Candelaria 2024: La Matriz cifra el total de niños participantes en la Fiesta de la Luz

La aldea de El Rocío deja atrás un intenso fin de semana marcado por la celebración de la Fiesta de la Luz, popularmente conocida también como Candelaria, en la que un año más se ha conmemorado la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Unos actos que viven su momento más emotivo y entrañable con la presentación de los niños ante la Virgen del Rocío, y que reciben su bendición y su protección al pasar por el manto de la Blanca Paloma.

Esa imagen se dio ayer en el interior del santuario, en el que se formaron largas e interminables colas de padres y madres que llevaban a los pequeños rocieros a encontrarse con la Virgen del Rocío. Algunos, recién nacidos con apenas días de vida; otros, dando sus primeros pasos por el interior del templo agarrados de la mano de sus padres; y todos, con la misma devoción y fervor que sus progenitores les han inculcado.

La Hermandad Matriz de Almonte, encargada de organizar los cultos de la Fiesta de la Luz, que se han desarrollado durante este pasado fin de semana, ha hecho balance de esta celebración y ha aportado el dato del total de niños que participaron en la jornada de ayer. Según esta estimación, más de 8.500 pequeños rocieros se dieron cita junto a sus padres ante la imagen de la Virgen del Rocío.

Este dato explica que las colas se extendieran desde el interior del santuario hasta el conocido Barrio de las Gallinas. Y es que, tal y como se esperaba, fueron cientos las familias que acudieron procedentes de distintos puntos de la geografía nacional.

La espera fue larga en muchos casos para los padres y sus hijos, que aguardaban impacientes su turno, pero todo se vio recompensado al desfilar ante la Blanca Paloma, dando paso a momentos marcados por la emoción incontenida y el orgullo de ver cómo se incrementa la familia rociera y se garantiza el relevo generacional del fervor a la Virgen del Rocío.

El buen tiempo fue también protagonista durante todo el fin de semana en el que se han desarrollado los cultos de la Fiesta de la Luz, lo que animó a muchas familias a desplazarse hasta la aldea almonteña para participar en esta celebración.