El archivo de la Hermandad Matriz: un tesoro que recoge siglos de historia
Dentro del archivo se encuentra una reproducción del voto del Rocío Chico y una obra de Platero y yo dedicada por el propio Juan Ramón Jiménez
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Almonte es la cuna de la devoción rociera y ya desde el siglo XVI hay constancia de la existencia de la Hermandad Matriz guardando una larga historia a sus espaldas y desde la que brota el sentimiento a la Virgen del Rocío. Con un largo recorrido, aúna un nutrido patrimonio ya no solo en lo que respecta a los enseres de la Blanca Paloma, sino a un archivo histórico amplio que se ha ido recuperando poco a poco gracias al esfuerzo de las diferentes juntas de gobierno que han pasado por la Matriz. Como resultado se ha creado una amplia biblioteca situada en su casa de hermandad en Almonte que tampoco se deja atrás numerosas colecciones de arte, maquetas o incluso exvotos que se encontraban en la ermita antes de su reforma en 1963.
Ante las desventuras de la historia, como fue la quema del archivo que se encontraba unido al archivo parroquial de Almonte en 1936 la Hermandad se ha recompuesto. Tras perder casi la totalidad de los documentos, con el paso del tiempo los esfuerzos no han quedado en vano y se han recogido valiosas obras que se conservan en la sede de la Matriz que se encuentra en la calle Sebastián Conde desde el año 2007. Después de ser destruido el archivo histórico en el incendio, la documentación que se conserva es fundamentalmente posterior a esta fecha, salvo algunas excepciones.
Al archivo histórico que se le suma todo lo referente al archivo administrativo que supera los cuatro años y que va creciendo cada romería con unos cimientos que se volvieron a asentar a principios del siglo XX. Tal y como detalla el presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla, el archivo ganó un gran impulso tras el fallecimiento de Infante-Galán, un profesor de la escuela municipal de Almonte natural de Villablanca y gran devoto de la Virgen del Rocío que dedicó su vida a aunar numerosos archivos sobre la hermandad y Almonte. Su hermana Isabel Infante Galán, fue la encargada de donar en el año 2000 un fondo que otorgó una importante ampliación del archivo de la Hermandad. En él, el presidente de la Matriz, ha destacado un libro de la obra Platero y yo dedicada por el propio Juan Ramón Jiménez a los alumnos del colegio de Almonte y como esta una consecución de piezas muy valiosas que no tiene desperdicio y en el que la hermandad se ha volcado para su ordenación y catalogación bajo la dirección del profesor de la Universidad Pablo de Olavide, del Área de Ciencias y Técnicas Historiográfica, Antonio López Gutiérrez.
Dentro del archivo también se encuentra una reproducción del voto del Rocío Chico, se trata de una copia manuscrita por Juan José Lagares en 1813, realizada por el escribano público y hermano mayor de la Matriz durante este año. Además, se puede encontrar un fondo bibliográfico, hemerográfico y gráfico junto a una colección de sellos marianos donada por la familia del sacerdote Antonio Buenos Montes. Este archivo no se encuentra abierto al público pero sí que se dan permisos desde la Hermandad para poder visitarlo, ya que recoge un gran abanico de obras y documentos dignos de estudio.
Lo más interesante de la Casa de Hermandad
Saliendo del archivo, cada rincón de la Casa de Hermandad de la Matriz guarda colecciones dignas de conocer que se reparten por los diferentes espacios que posee la sede, siendo hasta 2007 la antigua casa parroquial. Uno de las más interesantes son los exvotos que se encontraban en la anterior Ermita del Rocío demolida en 1963. El presidente Santiago Padilla, ha explicado que el Cuarto de Los Milagros, al que se accedía por La Puerta del Sol, que fue bendecida el día 14 de junio por el obispo de Huelva, Santiago Gómez, es típica de las ermitas rurales, en las que algunas todavía se conserva. En ellas se retrata la devoción por la Virgen del Rocío que los creyentes de diferentes puntos de España dejaban como gratitud un gráfico al verse recuperado de alguna enfermedad o fuera de situaciones de peligros. Eran dibujos con un pequeño escrito que la Hermandad conserva como máxima expresión popular de fe y al se le une el del torero Rafael El Gallo, después de que un toro le embistiera.
Además, se pueden encontrar expuestos una colección de 16 trajes de luces de Miguel Báez Spínola El Litri, uno de El Cordobés y otro del torero Pablo Aguado. A esto se le une la colección de pintura de Francisco Maireles Vela que lleva a cabo una interpretación de las abuelas almonteñas y la maqueta del retablo de la Virgen Antonio Martín Fernández.
La Hermandad Matriz recoge un amplio patrimonio que no se queda aquí y de lo que su presidente ha destacado lo más relevante, sin dejar atrás la famosa reproducción a escala de la coberta belga en la que el duque de Orleans realizó su expedición a la costa de Groenlandia y que le puso de nombre a una de las islas Rocío, en honor a la Virgen.
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