“La Virgen del Rocío volverá a la aldea cuando no haya riesgo para la salud”
La tesorería de la Hermandad Matriz también se resiente por la pandemia, lo que no impide incrementar la atención social
El contacto con las hermandades filiales no decae gracias a las redes
Santiago Padilla, presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte analiza la vida rociera cuando por segundo año consecutivo se suspender la romería de pentecostés y la Virgen aún continúa pendiente de su retorno a la aldea por la pandemia de la Covid-19.
–¿De qué forma está influyendo la pandemia en la vida rociera?
–La experiencia rociera hasta ahora tenía mucho que ver con la celebración colectiva y la interrelación de personas, en hermandad, en familia, en comunión parroquial… y en estos momentos está contraindicado. Solo se puede hacer con muchas limitaciones, con distanciamiento social, lo que significa en la práctica su desnaturalización. Por tanto, está condicionando tremendamente todas las actividades normales de la hermandades y de los rocieros, sin contar con la Romería de Pentecostés.
–¿Se incrementa la devoción en la necesidad de agarrase a la fe?
–La memoria que tenemos de otras situaciones pandémicas parecidas es que crece la fe. El dolor y la realidad cruda y dura de la enfermedad y de la muerte nos está sacando del mundo virtual en el que estábamos, nos sitúa individualmente frente al sentido de la propia existencia. Pese a que esta es una sociedad muy secularizada, que vive de espaldas a Dios, es muy probable que muchos encuentren su ‘caballo de Damasco’ en esta amarga experiencia. Ojalá el consuelo y la fuerza para poder superarla.
–¿Cómo vive el pueblo esta cercanía con su Patrona?
–Es una sensación agridulce. Dulce, porque está significando una prolongación de la estancia de la Virgen inimaginable en condiciones normales, y a la vez es un motivo de consuelo en medio de esta pandemia. Y amarga también, por las razones indeseadas que están justificando esta estancia prolongada de la Virgen en Almonte.
–En pocas ocasiones la Virgen estuvo tanto tiempo en Almonte, ¿hay alguna idea de traslado a la aldea?
–Hay experiencias anteriores de muy diverso signo, en fechas, duración o prolongación de su estancia si buceamos en traslados de otras épocas. Aunque es verdad que en el último tercio del siglo XX el rito se ha normalizado mucho. De hecho, la Virgen está en Almonte cada siete años, en el período más largo posible, entre la celebración del Rocío de Chico de un año y la Romería de Pentecostés del siguiente. Lo cierto es que con los niveles de incertidumbre que tenemos a día de hoy, y con la complejidad que conlleva un traslado, de momento, no hay fechas previstas. Se hará, cuando no haya riesgos para la salud.
–¿Cómo es la vida diaria en el santuario?
–Normalmente cuando la Virgen no está en la aldea, aquella languidece, lo cual nos confirma que Ella es la verdadera razón de ser de aquel lugar. La pandemia, además, está limitando más que nunca el acceso de las personas que disfrutan en ella de una segunda residencia, todo esto influye en su vida y actividad diaria, en especialmente los fines de semana. El santuario del Rocío en estos momentos permanece abierto por las tardes y hay cultos, los jueves y fines de semana. Es el punto de atención de la labor pastoral de la parroquia de Almonte en El Rocío. Puntualmente, como el pasado mes de agosto, con motivo del Centenario del Monumento del Real, hemos programado alguna actividad allí.
–¿Cuéntenos el proyecto de mejora para este monumento?
–La idea surgió con motivo de la celebración de su centenario y el proyecto contempla hacerlo más accesible, eliminando la verja perimetral que se instaló en 1979, y eliminar las barreras arquitectónicas, ennoblecerlo, mejorar su perspectiva y recuperar sus señas de identidad más primitivas (la verja que estaba al pie de los escalones y los faroles antiguos). Además, se quiere cerrar el fondo de la plaza recuperando la arboleda perdida. El proyecto va a ser financiado con una subvención concedida por la Consejería de Turismo de la Junta, y estamos a la espera de que el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Almonte de el visto bueno.
–Es tiempo de reinventarse, ¿qué novedades se introducen para difundir la devoción?
