Un error en el traslado impide que el Simpecado de la Matriz presida el rezo del Rosario en Roma

La Hermandad Matriz de Almonte culminó el 30 de agosto una de las jornadas más importantes de su peregrinación en Roma, ciudad a la que llegó el jueves 29 y en la que permanecerá hasta este domingo 1 de septiembre para conmemorar la visita del papa San Juan Pablo II, hace ya 31 años, al Santuario de la Virgen del Rocío el 14 de junio de 1993, y el centenario del título de Pontificia, que se cumplió en el año 2020, en plena pandemia del Covid-19.

“Con un devoto rosario por las calles de Roma, culminaba la jornada de nuestra Hermandad en la Ciudad Eterna”, explicaba la Matriz que no pudo presidir el rezo con el Simpecado verde, tal y como estaba anunciado, debido a un falló en los plazos de entrega por parte de la empresa logística contratada para el traslado de la pieza. En su lugar el Rosario estuvo presidido por un estandarte de la Virgen Milagrosa de la Orden de los Mínimos, a la que se le colocó una medalla de la Virgen del Rocío.

El rosario contó con la participación del coro de la Hermandad de Nuestra Señora de Valme.

“La Basílica de Sant' Andrea delle Fratte que regentan los frailes Mínimos de la Orden de San Francisco de Paula, donde se venera a la Virgen Milagrosa fue el punto de partida, con finalización en la Plaza de España, en el monumento a la Inmaculada Concepción, donde se concluyó con el cantó de la Salve. 3.000 estampas de la Virgen del Rocío se están repartiendo en esta Peregrinación. La fe rociera está en las calles de Roma”, explicaba la Matriz.

Este domingo por la mañana se celebra una misa en la Basílica de Santa María Mayor, con la que el Santuario Marismeño tiene un vínculo de afinidad espiritual desde 2013, y será celebrada por el canónigo y rector de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat, José Jaime Brosel.

El cariñoso mensaje del Papa a la Matriz

El Papa Francisco quiso hacerse presente en la Peregrinación realizada por la Hermandad Matriz de Almonte a Roma a través de un mensaje al que se dio lectura en el momento de la acción de gracias de la Eucaristía celebrada el pasado día 30 de agosto, a las 12:00, en la capilla de la Inmaculada Concepción.

La misa estuvo presidida por el Rector del Santuario del Rocío y párroco de Almonte, Francisco Miguel Valencia Bando, y concelebrada por José Antonio Carrasco Ríos y el capellán de la Hermandad del Rocío de Toledo, Alberto Ramírez, que estuvieron acompañados por el coro juvenil de la Hermandad del Rocío de Sevilla, también presente estos días en la ciudad eterna.

"Con ocasión de su peregrinación a la Basílica de San Pedro, e ínvoca sobre ellos los dones del Espítu Santo, para que con sus voces siempre alaben a Dios y con su vida den testimonio de la alegría de seguir a Jesús. 

Con estos deseos, suplicando la amorosa protección de María Santísima, el Santo Padre les imparte la Bendición Apostólica, que complacido hace extensiva a sus familias y a los participantes en esta celebración eucarística", firmaba Su Santidad Francisco.

A su finalización se rezó una Salve en el altar donde están los restos del Papa San Juan Pablo II, recordando lo vivido aquel 14 de junio de 1993 el presidente de la Matriz, Santiago Padilla, entonces colaborador.

A esta misa asistió la Embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celáa, que recibió al grupo durante la mañana, a primera hora, en la Embajada, así como el Hermano Mayor de la Hermandad de Sevilla, Gabriel Rojas.

Al son de la Hermandad del Rocío de Sevilla

El coro juvenil de la Hermandad del Rocío de Sevilla fue el encargado de cantar en la misa oficiada en la Capilla de la Inmaculada de la Basílica de San Pedro. La propia filial rociera hispalense publicaba un vídeo en sus redes sociales en el que mostraba cómo su Coro Joven cerraba la misa de peregrinación de la Matriz con la plegaria Te Traigo en Mi Voz y los vivas del hermano mayor.

La corporación sevillana peregrina a Roma con más de medio centenar de jóvenes desde el 27 de abril. Tras su llegada, el grupo tuvo la oportunidad de conocer la ciudad y visitar alguno de sus lugares más emblemáticos como el Foro, el circo romano, la Fontana di Trevi, la Plaza de España o la Plaza Navona, entre otros lugares.

El día 28 visitaron la Scala Santa, la escalera que mandó traer Santa Elena, madre de Constantino I, en el año 326, del pretorio de Poncio Pilato en Jerusalén y donde, según la tradición cristiana, Jesús subió el Viernes Santo para ser juzgado. Muy cerca de la Scala Santa visitaron la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, donde se conserva una de las mayores reliquias de la Santa Cruz y después se visitó San Pedro y los Museos Vaticanos, así como el Castelo de Sant’Angelo y sus alrededores. El día 29 se desplazaron hasta las basílicas mayores, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor.