Cómo se está desarrollando la desescalada y las visitas a la Virgen?

–Estamos muy satisfechos, de cómo se ha venido desarrollando nuestra desescalada particular en la parroquia de Almonte en la que, tanto los almonteños, como los rocieros que han venido de fuera de nuestro municipio han sido y están siendo muy respetuosos con las normas que se han dado en beneficio de todos.

–¿Cómo está viviendo el pueblo de Almonte estas restricciones por el coronavirus?

–Con un gran sentido de la responsabilidad. Entendiendo que la cautela y la precaución son las mejores armas para seguirle ganando terreno a este virus letal, que se ha llevado y se está llevando tantas vidas por delante.

–¿Qué atención social está realizando la hermandad matriz por la pandemia?

–Estamos intentando cumplir con nuestros compromisos que son muchos y muy diversos y atender en coordinación con los servicios sociales del Ayuntamiento de Almonte, los primeros signos de la crisis económica derivada de la misma.

–¿Qué podremos aprender de este tiempo?

–Creo que la devoción a la Virgen va a salir fortalecida. Primero porque hemos sido ejemplo de responsabilidad en muchos aspectos. Segundo porque se ha vuelto a poner de manifiesto las raíces profundas de fe del Rocío. Tercero porque Almonte y, con él, muchos rocieros, se han vuelto a sentir protegidos por su mediación maternal. Y creo que debemos aprender que en un mundo tan cambiante y lleno de inseguridades como el actual, con imaginación y con convicción no hay nada que pueda frenar la devoción a la Virgen del Rocío. También hemos confirmado que la Hermandad Matriz cuenta con un equipo excepcional de profesionales y colaboradores que, todos a una, con la junta de gobierno, con nuestro director espiritual y vicario parroquial, le han puesto al mal tiempo buena cara, y están sacando adelante una situación muy comprometida y difícil.

–¿Cambiará algo en la vida de la gente y en la propia devoción?

–Creo que estaremos mejor preparados para afrontar situaciones similares, si se plantean en el futuro, en todos los órdenes de la vida de la hermandad. Es más, creo que nos ha tocado elaborar el equivalente a un manual, que pueda servir de referencia para situaciones que, Dios quiera, que no se vuelvan a producir.

–La Virgen no volverá hasta el próximo año a la aldea, un tiempo más para estar con su pueblo.

–Bueno esa es la idea. Con la información que teníamos en el momento en el que se ha tomado la decisión, parecía lo más prudente y sensato. Y en efecto nos permitirá ampliar este tiempo de gracia para el pueblo de Almonte, y para todos los rocieros que vengan a celebrar este rito prolongado con nosotros.

–La devoción rociera se extiende con sus hermandades, ¿cómo se vive con ellas este Rocío?

–Quiero agradecer el trabajo maravilloso que han desarrollado nuestras hermandades filiales y asociaciones rocieras para la preparación de este Pentecostés diferente, y quiero animarles a que lo sigan haciendo con el mismo empeño y dedicación, a partir del próximo día 2 de junio, especialmente en el orden de la caridad y de la Acción Social.

–Su deseo en este Rocío.

–Que donde quiera que nos encontremos, nos dejemos fecundar por el Rocío del Espíritu Santo. E iniciemos el nuevo año rociero, que empieza después de Pentecostés con fuerza y ánimos renovados, con la esperanza de que muy pronto podamos superarlo. También quiero tener un recuerdo para la víctimas de esta pandemia, para sus familiares y para todos los que están viviendo y sufriendo sus consecuencias. Todos ellos están en mi oración y en la de muchos rocieros, en el altar de la Virgen.