–La pandemia ha acelerado la digitalización de todas las realidades. En este sentido hemos redoblado esfuerzos para incrementar nuestra presencia y notoriedad en las redes sociales, con un trabajo realmente excelente de nuestro responsable de medios de comunicación, José Miguel Saavedra Soltero, acentuando su perspectiva más institucional. Por otra parte, hemos buscado patrocinadores para poder desarrollar programación propia, y hemos encontrado un gran aliado en Doñana Televisión, con un comportamiento impecable y esencial. Y también en Canal Sur Tv, que retrasmitió la función del voto del Rocío Chico de estos dos últimos años, además de la misa de pontifical. El grupo Azahara de comunicación está realizando colaboraciones puntuales muy importantes. Le hemos dado un giro al periódico que editaba la hermandad, que ahora se llama Reina, Pastora y Madre, con un formato distinto. Al mismo tiempo estamos dando continuidad a las publicaciones de la Matriz.
–Se recopilan las homilías rocieras del obispo José Vilaplana.
–Sí. Pensando en el final de su mandato pastoral, le propusimos esta idea y le gustó muchísimo. En realidad es el último regalo que nos ha hecho el hoy obispo Emérito, a través de una publicación que es un termómetro de sus inquietudes pastorales en El Rocío durante el tiempo que ha sido obispo de la diócesis. Con ella hemos enriquecido nuestra colección Pastor Divino, dedicada a textos de formación espiritual para las hermandades y los rocieros.
–¿Cómo es la relación con el nuevo obispo?
–Aún estamos en un proceso de conocimiento mutuo, aunque los primeros contactos han sido francos, afectivos y respetuosos.
–Las peregrinaciones de las filiales se tuvieron que suspender, ¿se echan en falta?
–Pues sí. Es la actividad más importante que dinamiza la vida del santuario o de la parroquia de Almonte y de las propias hermandades, con sus preparativos previos, el día de convivencia en El Rocío. Lo hemos intentado en el curso 2020-2021 y ojalá que podamos retomar esta actividad fundamental en el 2021-2022.
–¿Cómo es el contacto ahora con ellas?
–Lógicamente más frío y distante, aunque no menos cordial y afectivo. El mundo digital está supliendo en gran parte las relaciones personales, lo que está ocurriendo en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso en el familiar. Algo de esto viene para quedarse, dada la amplitud geográfica de la gran familia rociera, aunque el objetivo sigue siendo recuperar la normalidad.
–El que no se celebre la romería no solo afecta a la devoción, sino también a la economía del pueblo y la aldea, ¿cómo se está viviendo?
–Pocas realidades se van a salvar de la crisis económica derivada de esta pandemia. Almonte y El Rocío no van a ser una excepción. Evidentemente está afectando de forma muy negativa.
–¿Se resentirá la tesorería de la hermandad, cómo se mantiene?
–Hace años que la economía de la hermandad no vivía una situación tan delicada, con la complicación añadida de que no podemos hacer prácticamente nada para corregirla. Llevamos más de un año sin los ingresos normalizados y con un capítulo de gastos que siempre es mayor cuando la Virgen se encuentra en Almonte. Aparte de la aplicación de unas medidas de austeridad máxima, estamos buscando la ayuda de bienhechores y patrocinadores para desarrollar los proyectos en marcha. A ellos quiero agradecer especialmente su compromiso con la hermandad en estos momentos. Además de la ayuda de créditos, como está media humanidad.
–Sin embargo la hermandad continúa la atención social
–Este es uno de los capítulos que no solo no ha decrecido, sino que crece dadas las necesidades sociales en aumento del momento. Aquí también estamos actuando como distribuidores y canalizadores de la solidaridad de los almonteños y de muchos rocieros.
–En Huelva capital se está viviendo ya el Rocío con una trilogía de exposiciones, ¿qué nos puede destacar?
–Lo primero es que la celebración del 50 Aniversario de Emigrantes haya unido en un mismo proyecto a la Hermandad Matriz y a las hermandades de Huelva, mostrando ambas (Emigrantes y Huelva) una gran generosidad y espíritu de colaboración, realmente encomiables. El resultado es que hemos desarrollado un proyecto multidisciplinar y multiplicador que cuenta con el apoyo de las instituciones de Huelva: Diócesis, Ayuntamiento, Diputación Provincial y Autoridad Portuaria, a las que se suman la Casa de Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Moguer, la Universidad de Huelva, la Fundación Caja Rural del Sur... En segundo lugar, asistimos al homenaje de la Cultura y de las Bellas Artes más importante que Huelva ha tributado a la Reina de las Marismas, con más de 150 obras de arte (pintura, escultura, cerámica, orfebrería, joyería, fotografía...) que pueden contemplarse en la exposición de las Cocheras del Puerto, Huelva es Rocío y en la exposición El Rocío en Platero y yo, en la Sala de la Provincia en la Diputación. Cabe reseñar el agradecimiento a los artistas que, además, ceden un 30% del valor de su venta en favor de la obra social de las tres hermandades. Y para completar el programa expositivo, coordinado por nuestro delegado de formación, Antonio Ramos, una gran exposición dedicada a los primeros pasos de la devoción rociera en Huelva, de la mano de una figura tan relevante y atractiva como es Manuel Siurot Rodríguez. En paralelo, un programa de presentaciones y actividades divulgativas, que pretenden en su conjunto traer un mensaje de esperanza a los rocieros de Huelva, y a todos los que sigan esta programación por las redes sociales. Hoy celebramos una misa de acción de gracias oficiada por nuestro obispo, Santiago Gómez, y retransmitida por Canal Sur Televisión, a las 10:00, desde Emigrantes.
–Entre todos se quiere aupar a los altares a Manuel Siurot.
–En efecto, Manuel Siurot Rodríguez es una figura desbordante, cuya obra humana y social no tiene parangón en nuestra tierra, y los rocieros tenemos la obligación de reivindicarla, porque fue un hombre lleno de Dios, profundamente mariano, comprometido con El Rocío y convencido de su valor pastoral para el pueblo sencillo. Lo mismo que el dijo con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío “Para la Blanca Paloma de las Marismas Andaluzas, todo”. Ahora somos lo rocieros los que debemos afirmar eso de él. Vamos a sumarnos activamente al deseo de la diócesis de reactivar su causa de beatificación, porque méritos no le faltan.
–El año pasado todo giró entorno a un Rocío de luz este a un Rocío de esperanza.
–La Virgen del Rocío, como Madre de Dios, es una letanía de cosas buenas y positivas para los rocieros: Luz, Fe, Caridad, Alegría, Compasión, Misericordia, Piedad. Este año no hemos fijado en esa virtud teologal de la Esperanza. Ella es nuestra Esperanza, porque sabemos que está muy cerca del Señor, al que llevó en sus entrañas y nos muestra en sus manos Purísimas. Y porque mediadora es universal de todas las Gracias, cuyos favores hemos recibido en tantos momentos de la historia, de forma tan copiosa. En estos momentos de incertidumbre, de desconsuelo, de temores y de desgarros por tantos motivos, Ella es, más que nunca, nuestra Esperanza. Y a entonar este canto colectivo hemos invitado a las hermandades del Rocío y a los rocieros para celebrar este nuevo Pentecostés.
–¿Qué programa de actos tiene previsto la Matriz para este Pentecostés?
–La novena preparatoria y la función que haremos coincidir un año más con la misa de pontifical, el rosario del domingo, y algunas otras actividades en las redes y canales de televisión. La misa de pontifical volverá a ser retransmitida por Canal Sur y estamos colaborando en un programa del Rocío que emitirá la cadena andaluza el domingo por la tarde. La entrega de los premios Tamboril que concede la cadena Ser en diversas categorías se hará en nuestra casa hermandad en Almonte. Trabajamos para darle un nuevo impulso al himno que promovimos el pasado año de Un Rocío diferente. La forma en la que se harán algunas de estas celebraciones depende de la evolución de la pandemia, que en estos momentos no es buena, en especial en Almonte.
–¿Cómo invitaría a vivir este Rocío?
–A prepararlo y vivirlo de forma íntima, pero también en comunión fraterna con los hermanos de tu hermandad y con todos los rocieros, aunque sea en la distancia. Y con mucha fe, ilusión y esperanza. Volveremos a abrazarnos y a vivir una romería en las marismas, y ello será el mejor testimonio del final de esta pandemia.
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