Rocío 2024: Así ha sido la espectacular entrada de la Hermandad de Huelva en la aldea

EL ROCÍO

Entrada de la Hermandad de Huelva en la aldea. / Clara Carrasco
- J.M.M.

17 de mayo 2024 - 22:16

Y Huelva llegó a la aldea del Rocío. Y lo hizo arrastrada como siempre por una marea humana de peregrinos que empujan con todas sus fuerzas para que el Simpecado avance hacia su destino. Y lo hizo arropada por el calor de miles de personas que no quisieron perderse ni un solo detalle de la entrada de la Hermandad de Huelva al barrio de las gallinas, al que la caballería llegó cuando aún se dibujaban los últimos rayos de sol de la jornada.

La filial onubense completó su recorrido tras dos intensos días de camino que hicieron mella en los rostros de los miles de romeros que acompañan a su hermandad y en los que el cansancio dejó paso a la ilusión y la alegría de ver cumplido un año más el sueño de entrar en la aldea.

Una multitud aguardaba la llegada de la filial cuando hizo acto de presencia la numerosa caballería de la filial en el barrio de las Gallinas. El blanco impoluto de las chaquetillas blancas que la caballería lució en su salida por las calles de la capital, dio paso ayer a un gris dibujado por el polvo tras dos días de camino por las arenas.

Llegada de Huelva a la aldea. / Clara Carrasco

Antes el grupo Manguara había emocionado no solo con sus sevillanas, sino también anunciado que este sería su último año cantando a la llegada de la filial. Una emoción que se acrecentó con el grupo de tamborileros y el sonido de la flauta y el tamboril, anunciando la inminente llegada del Simpecado de la Hermandad de Huelva.

En torno a las 21.40 horas, la filial onubense entró en el Barrio de las Gallinas, si bien su avance fue lento debido a la gran cantidad de personas congregadas en ese punto y por los múltiples cantos que reclamaban la atención de la propia hermandad. La estampa, no por ser diferente a la de años anteriores, deja de ser más impresionante y espectacular, consiguiendo emocionar tanto al que lo contempla por primera vez como al que repite año tras año para contemplar la escena.

Como si de un todo se tratara, cientos de personas arropaban y empujaban la carroza del Simpecado. Agarrados unos a otros para tirar con más fuerza si es posible. Con los rostros completamente cubiertos de polvos y un gris en la cara solo roto por el blanco de los ojos de los romeros, muchos de ellos inundados de lágrimas ante la imposibilidad de contener las emociones desbordadas.

Llegada de Huelva a la aldea. / Clara Carrasco

Delante del Simpecado, la hermana mayor, Carmen Gazapo, miraba a cada lado del camino desde lo alto de su caballo orgullosa y feliz, consciente de haber cumplido el encargo de llevar a la hermandad hasta la aldea. Sonaban palmas por Huelva y los vivas surgían espontáneos de entre la multitud mientras el Simpecado avanzaba lentamente por el Barrio de las Gallinas, al tiempo que el atardecer empezaba a dejar paso a la noche.

Las sevillanas seguían sucediéndose una tras otra reclamando la detención de toda la comitiva y ralentizando el avance del Simpecado de una hermandad que quería avanzar y que apenas tenía hueco para hacerlo, tal era la cantidad de personas que se habían congregado al paso de la filial onubense.

Y así llegó Huelva al Rocío. De la misma forme que salió de su ciudad, arropada por miles y miles de personas y llevándose cientos de plegarias y de rezos para la Virgen del Rocío, ante la que se presentará en la jornada de mañana, sábado 18 de mayo, en torno a las dos de la tarde, cuando desfilará ante la puerta del Santuario para ser recibida por la Matriz de Almonte, en un acto en el que estará acompañada por las hermandades de Isla Cristina y Villarrasa, ahijadas de Huelva, que este año celebran su 50 aniversario.

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