La Virgen del Rocío se retirará del culto público en el mes de octubre

Se tratará de una intervención histórica después de casi medio siglo

La Virgen del Rocío será restaurada con la decisión unánime de los almonteños

Salida procesional de la Virgen del Rocío.
Salida procesional de la Virgen del Rocío. / H.I.
Alba Gómez

26 de septiembre 2023 - 06:00

Estas son las últimas semanas para visitar la aldea almonteña y que la Virgen del Rocío sea la que presida el altar principal. Durante el mes de octubre, la imagen será retirada del culto público para que comience la intervención de la prestigiosa restauradora Fuensanta de la Paz, en un espacio habilitado dentro del mismo santuario. El simpecado de Almonte será el que ocupe el lugar del altar principal durante este periodo que se alargará de dos a tres meses.

El presidente de la Matriz, Santiago Padilla, ha informado de que “ya se han iniciado los trámites para la conservación de nuestra patrona” agradeciendo “el voto de confianza, ya que no hubo ninguna voz que distorsionara el mensaje tan claro que lanzaron los hermanos con respecto a esta iniciativa”. Los trabajos de intervención, según el informe de la restauradora, pueden ocupar entre dos y tres meses” y “la retirada de la imagen no ocurrirá antes de la finalización de septiembre, dejando estos trabajos para octubre cuando se reforzarán las medidas de seguridad del Santuario”. Por otro lado, ha indicado que “no tienen mayor interés de darle más publicidad a la intervención porque si algo nos enseñaron nuestros mayores que los temas de la Virgen son sagrados y debemos guardarlos con la mayor cautela”.

Todo lo que rodea al estado de la imagen de la Virgen del Rocío siempre se ha tratado con sumo cuidado por la Hermandad Matriz y el pueblo de Almonte, debido a la relevancia pública y a la importancia en el ámbito de la fe cristiana que ha cobrado con el paso del tiempo. Una imagen histórica cuya restauración no es tarea fácil y que la relegida Junta de Gobierno ha abordado con una gran determinación.

La Hermandad ha confirmado pocas informaciones sobre las intervenciones de la imagen, pero según se comentó en su momento, a finales de los 70 el restaurador de renombre Francisco Arquillo fue el encargado de supervisar el estado de la imagen y llevar a cabo su restauración, algo de lo que la hermandad no habló ni confirmó y que puede que fuera tan solo un rumor. En la sociedad de la comunicación y la inmediatez una noticia como esta no puede pasar desapercibida y aunque con una gran discreción en lo que respecta al tema, la Junta de Gobierno se ha pronunciado dejando clara la necesidad de la intervención.

Después de que las propias hermanas camaristas advirtiesen sobre su consternación debido al deterioro de la misma, no se dudó en ponerse manos a la obra siguiendo el objetivo de Padilla de cuidar el rico patrimonio de la Matriz. Comenzó con el paso procesional de la Virgen del Rocío que mostraba la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, aligerando su peso y mejorando la seguridad de la imagen, con este nuevo objetivo, realizará un hito histórico siendo una de las restauraciones más esperadas.

Aunque no está claro cuál fue la última vez que la Virgen del Rocío fue restaurada, lo que sí se puede afirmar es que el pueblo de Almonte aceptó la decisión de la Junta en el cabildo extraordinario celebrado el pasado domingo 24 de septiembre en la parroquia de la Asunción, donde todos se volcaron con el objetivo de conservar a su patrona, que además arrastra miles de devotos cada año hasta su santuario y cuya relevancia ha quedado en evidencia.

Autoría de la Virgen del Rocío

La Virgen del Rocío es todo un misterio en lo que respecta a su autoría y las intervenciones para su conservación a lo largo de los años. Existe la teoría de que se trata de una obra del siglo XIII, que a principios del siglo XV sufrió una importante restauración que le imprimió su carácter goticista.

Según la teoría del historiador sevillano Jesús López Alfonso, la imagen pertenece a la segunda mitad del siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X, que tiene particular importancia en la provincia de Huelva por la Reconquista de Niebla. Por su parte, los historiadores onubenses González Gómez y Carrasco Terriza la datan entre los años 1280 y 1335 siendo una escultura de procedencia francesa cuya estatura de la talla original es de 1 metro que aumentó su tamaño cuando empezó a vestirse, época de donde datan las manos, el niño y la caída de los ojos de la cara de la Virgen.

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